Carbonero.
El Carbón Vegetal es un modo barato y eficiente de calentarse en el Viejo Mundo. Es un importante combustible para los meses invernales, ya que permite a las familias calentar sus hogares y casuchas a un precio aceptable. La desventaja de este carbón es que no arde limpiamente, y las nubes de humo negro suelen ocultar el sol sobre las ciudades y pueblos durante el invierno. Las ciudades de Middenheim y Nuln son de los mayores consumidores de carbón del Imperio.
El proceso para obtener este combustible es laborioso y puede tardar horas o a veces días. Los carboneros talan árboles para conseguir la suficiente madera, que la apilan en un gran montículo y lo cubren por completo antes de encenderlo y dejar que arda la madera para crear carbón vegetal, dejando algunos agujeros para que salga el humo. Una vez finalizado, viene la sucia tarea de excavar el carbón y transportarlo de vuelta a la ciudad
Los Secretos del Carbón Vegetal[]
Mientras que a algunos ciudadanos del Imperio les tomaría tiempo pensar en ello, el carbón vegetal es un ingrediente vital para alimentar el poder industrial de la nación y el dominio del Viejo Mundo. Aunque es un preciado combustible para cocinar y calentarse, el carbón vegetal es mucho más valioso para los armeros, pues mantiene sus forjas calientes y endurece su acero.
Nuln en particular, es el hogar de una legión de carboneros que trabajan sin descanso para alimentar sus hornos. La evidencia de su presencia es evidente a kilómetros alrededor de la ciudad, con grandes columnas de humo y acres de tocones. A pesar de sufrir largas horas de trabajo por un salario bajo, la mayoría de los carboneros saben que siempre hay trabajo en Nuln.
Muchas personas no se dan cuenta de que hay muchos tipos diferentes de carbón. Estos van desde trozos marrones que se desmenuzan fácilmente a duras rocas negras, y cuanto más duro y oscuro sea el carbón, mejor arderá.
El mejor tipo de carbón vegetal proviene de la dura madera de árboles de hoja caduca como el roble y el olmo, creando carbón vegetal que arde generando mas calor y durante más tiempo. Los robles viejos son especialmente apreciados, y los carboneros a veces pasan días en buscado tales árboles en el bosque, más los días que pasen cortándolos y quemándolos. Tal esfuerzo casi siempre vale la pena, ya que los mejores armeros pagarán generosamente por este combustible.