Trasfondo Antiguo
El trasfondo que puedes leer en esta sección o artículo posee cierta antigüedad, por lo que ha podido quedar obsoleto y/o ha dejado de ser canon en revisiones oficiales más recientes. |

Imagen Ilustrativa.
Aunque no son pieles verdes, los ogros suelen acompañar a orcos y goblins, y combaten junto a ellos cuando hay objetivos comunes que unan a estas razas. Aunque no tienen acceso al ¡Waaagh! que potencia a los chamanes de los pieles verdes, algunos ogros han dominado unas cuantas artes mágicas. Sólo los más inteligentes aspiran a experimentar con la magia, por lo que los chamanes ogros son muy escasos.
Descripción[]
La mayoría de los ogros desconfían mucho de la magia y lo más normal es que los ogros de a pie piensen que la magia tiene procedencia divina. Por ello, los ogros con cierta inclinación por la magia suelen convertirse en clérigos de su pueblo, adoptando el título de "chamán" en su tribu, donde por lo general actúan como asesores del jefe tribal o como comandantes de un puñado de mercenarios ogros.
Los eruditos dudan sobre si los chamanes ogros realmente obtienen su poder de sus dioses (lo que parece improbable conociendo a los dioses en cuestión) o del estudio, como hacen los practicantes mágicos humanos. Una teoría propugna que los ogros pudieron interesarse en la hechicería después de contactar con hechiceros humanos. Al principio capturaron y se comieron a esos hechiceros, con la esperanza de adquirir el poder del hechicero al ingerirlo. Finalmente, después de muchas comidas y ningún progreso, los ogros más inteligentes comenzaron a observar los rituales de los hechiceros antes de comérselos. Hay historias de ogros que capturaban hechiceros, los colocaban en jaulas y les azuzaban con palos, exigiéndoles que "hicieran hechizos". Aunque la mayoría de las víctimas escapaba, antes sus captores aprendían algunas de las técnicas. Independientemente de cómo lo hayan conseguido, algunos ogros se han convertido en poderosos chamanes, aunque son incapaces de manejar otra cosa que no sea magia vulgar y hechizos básicos de batalla.
Los chamanes ogro tienen costumbre de autoinfligirse cicatrices de manera ritual como marca de honor y voto de dedicación. En general, los ogros aprenden magia por sí mismos, movidos por alguna necesidad interior, aunque en algunas ocasiones un joven ogro se acercará a un chamán para pedirle que le enseñe. Aunque el iniciado sea aceptado y no sea azotado en el acto, la probabilidad de sobrevivir a la vida de mago es pequeña. La magia no atempera la brutalidad natural del ogro, y el impulso de acabar con la vida del iniciado por su estupidez a veces demasiado tentador.