Cacería de Sangre (Relato)

El trasfondo de esta sección o artículo se basa en la campaña de El Fin de los Tiempos, que ha sustituido la línea argumental de La Tormenta del Caos.

Devorador de Almas 01 por John Blanche — Devorador de Almas

Las pesadas puertas de roble del profanado templo de Middenheim reventaron. El sonido de la madera astillada resonó a través de la cámara, sólo para ser ahogado por una voz atronadora.

“¿Qué clase de burla es esta?” rugió Ka’Bandha.

Uno de las Espadas del Caos, atrapado a los pies del Devorador de Almas en el interior de la zona de apertura de la puerta, intentó arrastrarse para liberarse del peso muerto de la madera. Ka'Bandha vio el movimiento y, con un gruñido burlón, golpeó hacia abajo con una pezuña, aplastando el yelmo del caballero y el cráneo dentro de éste.

El chirrido de acero contra acero resonó a través de la cámara, mientras las figuras de armadura negra se abalanzaban sobre el Devorador de Almas.

Archaón no pronunció palabra alguna, sino que simplemente elevó un puño con guantelete. De inmediato, las Espadas del Caos se retiraron a sus posiciones alrededor del perímetro de la cámara, pero sus armas permanecieron preparadas.

“Olvidaste tu lugar, demonio”, entonó Archaón, levantándose de su trono. Había esperado esta confrontación. De hecho, era vital para sus planes. “Yo soy el Elegido, y el instrumento de tu señor sobre mundo. ¿Te acercarías así a su trono?”.

“No eres sino una pequeña mota mortal”, gruñó Ka'Bandha. “Te sirvo solo mientras nos diriges a la matanza. No soy el supervisor de los esclavos”.

“Esos desgraciados trabajan en la causa de los dioses. Lo que está escondido debajo de esta ciudad derramará más sangre que todas las hachas jamás forjadas. Por eso, necesitamos esclavos, muchos esclavos; a menos que el gran Ka’Bandha realice la tarea de excavación por él mismo”.

“¡NO SERÉ RIDICULIZADO!”.

El hacha del Devorador de Almas destelló, dividiendo un pilar en dos. La piedra y el polvo cayeron en cascada cuando parte del techo se derrumbó. Archaón se mantuvo firme mientras Ka’Bandha avanzaba hacia el trono, con el retumbante aliento del demonio elevándose hacia sus fosas nasales.

“Estoy cumpliendo los deseos de tu señor”, dijo Archaón, conduciendo toda su fuerza de voluntad tras cada palabra. “Si dudas de eso, entonces derríbame. Veremos si Khorne te premia o te castiga”.

Ka’Bnadha gruñó y dio un paso atrás. Él no se arrodillaría, Archaón sabía que el demonio era demasiado orgulloso para eso, pero el Elegido se preocupaba poco por tales exhibiciones. Sólo la obediencia importaba - la obediencia y la victoria.

“La sangre debe correr”, gruño Ka’Bandha.

“Y así lo hace. Sólo el reino boscoso élfico se mantiene aún en pie, y eso importa poco”.

“El Emperador se te escapó”.

Archaón sacudió la cabeza, con el desprecio trepando en su voz. “Como gobernante de un reino, era una amenaza. Como encarnación de los cielos, era ciertamente un enemigo digno. Ahora no es más que un hombre. Su poder ha desaparecido, sus ejércitos han desaparecido. Está vencido. Los Dioses Oscuros me han dado la victoria que anhelaba, y ahora les entregaré la suya, como prometí”.

“Es un error pensar que está derrotado”, retumbó Ka’Bandha. “Su cráneo pertenece a Khorne”.

Archaón rió, satisfecho de cómo los ojos del demonio se estrechaban ante el sonido. El Devorador de Almas sospechaba burla, pero dudaba de que el bruto sintiera cómo estaba siendo manipulado. Archaón quería matar a Karl Franz, pero no se atrevía a tantear la paciencia de los Dioses Oscuros retrasándose más. Pero hora Ka’Bandha había abordado el tema…

“Muy bien”, dijo finalmente el Elegido. “La vida del Emperador es tuya. Khorne puede tener su cráneo, pero tendré su piel desollada para mi trono. Prométeme esto, y te liberaré de tus deberes en Middenheim”.

“Tu pacto es aceptado”, dijo Ka’Bandha con la boca pequeña. Archaón se preguntó brevemente si el otro sospechaba cómo había sido usado. “La Cacería de Sangre marchará”.

Fuente[]

The End Times V - Archaón