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Cazador de Brujas 4ª edición Rol

"Persigues por cualquier medio necesario a los brujos ilegales que constituyen una plaga para el Imperio."

Descripción de la Profesión

"Confiesa tus perversas acciones, y tal vez tu muerte será rápida."

Cazador de Brujas Anónimo

Los Cazadores de Brujas son individuos sombríos que por sus propias razones, han consagrados su vida a cazar y erradicar las fuerzas del Caos y No Muertas allí donde estén, ya sea al servicio del estado o de la iglesia de Sigmar. Prefieren buscar a sectarios del Caos, mutantes, Nigromantes, Vampiros y herejes ocultos en las ciudades del Imperio. Generalmente se les mira con miedo y desconfianza. No bastante, viajarán lo lejos que haga falta si creen que así podrán asestarle un golpe significativo a las fuerzas del mal.

Su definición del Caos es un tanto particular, y suele incluir cualquier persona o cosa que no les guste. Por lo que los cazadores de brujas suelen ser ceñudos y suspicaces y no tienen escrúpulos a la hora de matar inocentes (siempre y cuando también consigan matar a los culpables), por lo que su aparición tiende a suscitar el miedo en la gente.

Descripción[]

Cazador de Brujas 3ª edición Rol

"Aún tengo que encontrar a un brujo resistente al fuego."

Padre Linken Donatus, sacerdote de Sigmar, asesinado por un piromante descarriado

"Si no eres brujo, no tienes nada que temer."

Walter Keller, capitán cazador de brujas, la noche antes de la quema de Almshof

Para los ciudadanos del Imperio, las amenazas a sus vidas son externas: la depredaciones por parte de bandas de bandidos o asaltantes pieles verdes, o las maquinaciones de potencias extranjeras, por nombrar solo algunas. Si bien temen a la brujería, la mayoría de las personas en el Imperio están demasiado ocupadas luchando por sobrevivir como para mantener una vigilancia constante hacia las amenazas ocultas. De esta manera, muchos de los enemigos más peligrosos del Imperio, como cultistas del Caos y hechiceros poderosos, logran ocultarse.

Algunas personas adustas dedican sus vidas a cazar y erradicar todos los signos de brujería. A diferencia de los que combaten las incursiones del Caos, los Cazadores de Brujas prefieren operar dentro de la sociedad humana, extirpando al Caos antes de que eche raíces. Son solitarios por naturaleza, y no se fían de nadie; nadie está libre de sus sospechas, y cualquiera desviación de lo que ellos consideran normal pide que investiguen. Actuarán contra cualquiera en el que detecten (o crean detectar) indicios de mutación u otras tendencias Caóticas o Nigrománticas. Algunos Cazadores de Brujas extienden sus atenciones a los Pieles Verdes, persiguiendo sin piedad cualquier indicio de influencia orca, por ligera que sea.

Pocas personas hay tan temidas y respetadas como un cazador de brujas, y se les concede una flexibilidad extraordinaria para llevar a cabo su labor. Armados típicamente con espadas plateadas y un par de pistolas (porque el plomo es más difícil de dispersar que un hechizo) acechan por todos los rincones del Imperio, preparados para dispensar su juicio sobre cualquier brujo al que encuentran o sobre cualquiera que le da cobijo.

Aunque cada culto tiene sus propios cazadores de brujas, la mayoría de cazadores de brujas del Imperio están afiliados al Culto de Sigmar, siendo miembros de la Orden de los Templarios de Sigmar. Su orden es un brazo del Culto de Sigmar, bajo la jurisdicción tanto del Gran Teogonista como del Emperador. Si bien todos los cazadores de brujas son temibles guerreros, dispuestos a enfrentarse a sus enemigos cara a cara, algunos también son carismáticos alborotadores que incitan a los campesinos o habitantes a que se conviertan en turbas furiosas para ayudarlos a perseguir a su presa.

Cazador de Brujas Rol

Los cazadores de brujas seculares a veces trabajan a sueldo del gobierno provincial, aunque en este caso son poco más que cazarrecompensas especializados. Los Colegios de Magia también disponen de sus propios cazadores de brujas, llamados magisters vigilantes, que persiguen a los hechiceros rebeldes, a los nigromantes y a los demonólogos, porque creen que lo más sabio es poner a un brujo a perseguir a otro.

Un cazador de brujas es juez, jurado y verdugo, autorizado por el Emperador para enviar a los servidores del Caos y magos rebeldes a la hoguera. A pesar de su autoridad y dedicación a oponerse a los poderes del Caos, los cazadores de brujas están lejos de ser populares. La mayoría de la gente teme verlos, porque casi todo el mundo tiene algo que ocultar, y se sabe que muchos cazadores de brujas no tienen escrúpulos en sus investigaciones. Se sabe que los cazadores de brujas queman a inocentes junto con los culpables, solo para asegurarse de que la mancha del Caos que han descubierto sea destruida.

En algunos estados, los Cazadores de Brujas son tolerados y apoyados en su misión. Allí donde no lo son, operan en secreto, y se muestran todavía más suspicaces de lo normal, si eso es posible. Matarán personalmente a su presa si es necesario, pero prefieren azuzar la histeria de las masas. Les encantan los juicios públicos y los linchamientos, y animan a la gente a denunciar a sus vecinos, sus gobemantes e incluso a sus propios parientes.

La existencia de un cazador de brujas es una aventura constante, que a menudo recorre todo lo largo y ancho de las grandes provincias. Se le llama cuando emerge la sucia influencia de la magia no permitida, y se espera que la persiga hasta aniquilarla. Cuanto mayor sea la reputación de un cazador de brujas, más peligrosos serán los enemigos que se le asignen y mayores las aventuras que correrá.

Equipamiento[]

Un cazador de brujas suele llevar un arma de proyectiles que se puede disparar con una mano, como como una pistola de pólvora o una pistola ballesta. Posee una espada finamente elaborada y usa una armadura de cuero o una cota de malla. El uniforme no oficial de los cazadores de brujas es una capa larga y oscura y un sombrero cónico de punta plana con ala rígida. Un cazador de brujas también lleva la insignia oficial de su orden, el cometa de dos colas de Sigmar.

Imágenes[]

Fuentes[]

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