Orgullosos y majestuosos, los Caballeros del Ciervo son una orden relativamente nueva. Evitando los estilos de guerra de guerrillas bien conocidos por la mayoría de los Talabeclandeses, los Caballeros del Ciervo se enorgullecen de luchar en compactas unidades altamente disciplinadas. Algunos les acusan de estar más preocupados con ejercicios para desfiles en vez de entrenarse para el combate, aunque su valía se ha probado una y otra vez cuando van al campo de batalla.
Los Caballeros del Ciervo son muy desdeñosos con las otras Órdenes de Caballería y se consideran los verdaderos hijos de Talabheim. Con la reciente desaparición del Conde, los mandos de los Caballeros del Ciervo se hallan en un profundo debate sobre a quién demostrar su lealtad. Aunque la Condesa parece estar emergiendo como sucesora, hay quienes sienten que el Conde Feuerbach está vivo y que dividir la atención podría ser perjudicial tanto para la orden como para toda la ciudad.