
El extremo oriental de La Ciudad de los Dioses es el hogar de un ancho sendero de grava denominado Camino del Relicario. El Camino del Relicario se topa con el extremo oeste del Taalgarten, cerca de la elevación que se convierte en la Loma de las Doctrinas, y no hay mucho, salvo el propio camino, para distinguirlo de su distrito vecino. Los lados de la calle están alineados con una serie de estructuras fijas y variables, hechas de madera, ladrillo y piedra. Lo que da nombre a esta calle es lo que ocupan esas estructuras, ya que la mayoría vende objetos religiosos y parafernalia de uno u otro tipo.
Aunque la mayoría de los negocios del Camino del Relicario no están expresamente patrocinados por los diversos templos, su existencia es tolerada por los importantes ingresos fiscales que generan. Aún así, los templos están dispuestos a beneficiarse de la presencia de este divino mercado de pulgas. Casi todos los templos más pequeños mantienen un emporio en el Camino del Relicario, donde los objetos religiosos se venden con descuentos. Hay disponibles símbolos sagrados, textos religiosos, ídolos y vestimentas. Los sacerdotes incluso bendicen objetos a cambio de una pequeña donación.
El resto de las tiendas están atendidas por gente laica, no siendo mucho mejor que anticuarios. Los puestos se alquilan desde la ciudad por períodos semanales, siendo el más resistente el más caro. La extensión de la lista de espera para las tiendas del Camino del Relicario está cambiando constantemente. Los mercaderes ineficaces rara vez mantienen una buena ubicación en el Camino del Relicario por mucho tiempo. Los mercaderes que negocian aquí van desde devotos adoradores que buscan usar su negocio legal para proselitizar hasta estafadores y charlatanes que buscan hacer chelines rápidos de los ingenuos devotos.
De los pocos comerciantes que han logrado mantenerse en el negocio un largo período de tiempo, Jakob Steinchiller es probablemente el más conocido. Tiene unas respetables existencias de auténticas (eso afirma él) reliquias, así como todo tipo de talismanes de buena suerte, ungüentos sagrados y parafernalia espiritual. Jakob, antiguo sacerdote de Morr, rechazó su fe por razones que nunca ha dejado del todo claras. Jakob es una fuente de conocimiento religioso, que también ofrece a los clientes por un precio razonable. También se sabe de vez en cuando contrata aventureros para investigar rumores y leyendas referentes a localizaciones de reliquias.