Carros de Tuskgors

Carro de los Hombres Bestia Wayne England

Los caudillos especialmente poderosos pueden llegar a contar con carros en su ejército. Los carros de los Hombres Bestia son construcciones destartaladas, que se han montado con piezas saqueadas en las ruinas de los edificios de los humanos. Grandes y pesadas piezas de madera sin trabajar están unidas de cualquier forma (generalmente con pinchos enormes), sin destreza ni finura; incluso los carros más grandes no muestran señales del trabajo de la mano de la humanidad. Esto les importa poco, porque la fuerza bruta y la ferocidad de las bestias que tiran del carro supera la fuerza de meros caballos, y el peso del carro basta para causar daños. Si el carro se tambalea en el momento del impacto importa bien poco a su tripulación, porque durante el proceso habrán causado graves daños al enemigo.

Descripción[]

Los carros de Hombres Bestia suelen ser tirados por Tuskgors, unas bestias de guerra violentas, tercas, apestosas, jorobadas, infestadas de pulgas, con cuernos y colmillos deformados. Los Tuskgors son una combinación grotesca de un gran jabalí y un carnero a veces muestran señales menos identificables de su herencia. Son bestias obesas y burdas, con grandes colmillos y cuernos, y con un pellejo tan grueso y un pelaje tan espeso que las flechas o los virotes apenas pueden atravesarlos.

Los Tuskgors no son criaturas naturales sino creaciones del Caos, poseedoras de un vigor antinatural que arde en sus venas. Los Hombres Bestia las rastrean y cazan en la espesura del bosque en una persecución frenética y violenta. A menudo, hace falta la fuerza bruta de un Minotauro para mantener a un Tuskgor quieto el tiempo suficiente para atarlo, y las hachas de los Bestigors deben evitar que los Minotauros devoren a los Tuskgors una vez completado el proceso. La tarea se lleva a cabo con dificultad porque los Tuskgors son criaturas crueles, y es necesaria la ayuda del Chamán del rebaño y mucho músculo para que el Tuskgor sirva durante mucho tiempo a la manada.

Los Hombres Bestia utilizan a los Tuskgors de muchas formas diferentes. Algunas se utilizan como bestias de carga, acarreando tesoros y cautivos del campo de batalla. Los Tuskgors más fuertes se atan en parejas y se utilizan para tirar de los toscos carros del rebaño, manejados por un Bestigor y su conductor Gor o quizás el propio Caudillo. En batalla, estos carros avanzan sobre el enemigo a una velocidad endiablada, abalanzándose sobre las filas del enemigo con toda la furia imparable y forzándole a dispersarse a su paso mientras los Hombres Bestia y los Tuskgors le atacan con cuernos, pezuñas y hachas. Los carros que sobreviven a la batalla más o menos intactos se usan para llevarse los objetos más grandes saqueados por la manada. También se han observado al frente de largas hileras de presos encadenados que se adentran en los bosques, para no volver a ser vistos con vida otra vez. El destino de estos cautivos es aciago, ya que los que no son sacrificados sirven luego de plato principal en el festín de la victoria.