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Imagen ilustrativa
La religión nórdica gira en torno a su amplio panteón de dioses. Los más prominentes entre los dioses son Odin, el rey de los dioses, Thor, el dios de la guerra, lobos y tormentas y Hel, la diosa de la muerte. Los nórdicos tienen pocas ceremonias religiosas formales, cada uno adora a sus dioses a su manera. Pero en cada equinoccio y solsticio se celebra una gran fiesta en alabanza a los dioses, agradeciéndoles por las recompensas de la temporada pasada. Es en estos momentos que los Chamanes Nórdicos caminan al exterior y sus discípulos son elegidos.
Los Chamanes Nórdicos son hombres solitarios que viven lejos de los otros nórdicos en valles apartados y cuevas de alta montaña. Es en sus casuchas húmedas y oscuras que los Chamanes tallan Runas de Hueso, forjan los anillos mágicos y comulgan con sus dioses. Cualquier nórdico que desee pedir la ayuda de un chamán debe viajar a través de un país traicionero, rechazando manadas de lobos y otras bestias salvajes. Algunos chamanes realizan más pruebas para demostrar el valor del suplicante, creando bestias horribles para cazarlos o afligiéndolos con la maldición del Ulfwerenar.
Si los nórdicos han sobrevivido a todas las pruebas, no hay la garantía de que el chamán le ayude. Incluso cuando un chamán ayuda, el grado de la ayuda varía según el capricho del momento. A veces darán consejos encerrados en complicadas profecías o acertijos, mientras que otras veces empacarán sus pocas pertenecías y partirán con los nórdicos para derrotar personalmente a sus enemigos, bendecir los cultivos o realizar alguna otra tarea.
Los Chamanes Nórdicos también crean pequeños elementos de poder, los Runas de Hueso y los Anillos de Rúnas más notables. Las Runas de Hueso están hechos de los huesos de los dedos de guerreros muertos, cubiertos con inscripciones rúnicas que otorgan al portador algo de poder, en cierta medida. Los Anillos de Runas solo se crean de forma ocasiona, ya que las condiciones para su forja son muy raras. Algunos deben fundirse con el aliento de un dragón, otros tallados mientras las dos lunas brillan por completo. Recibir uno de estos artículos es un singular honor, reservado solo para los más dignos de entre los nórdicos.
Los mismos chamanes son hombres harapientos y asquerosos, vestidos con pieles y cueros sin curar, llevan cinturones con fétidos fetiches colgados, cráneos de carnero, cuervos muertos y similares. Vestidos como están, cubiertos de espeluznantes símbolos de muerte, los chamanes son un espectáculo horrible en la batalla, y sus enemigos los temen y tienen miedo de ellos. Cuando un Chamán Nórdico pelea, tiene los ojos desorbitados, la boca llena de espuma y su grito de batalla es inquietante, un chillido ululante. Los chamanes inspiran a los nórdicos a su alrededor, recordándoles que Hel está mirando y que deberían dar sus vidas de la manera más honorable, por ello el chamán y los nórdicos que lo rodean están más nerviosos de lo normal, ignoran las heridas, atacan a sus enemigos y se niegan firmemente a huir.
Magia[]
Los Chamanes Nórdicos están en sintonía con el flujo natural de las energías en la naturaleza. Durante el reinado de la Reina Khan Miska de Kislev, los Magos de Hielo de Kislev se encontraron con Norsca, y muchos de ellos enseñaron sus hechizos y encantamientos a los chamanes más poderosos. Los chamanes nórdicos estudian magia de ámbar y hielo.