La Cantera Sur se encuentra a varios kilómetros al sur de los límites de la ciudad. Días tras día, cientos de mineros, canteros y trabajadores, cincelan y extraen enormes bloques de granito negro de los muros del Taalbaston. La operación es enorme y peligrosa, muere al menos una persona cada dos días por accidentes, generalmente por caídas de rocas. En ocasiones se usan barriles de pólvora para explotar vetas de roca particularmente duras, aunque su coste evita que esto sea algo común.
Como resultado, los jefes de las cuadrillas buscan constantemente trabajadores de reemplazo. La paga es terrible, pero para alguien lo suficientemente desesperado como para ganar unos peniques, la cantera siempre está contratando. Hay un flujo constante de carros tiradas por caballos que transportan la piedra cortada a las nuevas construcciones dentro de la ciudad.
De vez en cuando, se descubren túneles olvidados que serpentean a través de la pared del Taalbaston. Nadie sabe quién los creó, y persisten los rumores de males durmientes que se enfurecen si se perturba su sueño y de tesoros ocultos. Por esta razón, los trabajadores de la cantera son un grupo curiosamente supersticioso, y la mayoría cree que toda la operación está maldita de una forma u otra.
La oficina y los almacenes de pólvora están custodiados por la noche por un pequeño contingente de matones a sueldo para asegurarse de que nadie la robe. Sin embargo, los guardias han construido un alambique secreto y beben con frecuencia, lo que hace que el área sea perfecta para un posible robo.