Wiki La Biblioteca del Viejo Mundo
Registrarse
Advertisement
Wiki La Biblioteca del Viejo Mundo
Imagen portada Muerte en el Reik - Castillo Wittgenstein por JG O'Donoghue

Las oscuras torres del Castillo Wittgenstein están erigidas sobre los imponentes acantilados que se elevan sobre el río Reik en este punto. El castillo parece cernirse amenazadoramente sobre el río, proyectando su tenebrosa sombra sobre las aguas que quedan a sus pies. Aunque no hay barcos que exijan el pago de peaje, todos los barcos evitan pasar cerca, ya que el castillo tiene una pésima reputación de lugar maligno en el que se realizan prácticas siniestras.

Más de una vez un barco ha encontrado en el río el cadáver de algún infortunado. Estos cuerpos llevan marcas producidas por una mano sádica; sus miembros están destrozados y les faltan diversos órganos. La edad de las víctimas no parece afectar a las crueldades que les son infligidas: los niños pequeños han sido mutilados con el mismo salvajismo que los adultos. No está claro quién es el responsable, pero en el río se aconseja "Aléjate de Wittgenstein".

Descripción[]

El Castillo Wittgenstein está edificado sobre dos farallones contiguos de 70 metros de alto que dominan el río Reik. A la parte izquierda, en su conjunto, se la denomina "Recinto Interior" mientras que a la de la derecha se la llama "Recinto Exterior". La pequeña torre que hay entre las dos mitades es la llamada "Torre de Guardia".

Imagen portada Muerte en el Reik - Castillo Wittgenstein por Ian Miller

En el recinto exterior básicamente se encuentran los Guardias del castillo y en el vive una serie de mendigos mutantes. El muro sur de esta parte del castillo incorpora la barbacana principal, desde la que un camino conduce a la aldea. La torre de vigilancia esta protegida por una barbacana exterior en el muro norte del recinto exterior.

El recinto interior está protegida además por una tercera barbacana en el muro sur. Esta parte del castillo alberga a la familia von Wittgenstein y esta casi vacía de guardias, ya que la dama Margritte cuenta con sus propios métodos para encargarse de cualquier intruso que tenga la desgracia de llegar hasta allí. Casi todos los muros del recinto interior sobresalen por encima del farallón; el resto esta a plena vista de una o mas ventanas, lo que hace casi imposible que los forajidos entren escalando con cuerdas.

Debajo del recinto interior se encuentran las mazmorras, y estas están conectadas, por medio de una empinada escalera de caracol, con la puerta fluvial y el rio. Sin que la familia lo sepa, también hay un tunel lleno de agua que conduce desde detrás de la puerta fluvial a las cavernas que hay bajo el recinto exterior. Estas cavernas también conectan con una escalera secreta que lleva a una de las dependencias en ruinas del recinto exterior.

Disposición[]

Bajo el Castillo[]

1 - La Entrada Oscura[]

Cueva - Entrada Oscura por Martin McKenna

La cueva que lleva al castillo se encuentra en lo más profundo del bosque. Su angosta boca está oculta con matojos. El área que rodea la entrada parece tranquila, pero hay marcas similares a ventosas en el suelo. La cueva es húmeda y oscura, y desciende hacia el interior del suelo que conduce a una red de túneles que pasan por debajo del recinto exterior. También hay un túnel subacuático que conecta con el interior de la puerta del agua y una escalinata estrecha y enrevesada que lleva hasta una letrina en ruinas del recinto exterior.

En este laberinto sinuoso de túneles habita Brutagh, un mutante humano enloquecido por los efectos de la piedra bruja.

2 - Esqueleto[]

A la vuelta de la esquina se encuentran los restos de un esqueleto humano cuyos huesos están quebrados para succionarles el tuétano.

3 - Gusanos Látigo[]

En algunos agujeros de las paredes de esta intersección viven dos gusanos látigo que atacan en cuanto alguien entra en el centro de la cámara. Sus látigos con dientes aserrados surgen de las paredes, desgarrando a cualquier víctima que alcancen. Una vez alimentados, los gusanos látigo no volverán a atacar hasta que hayan pasado al menos cuatro horas, tiempo que emplean en digerir su comida.

4 - Ratas Gigantes[]

La piedra de disformidad del castillo ha afectado a las ratas que habitan en las cavernas. Han crecido hasta alcanzar un tamaño de dos metros y tienen un débil brillo verdusco en el cuerpo.

5 - Setas[]

Setas y Hongos por Martin McKenna

Estas cavernas están repletas de colonias de crecimientos fúngicos brillantes de todas las formas y tamaños. Las setas son inofensivas a menos que se ingieran.

6 - Murciélagos[]

Esta caverna es la guarida de media docena de murciélagos gigantes, que se lanzan en picado para atacar a cualquiera que entra ahí. Estas criaturas han entrado en contacto con el polvo de piedra bruja, por lo que han crecido hasta alcanzar una envergadura de 3 a 3 metros y medio. Son depredadores agresivos, y atacaran a cualquier cosa de tamaño humano o mas pequeño, eructando humos nocivos mezclados con dicho polvo.

7 - Arroyo Subterráneo[]

En este punto el pasadizo se interrumpe con las gélidas aguas de un arroyo que discurre bajo tierra. El arroyo tiene dos metros de ancho y metro y medio de profundidad. El agua está fría pero no es peligrosa, y el arroyo puede vadearse o atravesarse nadando o saltando. El arroyo fluye de norte a sur y hay un hueco de unos 30 cm entre la superficie del agua y el techo del túnel en el extremo sur. En el extremo norte, el hueco es unicamente de unos pocos centímetros. El arroyo desemboca en el estanque de la puerta fluvial.

8 - Puerta Fluvial[]

Este acceso se encuentra bajo el recinto interior del castillo. Una escalera de caracol lleva a los calabozos del castillo. La puerta que lleva al rio está sellada con un pesado rastrillo de hierro que llega hasta el fondo de la dársena. Sin que los habitantes del castillo lo sepan, hay una tercera vía de acceso a esta zona: a través del arroyo subterráneo de la red de cavernas.

En todo momento hay tres guardias de servicio, pero no están muy atentos. Habitualmente estarán jugando a las cartas, a no ser que hubiera alcohol en algún barco que hayan requisado.

9 - Sala de Guardia[]

Esta habitación, excavada en la cueva natural que alberga la puerta fluvial, contiene únicamente una tosca mesa, cuatro sillas y unas cuantas literas.

10 y 11 - Escaleras[]

Cada una de estas largas y tortuosas escaleras de caracol asciende más de 65 metros. La de la puerta fluvial lleva hasta las mazmorras que hay bajo el recinto interior. La que viene de la red de túneles termina en una habitación de casi dos metros sin nada distintivo a primera vista. Sin embargo, la parte central de la habitación es una puerta secreta cuidadosamente equilibrada cuyo contorno es casi invisible. Al presionar ligeramente en el centro de alguno de sus bordes, la trampilla gira sobre su eje, permitiendo el acceso al cobertizo en ruinas del recinto exterior.

Recinto Exterior[]

Los muros del castillo se elevan a 15 metros sobre el suelo y están hechos de resistente piedra de cantera. La parte superior está almenada y cubierta por tejados de madera para mantener secos los pasillos.

Los barqueros del Reik sienten escalofríos cuando pasan cerca de la tenebrosa sombra del siniestro castillo, pero sólo los que se atreven a acercarse un poco más pueden obtener una mayor perspectiva (aunque incompleta) de los horrores que acechan en su interior. Desde el camino ascendiente que serpentea por el escarpado acantilado hasta llegar a las puertas forjadas del castillo se pueden ver seis jaulas de hierro, suspendidas de los muros de la barbacana principal. Desde una de ellas un brazo demacrado gesticula febrilmente y una voz sibilante, apenas audible con el chirriar de las oxidadas cadenas, pide clemencia. Las cinco restantes contienen un esqueleto o un cadáver en descomposición,

1 – Defensas de las Puertas[]

Entrada del Castillo Wittgenstein por Martin McKenna

Frente a los portones del castillo se levanta una torre, conectada con la estructura principal de la fortaleza por medio de un tramo de muralla con un pasadizo a la altura del primer piso. Los guardias que están apostados en esta posición pueden disparar a la espalda de cualquiera que trate de aproximarse a las puertas, lo que convierte la zona de las puertas en una trampa mortal y en el escenario ideal para una masacre. Su posición también imposibilita el uso de un ariete de asalto contra las puertas, y les pone a salvo del fuego de artillería.

La torre esta desocupada, pero –en caso de un asalto a las puertas– dos guardias corren desde la barbacana para tomar posiciones, uno a la muralla y el otro a la torre. Desde aquí disparan a los atacantes y rechazan cualquier intento de escalar el muro. Si encuentran mucha oposición, se retiran a la la barbacana principal. Los guardias tienen ordenes estrictas de no permitir que nadie entre en el castillo.

2,3 y 4 - Barbacanas Principal, Interior y Exterior[]

Las tres barbacanas tienen básicamente la misma disposición; cada una tiene dos pisos, y se componen de dos torres unidas por una edificación situada sobre la puerta. Las puertas de madera están cubiertas con placas de hierro, sujetas mediante enormes remaches enormes de hierro negro. Suelen estar atrancadas por dentro con un sólido travesaño de madera. Tras las puertas exteriores hay un corto pasillo que lleva a otras puertas interiores. En tiempos de paz las puertas interiores se suelen mantener abiertas, pero se cerrarán a la primera señal de ataque.

En el techo del pasadizo hay varias aspilleras por las cuales los defensores pueden dejar caer agua hirviendo, plomo fundido y demás ‘regalos’ sobre los atacantes. A mitad de camino entre los dos conjuntos de puertas hay un rastrillo de metal, que se cierra cuando se produce un ataque contra las puertas interiores, atrapando a los atacantes contra ellas.

La barbacana principal y la exterior están protegidas con cinco guardias cada una. Durante el día, también hay bastantes posibilidades de que un sargento también se encuentre en cada una. La barbacana interior suele estar vacía, aunque los guardias de la torre de vigilancia central se replegaran aquí en caso de un ataque decidido.

Los guardias de la barbacana principal solo abrirán las puertas exteriores si sus superiores se lo ordena. A la mayoría de visitantes inesperados se les pedirán que se marchen, o si se trata de aldeanos o mendigos, serán usados para practicar el tiro al blanco. A los visitantes de aspecto importante los guardias les pedirán que esperen mientras se lo comunican al teniente Doppler.

Las barbacanas interior y exterior suelen estar abiertas, pero solo los miembros de la familia y los guardias de servicio en la torre de vigilancia central tienen permiso para cruzar el puente.

  • Salas a y b: Estas habitaciones raramente se utilizan y están cubiertas por una gruesa capa de polvo. En caso de un ataque, en cada habitación estará destacado un guardia con ballesta para disparar a cualquiera que se aproxime a las puertas. En cada cuarto hay una escala que da a una trampilla que hay en el techo y que se puede cerrar con cerrojo desde arriba.
  • Sala c: Esta habitación se usa poco en la actualidad, pero en varios estantes en sus paredes hay 4 ballestas y 230 virotes. La puerta que da al patio está cerrada con llave.
  • Sala d: Aquí siempre hay un guardia de servicio (únicamente en las casas de guardia principal y exterior), sentado tras el escritorio junto a la puerta. Su trabajo consiste en impedir que entren en la barbacana visitantes no autorizados. A menos que se haya dado la alarma, no suelen llevar puesto el casco, lo que deja a la vista todo el horror de su rostro putrefacto
  • Sala e: Los guardias de servicio utilizan esta habitación como sala de descanso. Aunque se supone que los cuatro guardias que estén en la sala deben vigilar a cualquiera que se acerque al castillo, estarán jugando a los dados.
  • Sala f: El rastrillo se maneja desde esta habitación. Actualmente está levantado, y cuelga de sus poleas por encima de una ranura que hay en el suelo, sujeto en un marco sólido de madera. En medio del suelo hay agujeros defensivos, de 15 cm de diámetro, y en las paredes este y oeste hay 54 lanzas en estantes. Las lanzas son cortas, de punta dura, y están diseñadas para lanzarse a través de los agujeros. En la sala también hay dos grandes calderos de hierro, uno lleno de agua y el otro con un engrudo de plomo. Ambos están encima de fogatas apagadas, sobre estructuras de hierro con ruedas diseñadas para poder transportarse hasta los agujeros y después verter su contenido. La parte del suelo que rodea a los agujeros tiene un forma muy cóncava, para asegurar que el agua caliente o el plomo discurra por ellos como se pretende. En el extremo norte de la sala hay dos camastros de madera que utilizan los guardias que están de servicio aquí.
  • Sala g: Esta habitación está cerrada con llave, y la gruesa capa de polvo que cubre el suelo atestigua que no se ha usado desde hace tiempo. En un soporte de la pared hay 6 ballestas y 164 virotes, pero por lo demás la sala esta vacía.

Patio[]

Patio del Castillo Wittgenstein por Martin McKenna

El recinto exterior está repleto de escombros y maleza; la única área limpia es una senda que baja de las puertas hasta el pie de la escalinata, y desde allí a las cocheras. Muchos de los edificios del patio se han derrumbado por el abandono, pero los muros exteriores están bien mantenidos.

A los guardias y mendigos que habitan esta parte del castillo no les importa el estado en que se encuentra. En consecuencia, toda la zona esta sucia, con musgo y moho creciendo en casi todas las superficies y un hedor a putrefacción que llena el aire.

5 - Las Ruinas[]

Estas estructuras (etiquetadas como 5a, 5b y 5c en el mapa) fueron en tiempos los almacenes y cobertizos del castillo. Ahora son poco más que montones de mampostería en ruinas. La escalera que viene de la red de túneles que hay bajo el recinto exterior lleva , a través de una trampilla bien escondida, hasta el edificio en ruinas marcado con la "5a".

En las ruinas viven un total de dieciocho mendigos, que construyen refugios improvisados a partir de los escombros y que sobreviven de los desperdicios de los guardias. A diferencia de los mendigos del pueblo, estas criaturas no tratan de ocultar sus mutaciones, y en sus monstruosos cuerpos pueden verse múltiples miembros y extrañas protuberancias. Los mendigos eran en origen aldeanos angustiados que llegaron al castillo después de la tormenta de disformidad con la esperanza de obtener refugio y socorro.

Se les permitió entrar en el castillo y se les dejo deambular por el recinto exterior, siendo tolerados pero en gran medida ignorados por el resto de los habitantes del castillo. Muchos fueron capturados para los experimentos de la dama Margritte, pero hace poco que ha dejado de usarlos, y ahora prefiere capturar sus especímenes entre aquellos aldeanos que siguen llevando la apariencia de una vida normal.

Los mendigos restantes están tan desmoralizados y tan próximos a la muerte que pasan todo el día acostados en medio de la basura. Si los atacan, se apartaran del camino cojeando como pueden, pero no se defienden. Si se les pregunta, responderán con seriedad en un completo galimatías y sera imposible entenderles. Sin embargo, si se menciona el recinto interior o a la dama Margritte, los pordioseros se animaran. Una mirada extasiada aparece en sus ojos y murmuran sobre ‘la casa de la Dama de la Salvacion’ y los placeres que esperan a quien tenga la suerte de ser elegido para cruzar el puente.

Los mendigos creen que todo es maravilloso en el recinto interior y que aquellos que cruzan el puente dejarán atrás sus aflicciones y llevaran una vida cómoda y dichosa con lady Margritte. La verdad es mucho mas desagradable, y todos los mendigos que han recorrido ese trayecto se han encontrado con un final bastante más terrible.

Una criatura lastimera, con tres ojos y sin nariz, vaga erráticamente agarrando una patata verde a medio devorar contra el pecho. Se la tiró la Dama Margritte hace unas semanas, y él se ha venido engañando desde entonces, considerándola un regalo, y ahora la atesora como si fuera una muestra del amor de la mujer. Cree que algún día ella le declarara su amor abiertamente y que vivirán juntos en el esplendor del recinto interior. Cualquier intento de quitarle la patata le produce un ataque de gritos, y preferirá arrojarse desde la muralla del castillo antes que desprenderse de este tesoro de su amor.

6 - Caballerizas[]

Aquí se guardan los cinco caballos de monta del castillo. Son atendidos por Hans Shumacher, que vive en las habitaciones del piso superior. El caballerizo reluce un resplandor verde malsano y sus brazos le llegan hasta las rodillas. Hans atacara a cualquier extraño que se acerque a sus caballos, y tiene una horqueta junto a la puerta que utilizara a la menor provocación.

Las habitaciones de arriba están bien mantenidas, aunque tienen poco mobiliario. Hans duerme en el suelo, sobre un viejo colchón de crin de caballo infestado de pulgas.

7 - Cuadras[]

Aquí guardan a los cuatro caballos negros de tiro y un puñado de monturas mas, que cuidan el cochero Otto, y el lacayo Adolf. Otto y Adolf viven en las habitaciones que hay sobre las cuadras. Estas habitaciones están bien amuebladas y contienen, entre otras cosas, uniformes de reserva. Otto tiene tres brazos (igual que todos sus uniformes), mientras que los pies de Adolf apuntan hacia atrás, lo que hace que que camine arrastrándolos mucho.

Estos individuos solo luchan en defensa propia. Si lo atacan, Otto abrirá de inmediato las puertas del establo y liberara a varios caballos del castillo para que arrollen a la amenaza. Varias bestias sufren alguna que otra mutación, y al menos una defenderá a Otto o a Adolf de cualquier persona que los ataque.

8 - Cocheras[]

Aquí se encuentra el carruaje de la familia von Wittgenstein. Es de color negro con ribetes plateados y lleva el escudo de armas de la familia en las puertas. En las paredes están colgados los arneses de los caballos de tiro.

9 - Herrería[]

Salta a la vista que esta forja no se utiliza desde hace algún tiempo, ya que todo esta cubierto de polvo y telarañas. Todas las herramientas del herrero siguen aquí, pero todo está polvoriento, oxidado y en mal estado. La fragua se encuentra llena de ceniza y los únicos signos de vida son un par de ratas, una de ellas con dos cabezas, que están rebuscando en un montón de escombros de un rincón. Si son molestadas, las ratas se escabullirán por un pequeño agujero que hay en la pared, detrás del montón de basura. El cuartucho que hay al oeste contiene una pila de carbón vegetal que se utilizaba para alimentar la fragua.

El Torreón[]

El torreón alberga a la gran mayoría de los guardias, además del teniente Doppler y el sargentro Kratz. Este edificio se usa como última línea de defensa, y los guardias se retirarán a este edificio y atrancarán la puerta si son superados por algún atacante.

El torreón no cuenta con demasiado mobiliario, y como nadie se preocupa de limpiarlo, tiene capas de polvo y mugre por todas partes y telarañas colgando en las esquinas de todas las habitaciones. La planta baja es muy húmeda, y cae agua por las paredes cubiertas de moho.

Primera Planta[]

10 - Sala de Guardia[]

A menos que se haya dado la alarma, esta habitación estará vacía; ya que se utiliza únicamente como lugar de paso. En la pared este cuelga un tapiz desgastado y podrido con el blasón de armas de los von Wittgenstein. Si se ha dado la alarma, la puerta estará atrancada y habrá al menos un guardia aquí, armado con ballesta.

11 - Salón[]

Una gran mesa de roble domina el centro de esta habitación. Alrededor de ella hay ocho sillas de respaldo alto. Sobre la chimenea hay colgada una espada, pero está herrumbrosa y desafilada, y la vaina está cubierta de polvo. En su interior hay seis guardias, descansando y jugando a las cartas.

12 - Escaleras[]

Ambas escaleras (las que suben y las que bajan) despiden un desagradable olor. La que va hacia arriba huele a cadáveres putrefactos, como si hubiera varios animales muertos esparcidos por la parte de arriba. La escalera que baja tiene un fuerte olor a humedad y moho.

13 - Sala Común y Retrete[]

Esta dependencia la utilizan los guardias para descansar. El tubo de desagüe de la letrina que hay en un rincón va a dar al espacio que hay entre la barbacana exterior y el torreón.

Planta Baja[]

La planta baja está muy húmeda, y el agua empapa sus mohosas paredes.

14 - Pozo[]

De este pozo situado en una esquina de la habitación se extrae el agua para el torreón. Junto al pozo hay cuatro cubos de cuero mohosos atados con cuerdas.

15 - Almacén[]

Aquí se guardan fardos de madera húmeda.

16 - Armería[]

Esta habitación contiene estantes llenos de armas, armaduras y escudos. En total hay 16 ballestas y 500 virotes. También hay 12 conjuntos de cotas de malla largas con mangas, 9 escudos, 34 espadas y 14 hachas.

17 - Cocinas[]

En esta habitación llena de humo se prepara la comida de los guardias. Junto al fuego humeante hay colgados varios utensilios de cocina. Aquí trabajan, se alimentan y duermen tres sirvientes: Helga, Hans y Fritz. Todos están cubiertos de hollín y grasa y están pálidos por la carencia de luz solar. Los sirvientes están afectados por la piedra de disformidad; todos tienen cuerpos deformados, con dedos largos y desgarbados. No están contentos con su suerte e intentarán huir si alguien les ayuda.

Si alguien intenta abrir la puerta de la lacena, los criados advertirán de que no lo haga, gritando que no las dejen salir. Si se les pregunta que hay, los criados empezaran a farfullar cosas sobre unas ratas verdes, grandes y con dientes largos con los que muerden. Los sirvientes acostumbran a usar antorchas encendidas para mantener a esas amilanas a raya.

En un rincón de la habitación hay un mendigo con grilletes en manos y pies y una cadena prieta alrededor del cuello. Esta cadena está unida a un trozo de cable que sale a través de un agujero en el techo hasta una cuerda que hay en la habitación de Doppler. Es la forma que tiene Doppler de avisar a los cocineros, pero en lugar de una campana, tirando de la cadena para medio estrangular al mendigo hasta que gorgotee en voz alta.

18 - Alacena[]

Esta habitación contiene los suministros del torreón. Está infestada por una plaga de ratas verdes que salen en tropel en cuanto alguien que no tenga una antorcha abra la puerta. Las ratas atacan primero a quien abre la puerta y luego entran en la cocina y muerden a cualquiera que encuentren en su camino.

La habitación contiene barriles de comida y cerveza. Parte del contenido se ha echado a perder gracias a las ratas, pero la mayoría de barriles están todavía cerrados e intactos. En las paredes hay numerosos agujeros empleados por las ratas para entrar a la habitación.

Segunda Planta[]

Esta planta contiene las alcobas de los guardias, del sargento Kratz y del teniente Doppler.

19 - Barracones[]
Guardias de Wittgenstein por Martin McKenna

El mal olor que se percibe por primera vez al final de las escaleras es casi insoportable en esta sala. Contra las paredes hay 16 camas cubiertas con andrajosas sábanas marrones. A los pies de cada cama hay un pequeño arcón de madera, y una espada cuelga de la pared, encima de cada cama ocupada. En cualquier momento hay cuatro guardias durmiendo aquí, con las armaduras y armas colgadas junto a las camas.

El hedor pestilente, que es similar a la carne podrida, no sólo emana de los mutados guardias, sino también de las camas y sábanas, que están manchadas del pus que secretan los cuerpos de los guardias. Aunque el mal olor es muy desagradable, no es innaguantable a menos que alguien tire de las sábanas de las camas. Los arcones no están cerrados con llave, y guardan diversos objetos personales de los guardias, que son poco valor o interés, además de su dinero.

20 - Habitación del Sargento Kratz[]

La habitación del sargento está sucia y descuidada, y huele incluso peor que los barracones de la puerta contigua. En la pared oeste cuelga la cabeza disecada de un hombre bestia con aspecto de carnero. Oculto dentro de su boca hay una poción curativa.

Junto a la cama hay una pequeña mesa con una jarra de vino agrio, una copa de plata y un gran libro encuadernado en cuero. El libro contiene innumerables imágenes de armas de asta y extensísimas descripciones de las diferencias entre ellas.

21 - Sala de Reuniones[]

El teniente Doppler usa esta habitación para reunirse con los sargentos Kratz, Anderer y Klinger. Contrastando con el resto del torreón, esta habitación es casi agradable. De las paredes cuelgan bellos y coloridos tapices y la alfombra está inmaculada y cuenta con vivos colores, lo cual es notable.

La mesa que hay en el centro de la habitación está pulida y carece de marcas; los sirvientes odian limpiarla, pero es mejor eso que enfrentarse a la ira de Doppler. Las sillas están cómodamente acolchadas y las librerías contienen una selección de libros acerca de la historia del Imperio y sus religiones. Resumiendo, parece la habitación de una persona educada y culta.

Sin embargo, las apariencias engañan. Cualquiera que mire a la alcoba que hay tras la cortina no se hará ninguna ilusión acerca de la personalidad de Doppler. Colgado de una jaula de hierro hay un hombre de mediana edad (el marido de Sigrid) al que han arrancado la lengua. Ha sido salvajemente torturado por Doppler, y sus brazos están rotos. La jaula esta cerrada y Doppler lleva la llave encima en todo momento.

22 - Habitación del Teniente Doppler[]

La habitación está decorada suntuosamente y la cama está cubierta de pieles de oso. Colgando sobre la cabecera de la cama hay un tirador que conecta al dogal que rodea el cuello del mendigo de la cocina. Cuando se tira del cordel, el mendigo se ahoga y los sirvientes acuden a atender al teniente. Apoyado en la pared oeste hay un cofre cerrado con llave que contiene la mejor ropa de Doppler: tres pares de calzones de cuero, tres camisas de seda y ropa interior de cuero variada. Debajo de ellos hay una bolsa que contiene un collar de plata y un anillo con un rubí.

Torre del Capitán[]

Esta torre alberga a los esqueletos animados del antiguo capitán de la guardia, Georg Hegel, y de seis guerreros. El capitán murió hace unos meses y la dama Margritte lo reanimó.

23 - Cámara de Guardia[]

Cuando alguien abren la puerta, tres esqueletos vestidos con cotas de malla rotas se ponen en pie. Atacarán a todo el que no vaya vestido como un guardia o como Lady Margritte

24 - Vestíbulo[]

De las paredes penden tapices podridos, una gruesa capa de polvo cubre todas las superficies, y en los rincones de la habitación y en las esquinas de todos los muebles hay espesas telarañas. En una mesa que hay apoyada en la pared todavía pueden verse los restos enmohecidos de una comida. Esta fue la última comida del capitán Hegel antes de su fallecimiento, y nadie se ha molestado en limpiar la mesa. Hay un rastro de huellas que van desde la cámara de entrada hasta la escalera.

25 - Pozo[]

Hay dos cubos de cuero podridos junto al pozo, cuyas paredes están cubiertas de una gruesa capa de brillante mugre verde. Si se coloca una fuente de luz sobre el pozo, se podrá ver mas verdín flotando por la superficie del agua. El movimiento lo causan los remolinos en el agua, y el verdín es completamente natural, pero su movimiento quizás inquiete un poco.

26 - Barracones[]

La habitación contiene tres literas con colchones mohosos. Los guardias de Hegel dormían en esta habitación antes de su muerte prematura y posterior reanimación. Sigue habiendo tres esqueletos, que atacarán a todo el que entre en la habitación que no sea un guardia o la dama Margritte.

27 - Habitación del Capitán[]

Habitación del Capitán Georg Hegel por Martin McKenna

La puerta de esta habitación chirría mucho al abrirse, lo que alerta a los ocupantes de la presencia de intrusos. En su interior, el capitán Georg Hegel se sienta en una silla de madera cubierto por un amasijo de telarañas. Su forma apenas se distingue: es una silueta vaga y gris en medio de las brillantes telarañas. Si alguien entra preguntará con una voz ronca y gutural: ‘¿Quien se atreve a entrar en mis aposentos sin avisar?’.

El capitán Hegel espera una respuesta antes de exigir a los intrusos que se vayan. Si estos se niegan o se disponen a atacar, se pone de pie levantando una nube polvo, que le oculta completamente durante unos momentos. A medida que Hegel se acerca, se podrá ver aparecer sus rasgos de muerto con claridad.

En una mesa junto a la silla del capitán hay una copa de plata cubierta de polvo y decantador de plata mohoso que en su día se llenó con vino de calidad. El resto de los muebles son una cama llena de moho y un baúl de ropa enmohecida.

Torre de Vigilancia[]

Esta torre central, que está situada en un pináculo aislado entre los patios interior y exterior, guarda el puente que comunica las dos partes del castillo. Aquí se encuentran destacados en todo momento cinco guardias que no permitirán que nadie entre en el recinto interior, aunque no tratarán de detener a nadie que vaya en sentido contrario.

28 - Planta Baja: Puente[]

El puente que hay entre los dos patios pasa a través de una gran arcada que hay en este nivel. Las dos habitaciones que hay a cada lado suelen estar desocupadas, pero habrá un guardia con ballesta en cada una si se da la alarma. Ambas salas están vacías, aparte de unos cuantos sacos y barriles de comida, cerveza, aceite, etc.

29 - Primera Planta: Sala de Cabrestantes[]

Esta habitación contiene los cabrestantes para subir y bajar los puentes levadizos del norte y del sur. Sin embargo, los tornos llevan sin usarse mucho tiempo, y son tan viejos y están tan oxidados que se necesitan cuatro guardias para manejarlos. La sala también esta equipada con aspilleras para lanzar proyectiles a los que pasan por debajo. Si se da la alarma, tres de los cinco guardias de la torre tomaran posiciones defensivas en esta habitación.

30 - Segunda Planta: Armería[]

Esta habitación contiene varios jergones para los guardias destacados en este puesto. A menos que se de la alarma, los guardias estarán aquí, durmiendo, jugando a las cartas, echando un pulso, etc. Los soportes de las paredes norte y sur sostienen 10 ballestas, 50 lanzas pesadas (para dejarlas caer por las aspilleras de la sala anterior), 300 virotes de ballesta, 10 escudos, 10 cotas de malla largas con mangas, 10 cofias de malla, 10 yelmos completos y 10 espadas.

Recinto Interior[]

Este recinto alberga las estancias en las que vive la familia von Wittgenstein y sus sirvientes. No hay guardias en esta parte del castillo, e incluso la barbacana esta sin vigilar, a menos que se ordene a los guardias de la torre de vigilancia central que vayan allí. Los von Wittgenstein creen que ningún intruso es capaz de adentrarse tanto en el castillo.

Cuando alguien se adentran en el recinto interior, sus ojos se ven atraídos por el gran numero de pájaros negros de aspecto maligno que revolotean en círculos sobre su cabeza y lo observan desde los tejados. Los ojos de estos animales parecen brillar con inteligencia y siguen con detalles los movimientos de quienes pasen por aquí, e incluso saltando por las murallas para mantenerlos a la vista. Estos pájaros no son más que cuervos algo mutados, pero inofensivos, que se interesan de modo activo por todo lo que ocurre, pero no son inteligentes de verdad.

31 - Aviario[]

Hombres Pájaro - Aviario por Erin H

Las mayoría de las paredes de este edificio, que originalmente fue construido como un solárium, están hechas principalmente de cristal, aparte del lado que da a la muralla del castillo. Los paneles se han vuelto verdes y muy opacos con el paso de los años, y ahora es casi imposible mirar a través suyo. La cal se esta desprendiendo y la cúpula esta muy resquebrajada. A través de los paneles mugrientos, apenas es posible distinguir las imponentes hojas de unos helechos muy altos y otras plantas.

El edificio ahora sirve para alojar a unas dos docenas de híbridos entre humanos y pájaros, las víctimas más afortunadas de los locos experimentos de la dama Margritte. Son estas criaturas las que cantan de manera dulce y discordante entre la gran colección de flora exótica. Desde lo alto del techo abovedado estas criaturas, que una vez fueron humanas, contemplan a quienes entran con ojos hambrientos. Las criaturas cuentan con patas y alas de aves, pero sus cabezas y cuerpos (aunque tienen picos y plumas) son inconfundiblemente humanos. No están acostumbrados a la violencia y sólo gorjearán pidiendo comida.

Los Hombres Pájaro saltan excitados en sus perchas cuando alguien entra, esperando ser alimentado. En cuanto se dan cuenta que no tienen comida para ellos, se enfadaran y su canto se convertirá en una serie de trinos y graznidos discordantes. Los mas audaces de ellos incluso se atreverán a picotear al intruso aunque se les puede ahuyentar agitando un arma o una mano abierta.

Si alguien trata de comunicarse con los Hombres Pájaro, sólo recibirá por respuesta más graznidos pidiendo comida. En la esquina sudoeste hay un armario cerrado con llave que contiene saco de alimentos para pájaros y una gran pala para servirlos.

32 - Huerto[]

Este rincón del patio se tapió hace muchos años para delimitar un terreno en el que criar hierbas y verduras. En la actualidad los muros de 2,5 m de alto están recubiertos de extraños zarcillos verdes y, en el extremo de cada uno, una especie de mano vegetal extendida se agarra al muro con brotes similares a ventosas. Las plantas transmiten la impresión de ser una especie de entidad maligna que trata de salir fuera del jardín. Estas plantas dan la impresión de que algún ser maligno intenta salir trepando.

Si alguien se acerca, el portón cerrado se abrirá por si solo, revelando la vegetación retorcida y repulsiva que hay detrás. La vegetación del interior en tiempos servía para mantener bien provista la cocina de todo tipo de hortalizas y verduras. Ahora, en vez de proporcionar alimento a la gente, lo más probable es que se alimenten con la gente.

Aquí hay varias clases de plantas mutantes aquí. Algunas son inofensivas, pero otras están guiadas por una extraña y malévola inteligencia. Las plantas inofensivas parecen tomates, alcachofas o calabacines hinchados y descoloridos. Enmarañadas con estas plantas hay parras de color verde enfermizo como de una vid, que tratarán de atrapar a cualquiera y llevarlo al centro del jardín, donde un enorme y hambriento estómago espera a devorar a sus víctimas.

En la esquina nordeste del jardín hay un cobertizo de madera en ruinas, cubierto por completo de parras. Dentro hay diversos útiles de jardinería (azadas, palas, horcas), una carretilla y unas cuantas macetas de barro por el suelo.

33 – Fosa Común[]

La Cosa del Foso por Clara-Marie Morin

En el medio del patio se ha excavado un foso de 7 metros de profundidad, y de 10x15 metros. En los bordes del foso hay hileras de puntas dobladas hacia abajo, que hacen imposible salir de allí trepando, mientras que a un metro del fondo se ha puesto techo con una capa de vigas entrecruzadas en la que hay una puerta de jaula.

Hasta hace unos cincuenta años, este foso se usaba para albergar la casa de fieras de los von Wittgenstein: una colección de criaturas y monstruos extraños e inusuales capturados en el Gran Bosque. Sin embargo, desde hace poco, se ha convertido en el receptáculo de los experimentos fallidos de la dama Margritte.

Se puede llegar hasta la trampilla de la jaula a través de una pasarela colgante y una rampa de madera portátil. Este suele dejarse en el borde del pozo, junto a una especie de bichero que sirve para abrir la puerta. Cualquiera que se asome al pozo desde el borde de la pasarela verá unos zarcillos de niebla de color gris oscuro que se elevan a través de los barrotes y oscurecen el suelo del foso, pero puede escucharse con claridad el sonido inquietante de gritos y gemidos.

La Cosa del Foso por Martin McKenna

Detrás de la trampilla, hay una escala que desciende hacia la niebla, cuyos escalones están manchados de rojo y se sienten fríos y suaves al tacto. A medida que se baja a la fosa, unas formas grises y retorcidas avanzan hacia ellos a través de la bruma. De las paredes y el suelo surgen miembros resecos que tratan de agarrar víctimas, y mezclados entre los miembros hay numerosas cabezas y cuerpos horriblemente deformados que se sacuden y retuercen incontrolablemente.

Lady Margritte arrojó aquí a estas criaturas aquí cuando dejó de usarlas en sus experimentos. Están tan impregnadas en piedra bruja que, en lugar de morir, sus cuerpos se han fundido en un único ser horrible. Este ser ataca a todo el que entre en el foso; sus brazos se estiran ávidamente en busca de víctimas mientras sus bocas aúllan y gimen de modo horrible.

La Torre Oscura[]

A causa de sus terribles mutaciones Ludwig von Wittgenstein, el marido de Lady Ingrid, vive en un aislamiento autoimpuesto en esta oscura y sombría torre. Los escalones que llevan hasta la entrada están rotos y desgastados, y la pintura de la puerta está agrietada y desconchada. Si alguien utiliza la gran aldaba de latón de la puerta, un sonido profundo y hueco reverbera por toda la torre y de los aleros caen piedrecillas y polvo. Aparte de esto, no hay respuesta. Desde su metamorfosis, Ludwig ha desarrollado una aversión a la luz del día, con lo que han tapiado las ventanas.

34 - Recibidor[]

La negra alfombra de esta habitación parece moverse y agitarse. Algo cruje bajo los pies de los que caminan por aquí, como si el suelo estuviera cubierto de cristales rotos, y cada paso que dan deja una mancha de color rojo oscuro. No son más que cientos de cucarachas que lo cubren todo incluida la puerta que da a la torre, que pronto corren en busca de refugio.

35 - Abrevadero de la Vida[]

Cucarachas por Martin McKenna

Las cucarachas cubren por completo esta habitación, y en algunos lugares hay 10 centímetros de cucarachas. En medio de la habitación hay un gran abrevadero de metal en el que se enjambran miles de insectos negros. Entre las cucarachas pueden verse millones de diminutos huevos blancos. Junto al comedero hay un cubo, repleto también de cucarachas. Si se apartan los insectos del borde del cubo, aparecerán rastros de un liquido ambar pegajoso (miel).

Varias cucarachas caerán desde el techo sobre aquellos que se encuentren en la habitación. La mayoria de las veces los insectos rebotaran inofensivamente en la ropa y la armadura, pero algunos se colaran por las comisuras del cuello y en el interior de la ropa y se dirigirán de manera instintiva hacia los puntos mas calientes del cuerpo, principalmente las axilas y la ingle, lo cual es muy molesto. Mientras tanto, las cucarachas en el suelo están ocupadas trepando por las piernas y se meten en sus botas o zapatos.

36 - Sala de Retratos[]

El mobiliario está cubierto con las ubicuas cucarachas, aunque las paredes y el techo están libres de insectos. En un estante hay libros de flores y plantas, y también tratados de arte y arquitectura. Detrás de las cucarachas, en las paredes pueden verse los retratos de miembros de la familia del pasado y el presente. Uno muestra a Lady Ingrid, otro a Margritte cuando tenía diez años, un tercero es de Gotthard con doce años y un cuarto es del mismísimo Ludwig, con la placa ‘Padre de familia’.

El retrato de Ludwig es bastante inquietante, ya que, aunque superficialmente parece mas o menos normal, en él hay algo claramente sobrenatural. Hayun bulto e su jubón que sobresale de manera extraña de las axilas, lo que probablemente oculte brazos adicionales, y su piel parece muy brillante. Por la comisura de los labios le asoman dos pequeños dientes negros.

36 - Rey de las Cucarachas[]

Ludwig von Wittgenstein por Clara-Marie Morin

Esta sala también esta llena de estos insectos, pero lo que llama la atención de los que entran es la imagen de una cucaracha de tamaño humano, sentada en un taburete y tocando un clavecín con las patas delanteras. La criatura lleva una peluca blanca empolvada y unas gafas sobre la cabeza, casi humana. De su cuerpo quitinoso cuelga un reloj de bolsillo de oro y tiene un pañuelo de encaje blanco metido entre dos placas del cuerpo.

Se trata de Ludwig von Wittgenstein. Pasa la mayor parte del tiempo aquí, leyendo, tocando su clavecín y cantando, entre mareas de cucarachas. A pesar de su aspecto, es amable y hospitalario, y estará encantado de recibir visitas, ofreciéndoles licor y tabaco para que estén cómodos y poder conversar.

El Templo de Slaanesh[]

Este edificio rectangular de dos plantas se encuentra en el lado occidental del patio. En tiempos fue la capilla del castillo, dedicada a la adoración de Sigmar. Los frisos tallados en el exterior representan escenas de la vida de Sigmar: recibiendo el martillo Ghal Maraz, derrotando al jefe de los Teutógenos, la batalla del Paso del Fuego Negro y otras. Todas ellas han sido desfiguradas sin piedad.

Las puertas de roble con remaches de hierro del templo están siempre entreabiertas. Con independencia de la hora, del interior sale una extraña música discordante acompañada de una neblina de humo acre del color de la lavanda. Mezclados con la música se escuchan sonidos alegres y risas, como si en el interior estuviera teniendo lugar algún tipo de celebración.

38 - Interior del Templo[]

Templo de Slaanesh por Sam Manley

Una vidriera de colores situada en el extremo opuesto del templo proyecta una luz extraña y rojiza en el interior de la capilla. La ventana esta cubierta de una gruesa capa de alguna sustancia roja y translucida que impide ver con claridad los motivos de la vidriera. El extremo opuesto de la cámara se eleva un metro por encima del nivel del suelo, y en esta tarima hay un altar rectangular, con una estatua, aparentemente dos veces del tamaño de un humano detrás. Desde algún lugar oculto, un órgano discordante toca una canción frenética que pone los pelos de punta, pero que también tiene una cualidad extrañamente seductora. Quienes sucumban a los efectos de la extraña y embriagadora música comenzarán a bailar de manera desenfrenada

La niebla de color lavanda surge de dos grandes incensarios de plata situados a ambos lados del altar, que se apoyan en estatuas de plata de un hombre y una mujer desnudos, de la mitad del tamaño de un humano. La niebla cae en cascada desde el estrado y llena el templo hasta alcanzar una altura de unos 60 cm. El humo es una droga eufórica, que alterará a quien lo inhale haciéndole unirse a la fiesta del templo o haciendo que se siente en el suelo a balbucear incoherentemente. Dentro de la niebla el suelo del resto de la cámara está cubierto de cuerpos que se retuercen. En la parte derecha de la cámara hay un tramo de escaleras que llevan hasta una galería.

Los devotos del templo que hay en el suelo son una docena de hombres y mujeres, todos vestidos (si acaso parcialmente) con túnicas de los colores del arco iris que dejan al descubierto la parte derecha del pecho. Los rostros y las partes visibles de los cuerpos están cubiertos de una gruesa capa de maquillaje y pintura corporal de colores chillones y llamativos. No muestran señales visibles de mutaciones, pero el deterioro extremo de sus ropas y su comportamiento habla de su relación con el Caos. Algunas túnicas están adornadas con un símbolo perteneciente al dios del Caos Slaanesh. Estas personas son los sirvientes y los parientes cercanos de los Wittgenstein, que pasan aquí sus vidas en un constante estado de éxtasis.

Templo de Slaanesh por Martin McKenna

Los adoradores están tan enfrascados en sus diversas actividades que no advierten la presencia de extraños abriéndose camino a través del bosque de cuerpos desparramados y retorcidos. Todos tienen la mirada perdida y no ven nada. Si se trata de interrogar a uno de los devotos, serán incapaces de sacarle ninguna respuesta salvo reirse y hacer sugerencias lascivas, ofrecer vino de olor muy sospechoso o invitarlos a bailar. La única manera de hacerles entrar en razón es sacarlos a la fuerza al aire libre y darles una buena sacudida seguida de unos cuantos guantazos en la cara y esperar a que los efectos del incienso desaparezcan. Incluso entonces no hará otra cosa que intentar bailar con la persona que le está golpeando. Ni siquiera le afectarán las amenazas físicas, a las que responderá riéndose tontamente y murmurando incoherencias acerca del mismo significado del placer y el dolor.

El altar rectangular, como el propio templo, estuvo en tiempos dedicado a Sigmar, pero ha sido profanado y ofrecido a Slaanesh. El relieve de la parte delantera que mostraba a Sigmar esgrimiendo su martillo ha sido mutilado, y ahora le muestra sujetando algo muy diferente, pero es bastante difícil discernir con precisión lo que agarra. Tras el altar profanado se encuentra una estatua de madera que mide más de tres metros y medio de altura, el cual es una imagen del dios del Caos Slaanesh. Representa a un humanoide delgado que es hombre en su mitad izquierda y mujer en la derecha. De la larga melena de la figura salen dos pares de cuernos y el conjunto tiene una belleza sobrenatural, perversa y algo perturbadora. El altar oculta un tramo de escaleras que descienden unos 7 metros hasta la cámara que hay debajo en las mazmorras.

Si alguien pone un pie en el altar, un grito penetrante rasgará el aire y una figura de tamaño humano subirá como un rayo encima de la estatua, realizando un doble salto mortal antes de aterrizar agazapada y lista para combatir ante el altar. La criatura es una diablilla, un demonio menor de Slaanesh.

39 - Galería[]

Órgano del Caos por Clara-Marie Morin

Un tramo de escaleras va desde la planta baja del templo a la galería, cuya fachada es una balaustrada de madera de un metro de alto. La galería está vacía, si exceptuamos un órgano de aspecto extraño, que es la fuente de la música discordante que se escucha en el templo. Nadie está tocando el instrumento, que está fabricado a partir de maderas de diferentes colores, pero sigue produciendo la extraña música aparentemente de manera autónoma. La única manera de detener la música es destruyendo este Órgano del Caos, que por supuesto se defenderá de sus atacantes.

Residencia de los Sirvientes[]

Este edificio está unido al Gran Salón y alberga a los sirvientes responsables de su mantenimiento. Todos los sirvientes que trabajan en el Gran Salón son leales a la familia. Aunque nadie habla de ello, todos los sirvientes prácticamente son también von Wittgenstein. La endogamia lleva teniendo lugar desde hace tanto que todos están emparentados con los miembros mayores de la familia. Por eso los sirvientes se parecen bastante a sus primos, los Wittgenstein.

Sirvientes del Castillo Wittgenstein por Martin McKenna

Todos los sirvientes llevan la marca del Caos de una forma u otra. La mayoría de estas mutaciones son poco importantes - anormalmente delgado, pico, pies de pájaro, cuello largo, etc., pero algunos cuentan con alguna de las señales más horribles.

Los sirvientes llevan a cabo varias tareas en el salón - limpiar, cocinar, atender a los Wittgenstein, cuidar de los gatos mutantes de Lady Ingrid, conseguir especímenes para el trastornado taxidermista Kurt von Wittgenstein, etc.

Todos los sirvientes llevan una librea anticuada de diversos tonos verdes, decoradas con el escudo de armas de los von Wittgenstein. Ninguno va armado, pero en caso de lucha agarraran cualquier arma que tengan al alcance, improvisada o no.

Planta Baja[]

40 - Recibidor[]

En las paredes de esta salita hay cuadros descoloridos del castillo. Las pinturas datan de los días en que el castillo era un asentamiento prospero y muestran los edificios en ruinas del recinto exterior, todavía intactos.

41 - Cuarto del Servicio[]

Aquí es donde pasan el rato los sirvientes cuando no están atendiendo las necesidades familiares. Hay dos sirvientes remendando ropa y abrillantando calzado. Uno de ellos tiene microcefalia (Su cabeza es pequeña y no muy espabilado), y el otro tiene la cabeza puntiaguda con tres ojos. Si se les molesta, el de la cabeza puntiaguda preguntara por que están aquí e intentara dar la alarma si parecen amenazantes. El otro permanecerá sentado ajeno a lo que acontece.

42 - Cocina[]

Aquí, la cocinera Grundar se encarga de preparar la comida para los residentes del Gran Salón. Grundar es una mutante malhablada y horriblemente gorda como una ballena, con piernas ridículamente cortas y un olor espantoso. Recibe la ayuda de Boris, un mutante sin nariz y de piel transparente.

Grundar anadea cómicamente por la cocina, balanceándose de un lado a otro mientras lo hace, y ordenara a cualquier entrometido que salga de ahí con una retahíla de insultos. Cada minuto más o menos, Grundar desprende un terrible hedor que surge de su cuerpo, por lo que la ausencia de capacidad olfativa de Boris hace que puedan trabajar juntos.

43 - Despensa[]

Esta habitación contiene las provisiones para el gran salón - toneles y sacos de harina, cereales, verduras, carne en salazón, etc. En la pared oeste hay colgadas ovejas, faisanes, ganado y el cuerpo de uno de los aldeanos.

44 - Patio y Colmenas[]

Desde este lugar, que comunica los alojamientos de los sirvientes con el gran salón, hay una vista imponente del Reik. Bajo el muro exterior hay cuatro colmenas de abejas mutantes, de donde obtienen miel. Si se las molesta de alguna manera, un enjambre de abejas mutantes saldrá a atacar. Gracias a los efectos de la piedra bruja, la miel que producen inmuniza contra los veneno de los animales durante un mes.

Primera Planta[]

45 - Dormitorio del Servicio[]

Aquí hay 13 camas y algunos sirvientes en su tiempo libre. Se resienten cuando perturban su descanso.

46 - Habitación de Slurd[]

El mayordomo, Slurd, se encuentra aquí entre la medianoche y el amanecer cuando no se encuentra dormitando en el gran salón. La habitación tiene una buena capa de suciedad, en la que se mezclan telarañas, ropa interior sucia y restos de comida. No se recuerda que nadie la haya limpiado, y a Slurd le gusta así.

El Gran Salón[]

El gran salón es donde viven Lady Ingrid, su hija Margritte y su hijo Kurt. También se hospeda Ulfhednar, un Guerrero del Caos del Gran Bosque que está visitando a la familia.

En la entrada, las grandes puertas de roble decoradas con volutas de hierro forjado están cerradas, pero sin la llave echada. Cada una tiene una gran aldaba de latón de forma demoníaca. Llamar a la puerta hace acudir a Slurd, el mayordomo, que suele estar dormitando en una silla, dentro.

Planta Baja[]

47 - El Salón[]
Gran Salón por Martin McKenna

El salón contiene una gran mesa de comedor preparada para una suntuosa comida. De las paredes cuelgan polvorientos faroles que iluminan numerosos retratos de miembros del presente y el pasado de la familia. Dos pulidas escaleras de caoba llevan hasta una balconada en la que pueden verse armaduras y estandartes de batalla descoloridos. Entre las dos grandes escaleras hay una tercera más estrecha que desciende hasta las mazmorras.

El suelo está hecho de tablones de roble. En el pasado estaban bien pulidos, pero ahora están cubiertos con una gruesa capa de grasa y mugre. La enorme mesa es de color verde y esta seca y agrietada, con mohos de varios colores brotando de ella y cubre todos los alimentos (que son de hace semanas). El vino borbotea en las copas, asemejándose inquietantemente al contenido de un aseo caótico. La cubertería y los platos son de plata.

Si no ha ido a abrir la puerta, Slurd estará dormitando en una silla que hay detrás de una escalera. Cuando oye a alguien entrar en el vestíbulo, sale de su escondite con una tos discreta y pregunta que quieren. No muestra ningún signo de sorpresa, sino que hará todo lo posible para que los invitados se sientan cómodos, invitándoles a comer algo. Luego, vuelve cojeando a su asiento detrás de la escalera y vuelve a dormirse. Si se le acercan, repetirá exactamente el mismo discurso hasta que se convenza de que los ‘visitantes’ han comido y bebido hasta la saciedad. Entonces, los llevara a un cuarto de invitados.

Dispersas por la habitación hay ocho mesas pequeñas con un surtido de objetos sobre ellas - un telescopio, una lupa, un cronómetro para huevos, un espejo de mano, etc.

Los cuadros representan a miembros de la familia, algunos de hace 250 años. Están colocados en orden cronológico, con las pinturas más antiguas en el lado norte del salón, y las más recientes –que representan a miembros vivos de la familia– están en el lado sur. Todos los retratos muestran esta habitación. Los primeros cuadros muestran a personas de aspecto noble y regio, vestidos con finas túnicas y desprendiendo una imagen general de bienestar y salud. Los retratos posteriores (incluyendo los fechados cerca del 2402 - cuando Dagmar regresó con la piedra de disformidad) muestran una palidez manifiesta en la tez de los sujetos y los primeros síntomas de endogamia.

Los retratos más recientes, de hará unos 50 anos, están rodeados por una atmósfera opresiva y los retratados miran con ceño al que contempla los cuadros. Estos últimos cuadros también son inquietantes por otras circunstancias: sus ojos parecen seguir a quien los mira, y, aunque nadie ve moverse a un cuadro, sus expresiones mudan de sonrisas a ceños fruncidos, las poses cambian de perfil y, en ocasiones, se vislumbran extraños tentáculos en el fondo. Quizá lo mas inquietante sea la forma en que los objetos de las mesas auxiliares aparecen de repente en un retrato, desapareciendo de la habitación al hacerlo y reapareciendo cuando desaparecen del cuadro. Nadie verá ocurrir estos hechos, pero si se aparta la mirada y se vuelve a mirar, se apreciarán estos cambios.

Las dos escaleras de caoba que llevan al piso de arriba crujen y gimen cuando alguien camina por ellas, como si les doliera el peso de los que suben por ellas. Es casi como si las escaleras estuvieran vivas y sufrieran al ser pisadas. La escalera descendente, aunque no emite sonidos extraños, huele fuertemente a sudor rancio. Este hedor surge de las mazmorras que hay debajo, creciendo en intensidad a medida que se desciende.

48 - Balconada[]

Cuatro antiguas armaduras completas se encuentran en esta galería. Los visores de los yelmos están subidos y un rostro humano asoma por cada una de ellas. Las caras parecen muy reales, ya que de hecho cada armadura contiene un cadáver que ha sido hábilmente embalsamado y disecado por un taxidermista. Aunque estén muertos, algunos efectos de la luz pueden hacer que parezcan que se mueven, guiñan el ojo o pronuncian palabras, pero nunca cuando alguien cuando alguien los mira de forma directa.

Numerosos estandartes de batalla descoloridos adornan las paredes, algunos de la década de 1980, cuando esta parte del Reikland fue testigo de muchas batallas entre las fuerzas de la emperatriz Margritta y las de diversos pretendientes de Talabecland. La mayoría de ellos son delicados en extremo y están muy raídos, y si se les toca se convertirán en polvo, desintegrándose al contacto.

49 - Habitación del Taxidermista[]

El hermano menor de Margritte, Kurt, acaba de mudarse aquí permanentemente, para tener más tiempo para su pasatiempo favorito: la taxidermia. Las paredes están adornadas con numerosos animales disecados: hay ejemplares de ciervos, nutrias, osos y diferentes pájaros y pequeños mamíferos, junto con Hombres Pájaro, Hombres Bestia, Mutantes y Humanos. En medio de la habitación hay un banco de trabajo junto con una mesa auxiliar que contiene herramientas de taxidermia: bisturíes, ojos de cristal, relleno, cuencos, tubos para drenar líquidos y otros aparatos de propósito menos evidente.

Hay un cadáver de un hombre de mediana edad que sostiene una pipa sentado en una silla contra el muro opuesto a la puerta. Montada en la parte posterior de la puerta está una joven sirvienta de la que Kurt se encaprichó. Clavado en una percha cerca del techo hay un hombre pájaro con un plumaje de colores brillantes. Dos hombres bestia, uno con cabeza de jabalí y otro con la de un carnero, están montados en sendos pedestales de la pared exterior. También hay dos mutantes, uno cubierto de pelaje verde, y el otro tiene cuatro brazos. El último mutante está tras la puerta y se parece mucho a los miembros de la familia von Wittgenstein, lo que no es sorprendente, ya que es Kurt, que está muy vivo y se dedica a observar a las visitas.

50 - Sala de Música[]

Aquí se guarda un amplio surtido de instrumentos musicales viejos, polvorientos y rotos. Ninguno de ellos funciona ya, y no se ha entrado en la sala desde hace décadas.

51 - Excusado[]

Esta habitación sirve para aliviar las necesidades fisiológicas de la familia. Esta sala esta provista de un desagüe que descarga desde lo alto sobre el rio Reik.

Piso Superior[]

El piso superior contiene los alojamientos de la familia.

52 - Sala de los Susurros[]

Al subir las escaleras hasta este piso, se escuchan susurros con mucha claridad. Se escuchará nítidamente las palabras: ‘¡Aqui vienen! Ya casi han llegado arriba’. Estos susurros los crea la propia habitación y cualquiera que entre se verá asaltado por varias voces susurrantes que comentan maliciosamente todo lo que hacen. Una vez entran en la sala, se oyen murmullos desde todas las direcciones, en muchas voces diferentes. Mientras alguien permanezca en la sala, estos seguirán comentando su presencia y su apariencia.

53 - Habitación de Invitados[]

Esta habitación está ocupada por el Guerrero del Caos, Ulfhednar, ‘el Destructor’. La habitación está decorada de manera sencilla con una cama y un baúl. La cama está sin hacer y el baúl contiene varias coronas.

54 - Habitación de Invitados[]

Dentro se encuentra Crakatz, el lugarteniente Hombre Bestia de Ulfhednar. El hombre bestia duerme aquí.

55 - Habitación de Invitados[]

Esta habitación se encuentra actualmente desocupada. Contiene una cama y un baúl vacío. En la pared oeste hay colgada una espada normal.

56 - Sala de los Relojes[]
Sala de los Relojes por Martin McKenna

Lady Margritte ha trasladado la colección de relojes de carillón de su antepasado a esta habitación. Al abrir la puerta se oye el tic tac y el zumbido de cientos de relojes. Todos los relojes son distintos, y van desde los modelos tan pequeños como un puño, hasta otros tan grandes como el piso de una torre y suelen verse en los arcos de las ciudades del Imperio.

Todos los relojes están puestos a diferentes horas, y algunos de ellos darán la hora en cualquier momento. Así podemos tener 27 relojes empiezan a repicar a la vez, generando un ruido tan fuerte que la habitación comienza a temblar y deja aturdidos a quienes se encuentren en la sala; un enorme reloj de cuco de un metro de altura cuyo cuco sale disparado al dar la hora, golpeando a cualquier incauto. O uno con dos figuras mecanizadas con el aspecto de caballeros que cargan a la carrera el uno contra el otro por el medio de la habitación (y a cualquiera que se encuentre en su camino).

57 - Alcoba de Lady Ingrid[]

Aquí es donde pasa la mayor parte del tiempo Lady Ingrid, sentada entre sus Gatos Mutantes. Lady Ingrid se sienta en una silla de madera de respaldo alto en el extremo opuesto de la habitación. El mobiliario de la habitación está destrozado a causa de los continuos juegos de los gatos y sus zarpas. Las antiguas cortinas cuelgan hechas trizas de sus barras y en todas las superficies de madera hay grabadas marcas de uñas.

En las paredes hay trofeos de caza de la juventud de Lady Ingrid, cuando solía cazar regularmente. Abundan las cabezas disecadas que miran hacia abajo, y debajo de cada una hay una placa de latón con una fecha grabada. Los trofeos tienen títulos similares a: ‘Campesino - 2490’, ‘Guarda de caminos - 2492’, ‘Hombre bestia – 2493’, etc. Entre ellos también hay presas más habituales, como ciervos, jabalíes, osos y goblins. El sitio de honor lo ocupa el ‘Recaudador de impuestos imperial - 2496’, al que persiguió por media baronía.

Junto a una cama con dosel, una mesa sustenta un joyero y varios frascos de perfume. La mayoría de aromas tienen un olor felino, algunos son bastante agradables, pero otros son absolutamente repulsivos. El joyero esta hecho de marfil, con incrustaciones de madreperla y contiene tres pares de pendientes de oro engarzados con piedras preciosas, una diadema de diamantes, un broche en forma de gato y salpicado de zafiros y esmeraldas, la llave del armario con la comida de los Hombres Pájaro y un guardapelo de oro en forma de corazón que contiene un mechón de cabello negro de Gotthard.

58 - Habitación Encantada[]

Esta solía ser la habitación de Kurt, pero desde que se marchó a ocupar el taller del taxidermista, se ha convertido en una sala embrujada por un poltergeist. Cualquiera que entre en la habitación sera recibido por un objeto que vuela por el aire hacia él. El fantasma seguirá lanzando cosas a los intrusos hasta que estos huyan, hasta que sea destruido o hasta que se quede sin cosas pequeñas para lanzar.

59 - Alcoba de la Dama Margritte[]

Esta habitación, que está comunicada con la planta más baja de la torre de la hechicería está lujosamente amueblada, y los muebles y la cama tienen ribetes dorados. En un tocador hay tarros que contienen cremas de manos y faciales y otros artículos de maquillaje. Lady Margritte los emplea para ocultar su aspecto cadavérico que empeora por momentos.

La creciente morbidez de la dama Margritte se hace patente en el deseo de rodearse de cuerpos muertos. Sentados en la habitación hay dos cadáveres, y se puede ver los pies descalzos de un tercero asomando debajo de la cama. Los cadáveres están en diferentes estados de descomposición y y al que se encuentra debajo la cama le han arrancado los brazos. Todos los cadáveres tienen diferentes mutaciones.

Apoyado en la pared hay un baúl que contiene contiene algo de ropa y el joyero de Lady Margritte: en su interior hay una gargantilla de oro, un par de pendientes de rubí y una diadema de oro y esmeraldas. Una puerta conduce al piso inferior de la Torre de Hechicería.

La Torre de Hechicería[]

Esta torre, que se comunica únicamente con el gran salón de la primera planta, es donde la dama Margritte lleva a cabo sus depravados experimentos. La torre esta sostenida por arbotantes y no solo carece de planta baja, sino que ademas su nivel mas bajo sobresale por encima del patio del recinto interior.

60 – Sala de las Lentes[]

Esta habitación comunica con el dormitorio de Margritte en el gran salón, y la mujer sólo la emplea de vestidor. Antiguamente, Dagmar von Wittgenstein usaba esta habitación para esmerilar lentes para sus telescopios. Además de los armarios llenos de vestidos de Margritte, en la habitación todavía contiene las herramientas para pulir lentes y un viejo telescopio.

61 - Biblioteca[]

Las paredes de esta habitación están repletas de estanterías. Varios de los libros son grimorios que contienen hechizos mágicos. Lady Margritte ha transcrito los hechizos mas útiles a su grimorio personal. Las obras provienen de todas las partes del mundo y cubren casi todas las escuelas de magia conocidas. Algunos pertenecieron a magos, mientras que otros son tomos eruditos que cubren los diversos saberes mágicos. El saber de la Muerte y de la Vida, los diferentes aspectos del saber prohibido de la nigromancia y el caótico saber de Tzeentch son los mas comunes.

La dama Margritte es una investigadora devota y minuciosa, con contactos en el comercio de libros raros (legales e ilegales) en todo el Mundo Conocido. Los ex libris y las facturas dobladas que utiliza como puntos de lectura incluyen los nombres y direcciones de mercaderes desde Marienburgo hasta la lejana Catai.

También está aquí el diario de Dagmar von Wittgenstein, que contiene un relato de la expedición a los Calinas Áridas y explica como planeaba utilizar la piedra bruja para aumentar sus poderes. Está en una mesa junto a una carta para Margritte de su hermano Gotthard, en Middenheim.

62 - Laboratorio[]

Esta habitación está repleta del tipo de cosas que esperas encontrar en el laboratorio de un científico loco. Esta sala contiene un laberinto de tubos de vidrio llenos de brillantes vapores multicolores, unidos por una serie de varillas de latón. Colgando de ganchos en las paredes hay cinco cadáveres humanos y esqueletos en diferentes estados de descomposición. Alineados en una pared hay varios tanques y frascos de cristal que contienen diversos órganos en conserva: piernas, hígados, riñones, un cerebro, etc.

Laboratorio del Castillo Wittgenstein por Martin McKenna

Pero lo que más llama la atención en la habitación es una gran plataforma central, que en sus extremos tiene dos columnas de acero de 3 metros de alto y 5 centímetros de diámetro y entre ellas hay una mesa de madera maciza. Las cuatro esquinas de la plataforma están unidas mediante sogas a una gran polea con aparejo, con la que se puede subir el conjunto hasta el nivel del techo. Para subir el techo se utiliza otro sistema de palancas y bielas.

Ambas columnas de acero están conectadas a un conductor de rayos que está unido a una cometa grande, y a cuatro trozos de cable que se unen en una especie de casco metálico. De esta manera, cuando se eleva la plataforma y se abre el techo al cielo raso, la cometa puede volar para atraer los rayos a través de las columnas de acero y los cables hasta la cabeza del sujeto que lleve el casquete.

Aquí es donde Margritte está a punto de conseguir la criatura no muerta definitiva, el Monstruo de Wittgenstein, y sólo necesita una tormenta para acabar su obra.

Las Mazmorras[]

La pequeña escalera central que sale del Gran Salón baja unos 6 metros hasta las mazmorras.

1 - Bodega[]

Esta estancia contiene filas de botelleros con vino y brandy. Algunas botellas son anteriores al regreso de Dagmar con el meteorito de piedra bruja, y valdrian una fortuna para un verdadero entendido. Por desgracia, su proximidad con la piedra bruja ha picado el contenido, convirtiéndolas en vinagre.

2 - Cuarto de Slagdarg[]

En esta habitación duerme Slagdarg, el torturador ogro, y el mal olor es sofocante. El hedor que se percibe por primera vez en la parte superior de las escaleras desde el vestíbulo principal se hace mas fuerte a medida que uno se acerca a esta habitación. No hay nada de valor en el cuarto, ya que Slagdarg no recibe ningún pago por su trabajo. Los únicos objetos son unas sucias y roñosas pieles de animales sobre las que duerme.

3 – Sala de Tortura[]

Esta sala tiene un potro de tortura en el centro y una gran mesa con unas cuantas botellas de vino barato. En el extremo opuesto de la puerta hay una doncella de hierro abierta, y unos braseros de carbon arden alegremente en los rincones mas alejados. Suspendido del techo, en una jaula de hierro, se encuentra el físico original de Wittgendorf, Fritz Carhingar.

4 – Fosa Común[]

Esta puerta da a la fosa donde habitan los restos de los experimentos de Margritte. La puerta ha sido cerrada con tablones clavados desde este lado y Slagdarg ha pintado una una calavera y unas tibias cruzadas en ella. En tiempos, la puerta era otra entrada a la antigua casa de fieras.

5 - Celdas[]

Aquí el aire hiede a sudor mezclado con las secreciones y el tufo de los cuerpos sin asear. En la celda B hay encarcelados 5 aldeanos, mientras que en la celda D hay un Recaudador de Impuestos Imperial. Todos han sido golpeados con saña y tienen marcas de tortura. Sin que nadie mas en el castillo lo sepa, en la celda C, quitando una baldosa de piedra del suelo, hay un pasadizo secreto. Este es el pasadizo utilizado en el pasado por el primo de Dagmar, Hermann, y tiene arañada una antigua inscripción - "La salida hacia la ermita de Hermann". Este pasadizo conduce hasta la cámara de la piedra de disformidad.

Este pasadizo ha sido usado por otros prisioneros para escapar, pero nadie se ha cuestionado nunca su desaparición, asumiendo que habrían sido devorados por Slagdarg. El Ogro, como es un poco corto, siempre se olvidaba de los prisioneros huidos.

6 - Cámara de la Piedra de Disformidad[]

Cámara de la Piedra de Disformidad por Martin McKenna

Dagmar empleaba esta cámara situada bajo la capilla como depósito seguro para el meteorito de piedra de disformidad. Se puede entrar aquí moviendo el altar del templo o por el pasadizo secreto en los calabozos.

La cámara es oscura y sombría, y las paredes, suelo y techo están ennegrecidas sobrenaturalmente. En el centro de la habitación hay un cofre de plomo con la piedra de disformidad restante que queda. En una mesa que hay junto a la pared sur hay unos guantes gruesos y herramientas para moler fragmentos de la piedra, usadas por Lady Margritte para obtener el polvo de la piedra. Estas herramientas estaban originalmente en su laboratorio, pero después de la tormenta provocada por la piedra las trasladó hasta esta ubicación protegida por motivos de seguridad.

La Destrucción del Castillo Wittgenstein[]

Destrucción del Castillo Wittgenstein por JG O'Donoghue

Siguiendo la pista del meteoro de piedra de disformidad en bruto que cayó en las Colinas Áridas, en el año 2512, un grupo de Skavens llegaron hasta el Castillo Wittgenstein. Para poder apoderase de ella y usarla para sus propios fines viles, solicitaron la asistencia de Ingenieros Brujos del Clan Skryre.

Gracias a ellos, los hombres rata lograron excavar un túnel en la roca bajo el castillo hasta que llegaron a la cámara donde estaba guardado el meteorito de piedra bruja. Tras apoderarse de ella, los Ingenieros Brujos cubrieron su huida minando los cimientos de la fortaleza, no tardando mucho en aparecer enormes grietas en el suelo y los edificios a derrumbarse.

Cuanto todo terminó el Castillo Wittgenstein quedó reducido a un montón de escombros polvorientos y aparentemente el horror de los Von Wittgenstein se acabó para siempre…

Imágenes[]

Fuentes[]

Advertisement