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Este artículo contiene información de Total War: Warhammer
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Los Bárbaros aurigas del carro tienen ciertos problemillas para controlar la ira, por ello con el carro, equipado con guadañas en las ruedas y pinchos en la carrocería, se lanzan a la carga produciendo un terrible derramamiento de sangre. Que un Carro del Caos se lance contra las líneas enemigas tiene efectos devastadores, pues cargan con fuerza enloquecida.
Descripción[]
Los Carros del Caos son arrastrados por un par de enormes caballos de tamaño sobrenatural debido a las energías del Caos. Cada uno está cubierto de placas de acero, igual que sus impíos amos. Cuando estas criaturas ganan velocidad, el Fuego infernal brilla en sus ojos y en sus hocicos y da la impresión de que el carro ha galopado directamente desde el reino de las pesadillas hasta la realidad. Cuando un Carro del Caos golpea las líneas enemigas, el impacto capaz de astillar los huesos no es más que el inicio de la carnicería que pueden llegar a causar. Al tiempo que el enemigo sale disparado en todas direcciones por la increíble fuerza de la carga del carro, los corceles infernales chocan contra las filas enemigas, pisoteando los cuerpos con sus cascos herrados y mordiendo la carne desprotegida con sus colmillos. Las guadañas seccionan las piernas de aquellos que intentan flanquear al carro, y las espinas y pinchos que cubren su chasis desgarran a los imprudentes que se hayan cruzado en su camino. Pero el cargamento del carro es igual de letal; los aurigas acuchillan y apuñalan desde la plataforma de combate, mutilando y decapitando a los que se encuentran cerca con sus despiadadas espadas y látigos cubiertos de púas.