
"¡Atender, marineros de agua dulce! ¡Elevad el ancla y preparaos para zarpar!"
- —Capitán de Barco anónimo.
Los Capitanes de Barco vagan por los océanos del Viejo Mundo buscando beneficios y aventuras más allá de cada horizonte. Los capitanes con un estricto sentido del honor son comerciantes de largas distancias que sólo navegan buscando los mercados más provechosos en los que vender sus mercancías. Pero no todos los Capitanes de Barco hacen fortuna con el comercio: muchos son piratas que prefieren arrebatar sus mercancías a los que están peor equipados para defenderse. La mayoría de los capitanes de barco están en un término medio entre ambos tipos.
A bordo de un barco la palabra del capitán es la ley. Sin embargo, los marineros son gente díscola y un capitán de barco debe ser perspicaz, firme y algo implacable para seguir al mando. Los capitanes de barco más famosos proceden de Marienburgo, Tilea y la isla élfica de Ulthuan.
Descripción[]

Hace falta una personalidad muy especial para ser Capitán de Barco. Sus ansias de viaje deben estar muy desarrolladas, junto con una apasionada devoción por la vida en el mar. ¿Quién, si no, iba a arriesgarse a intentar dar órdenes a una pandilla de marineros tragadores de ron, dispuestos a culpar al capitán de todo lo que ocurre, desde el mal tiempo hasta los ataques de escorbuto?
Aun así, para los que sobreviven a los motines, los ataques piratas y las terribles tormentas en el mar, la profesión puede ser bastante provechosa. Siempre hay demanda de espacio en un barco mercante, y los Capitanes suelen tener una buena idea de qué puertos tienen los mejores precios para cada mercancía.
Los Capitanes de Barco más peligrosos son los piratas, corsarios... tienen muchos nombres, pero todos son unos asesinos sedientos de sangre que atacan los barcos mercantes, roban sus cargamentos y arrojan a los tiburones a los tripulantes y pasajeros que no pueden ser vendidos como esclavos o convencidos para unirse a ellos. No es ninguna sorpresa que en la mayoría de los países el castigo para los piratas sea la muerte.
Un Día en su Vida[]

¿Pirata o corsario? ¿Explorador o explotador? Con cada amanecer, un capitán de barco puede elegir su camino. Los mares del Viejo Mundo son lugares sin ley, y un hombre (o a veces, una mujer) es libre de crear su propio destino, posiblemente en los cuerpos de sus enemigos.
Sin embargo, lo más importante es dirigir el barco. Un barco, sea pirata o comerciante, no se maneja solo. Un capitán debe conocer cada detalle de la nave, y poder hacer cualquier trabajo que pueda hacer cualquiera de su tripulación, y hacerlo mejor. También debe juzgar rápidamente a quién elegir para reemplazar a un tripulante caído, y a quién no. No solo eso, también debe mantener el orden en su barco, estableciendo y haciendo cumplir las reglas, a menudo brutalmente mediante el látigo o el cuchillo cuando sea necesario. Sin embargo, no importa cuán firme sea, también debe ser justo; su tripulación aguantará su liderazgo siempre que cumpla sus promesas y no sea aleatorio o arbitrario.
La vida en el mar está establecida. Los relojes se miran para anotar la hora y los registros se deben actualizar. El descuido puede llevar al fracaso: una cuerda dejada a deshilacharse puede romperse en la batalla, un cuaderno de bitácora incompleto puede ocasionar que la nave se vaya a pique, perdida y sola. El capitán pasa el día ladrando órdenes, pero también evalúa constantemente la situación y resuelve problemas antes de que surjan. La promesa de ganancias o saqueos puede mantener a la tripulación a raya, pero el capitán debe cumplir lo prometido, y dejar claro a la tripulación que su visión, conocimiento y disciplina es lo que los llevó a ese punto.
Capitanes de Barco destacados[]
Imágenes[]
Fuentes[]
- Warhammer Fantasy JdR 1ª Edición, pág. 104.
- Warhammer Fantasy JdR 2ª Edición, pág. 65.
- Warhammer Fantasy JdR: Career Compendium (2ª Ed. Rol), pág. 185.