"Si puede mirá fijamente a unos osos enfadaos, é un cazador. Pue’s saberlo porque lleva un pa de ellos a su espalda como prueba"
- —Anónimo.
Los cazadores son los Ogros más enormes e independientes de su raza y son capaces de escalar el pico de una montaña siguiendo el rastro de un gran mamut herido o de un rinobuey gigante.
Descripción
Un Ogro se convierte en cazador bien porque temporalmente rompe los lazos que le unían a su tribu y quiere saciar sus ganas de vagar por el mundo, bien porque es exiliado a las montañas blancas por haber desairado de algún modo a sus compañeros. Aquellos que sobreviven un tiempo a este tipo de vida llegan a hacerse guerreros ferozmente independientes, y desarrollan una astucia especial para acechar y cazar bestias.
Privados de la protección de una tribu y de la compañía de sus congéneres, deben aprender a rastrear y matar presas, y a la vez mantenerse alerta para no acabar por convertirse ellos mismos en la presa de algún depredador. En cualquier caso, los lazos que le unían a su tribu no llegan a romperse del todo y un cazador que destaca en este estilo de vida solitario cazará un par de piezas impresionantes y las llevará a las cuevas de la tribu en festividades importantes.
Normalmente, suelen tener el cuerpo cubierto de gran número de cicatrices y tatuajes, y a fin de protegerse del frío extremo de las grandes alturas, los Cazadores se visten con capas y capas de pieles y cuero, y además, se adornan con los colmillos, garras y cráneos de las bestias de las cuevas que han cazado y devorado con una sola mano. Los cazadores también exhiben el cráneo de una gran bestia en su protegetripas como muestra de su habilidad ante los demás Ogros. También se les puede reconocer por su tendencia a cargar un verdadero arsenal de armas, trampas para cazar, y cuchillos para despellejar (cuando uno pasa sus días acechando a bestias carnívoras come-Ogros, es mejor ir preparado). Los Cazadores son increíblemente diestros en el uso de su equipo especial, como lo demuestra el hecho de que puedan disparar y matar a una presa en movimiento sin apenas dificultad. En combate, estos enormes y agresivos guerreros llevarán una ballesta gigante con la que cazar a su presa y una enorme lanza con la que atravesarla y prepararla para la cena.
Un Cazador debe aprender el mejor modo de acechar y cazar a cada bestia en particular, pues todas ellas son oponentes formidables a su manera, y las técnicas para despacharlas pueden ser muy variadas. Por ejemplo, le hará falta gran paciencia para reptar lentamente hasta una posición de emboscada cerca de la cueva de una Alimaña Rocosa, mientras que para lograr despistar a un grupo de Colmillos de Sable que le hayan olfateado deberá valerse de todo tipo de astutos engaños. Aprender cómo esquivar el gélido aliento de un Draco de Escarcha o cómo matar a un Dientes Martirio del primer lanzazo son lecciones que cualquier Cazador deberá aprender lo más rápido posible. El más mínimo error puede ser letal, y todos los Cazadores dan fe de ello, pues sus cuerpos están llenos de horrorosas cicatrices sufridas en múltiples combates contra los monstruosos habitantes de las montañas.
Es común que en honor al primer Ogro cazador, Jhared el Rojo, los Cazadores guarden uno o dos Colmillos de Sable para que les ayuden a olfatear mejor a su presa. Estos felinos, gigantescos y ágiles, tienen unos inmensos colmillos en sus mandíbulas inferiores que les sirven para desgarrar las tripas de una bestia de mayor tamaño que el suyo. Los que resultan imposibles de domesticar proporcionan un buen combate y una buena carne al cazador. Es bastante raro que un Ogro Cazador no lleve una cicatriz en su cuerpo producto de un encuentro con un Colmillos de Sable.
Aunque la mayoría de Cazadores ya no pertenezcan a ninguna tribu, periódicamente aparecerán en algún campamento Ogro arrastrando una presa enorme para celebrar con ella un festín. Hay Cazadores que visitan siempre la tribu que les vio nacer, mientras que otros prefieren vagar por todos los Reinos Ogros. En cualquier caso los cazadores tienden a ser muy populares entre los Ogros Toro de la tribu, no sólo por las enormes piezas que suelen traer para comer, sino porque saben cómo animar cualquier banquete con espectaculares historias sobre la vida en las cimas montañosas. Su profusión de cicatrices y su colección de cráneos y colmillos de diversas bestias también les ayudan a ganarse el respeto de cualquier tribu por la que pasan. Sin embargo, al poco de haber llegado a un campamento la naturaleza solitaria del Cazador volverá a apoderarse de él, y una vez más empacará sus cosas y partirá hacia los desolados picos montañosos.
Cazadores de Leyenda
Los Cazadores son figuras misteriosas que ocasionalmente aparecen en los campamentos Ogros portando bestias increíbles. Son personajes admirables para muchos Ogros, y las historias que circulan sobre ellos se han hecho tremendamente populares.
El más famoso de todos los cazadores es Jhared Pasoslargos, el "padre de la caza". Jhared fue expulsado de su tribu cuando no era más que un retoño, debido a la mata de pelo rojo que le cubría todo el cuerpo. Sin embargo, en vez de morir a la intemperie fue adoptado y criado por una manada de Colmillos de Sable, que desde entonces le acompañarían hasta el fin de sus días. Las hazañas de Jhared incluyeron aniquilar por completo a la tribu que le había expulsado, hacer que un rebaño entero de Mamuts de los Hielos se despeñara por los Acantilados de la Perdición, y ser el primero en capturar y montar una bestia Dientes Martirio. A día de hoy, muchos Cazadores siguen domando a sus propios Dientes de Sable, pero a diferencia de Jhared utilizan pesados garrotes para ello.
Crobat el Mediotonto fue un Cazador que mató a muchas bestias famosas, pero se le recuerda sobre todo porque, tras aniquilar a una partida de guerra Goblin, se quedó de recuerdo el Lanzapinchoz con el que los Goblins habían logrado herirle. Crobat aprendió a dispararlo apoyándolo en su cadera, y así nació el primer Lanzaarpones.
Miniatura
Fuentes
- Ejércitos Warhammer: Reinos Ogros (6ª Edición).
- Ejércitos Warhammer: Reinos Ogros (8ª Edición).