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Los Cazadores de Cabezas son una horda de Guerreros bien conocida en las leyendas del Viejo Mundo. Cuando el Caos atacó Bretonia, los Cazadores de Cabezas estaban allí; fue su comandante Akrim quién mató al Rey Luís el Valiente. Combatieron en la Gran Guerra Contra el Caos, y en las historias de Kislev aparecen mencionados muchas veces. Las carnicerías, masacres y degüellos son algo habitual para los Cazadores de Cabezas, los Paladines elegidos por Khorne.
Historia[]
Los Cazadores de Cabezas son una gran horda, de varios centenares de guerreros, y se enorgullecen de ser los guerreros más poderosos de la tierra. Khorne es su dios, un señor que no conoce la piedad ni la misericordia. Para gozar del favor a sus ojos, el montón de cráneos bajo su trono ha de crecer, y sólo hay un sistema para conseguirlo. Matar y volver a matar, sin cansarse jamás de la carnicería, ni abandonar nunca la batalla.
La sed de sangre de Khorne nunca quedará saciada. De hecho ha ido incrementándose con el paso del tiempo, de forma que su grito de furia reverbera en los oídos de los Cazadores de Cabezas, sin permitirles ni un instante de descanso. Océanos de sangre y montañas de cráneos, esto es lo que Khorne exige. Los Cazadores de Cabezas se mueven por los desiertos en un estado de constante furia enloquecida, buscando sin descanso sangre fresca que derramar y nuevas cabezas que cortar. Rabiosamente atacan a cualquiera o cualquier cosa con que se encuentren, mientras escudriñan ávidamente el horizonte con sus ojos inyectados en sangre en busca de más seres vivos que masacrar.
Con el paso de los años, los Cazadores de Cabezas han tenido una serie de líderes. Es difícil mantenerse en esta posición cuando todos los que te siguen están ansiosos de añadir tu cabeza a su cuenta. Su líder actual es el Señor Chammon, un gigantesco guerrero que no conoce la piedad, y cuya sed de sangre es infinita. No habla jamás, pero sus aullidos de furia recuerdan a los del propio Khorne. En batalla es un autómata de la muerte, un torbellino de furia que no descansará hasta que todos los enemigos de Khorne estén muertos, y considera que todos los seres vivos son enemigos de su amo. Hasta sus propios hombres hacen bien en rehuir su mirada cuando está enfurecido.
Los Cazadores de Cabezas llevan una Armadura del Caos totalmente de color negro, bronce o rojo sangre. Sus cascos recuerdan la capucha de los verdugos, y a veces están decorados con cuernos. De sus cinturones cuelgan los cráneos de sus enemigos, y sus Escudos llevan el símbolo del Montículo de Cráneos.
El arma preferida de los Cazadores de Cabezas es el hacha. O bien luchan con una en cada mano, o bien blanden una descomunal hacha a dos manos que manejan con una fuerza y habilidad temibles.
Los Cazadores de Cabezas siempre son seguidos por un gran número de Bárbaros de la Tribu del Mastín, ansiosos por unirse a las filas de los Cazadores de Cabezas. Temerariamente retan a los Guerreros del Caos del Dios de la Sangre, deseosos de ganarse un lugar entre sus filas. Es inútil decir que la mayor parte de estos intentos terminan con su propia sangre bañando la tierra. Y en el Reino del Caos, Khorne aúlla complacido, pues no le preocupa de quién sea la sangre vertida.