Wiki La Biblioteca del Viejo Mundo
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Cecil de Vere Cholmondeley

Cecil de Vere Chomondely (pronunciado Chumley) con su vestir elegante y sus buenos modales, el hacerse pasar por noble es su especialidad. En la actualidad es el Duque de Wartsingham, que ha venido desde Albión a las montañas por razones de salud.

Descripción

Cecil ronda los 40 años, ojos grisáceos, un elegante bigote y un pequeño huevo en sus dientes delanteros.

Historia

Cecil el visitante de Albion, en realidad, es un completo charlatán que ha estado gorroneando durante casi un año en su viaje a Bretonia. Se topó con Gilles Papin en Grunére cuando estaba bajo de suerte y aparentando ser un noble, el duque de Wartsingham, Barón de Wartsand Hall, etc., impresionó a los mojigato Papin para que le dejara alojarse el tiempo que necesite. También ha conseguido que le presten 10 Coronas de Oro, asegurando que ya no pueden pasar mucho tiempo para que sus sirvientes lleguen desde Parravon con "tres a cuatro cofres llenos de oro y otros cosas imprescindibles".

En la actualidad, su salud depende de que no le encuentre el Duque de Parravon, quien recibió la visita del verdadero Duque de Wartsingham pocos minutos después de que Cecil escalara las murallas del palacio con una gran cantidad de plata ducal. Su petaca de bolsillo lleva el escudo de armas de Parravon. Si alguien lo detecta, Cecil explicará que es un regalo del Duque: "Un tipo estupendo que, además, es un amigo personal".

Los naturales de Albion son famosos por su visión excéntrica del viejomundano y de su completa falta de talento con los idiomas. Cecil no es una excepción y aunque se puede hacer entender en viejomundano, su acento de Albion y restos de su dialecto pueden hacer que escucharles sea bastante doloroso en ocasiones y, en ocasiones, puede resultar difícil entenderle. Cuando se topa con un incomprensivo "puñetero forastero" se dedica a repetir una y otra vez, todavía en cerrado albionita, pero de forma cada vez más lenta y en voz más alta. Cecil sabe que cada palabra está siendo entendida perfectamente por el oyente, pero todos los extranjeros son, por supuesto, perversos por naturaleza en estos asuntos. Se muestran estúpidos simplemente para fastidiar y, quien sabe, quizá tenga razón.

Objeto Mágico

  • Daga Mágica - Entre los objetos que Cecil sustrajo del palacio ducal de Parravon hay una daga con empuñadura de plata. Lo que su nuevo amo desconoce es que es un arma de perdición mágica, que es efectiva contra no muertos etéreos y inflige daño a esas criaturas.

Fuente

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