
Los gigantescos Cañones son unos de los más espectaculares ingenios militares que existen. Son máquinas de guerra formidables, aunque a veces poco fiables, cuya técnica de fabricación es conocida tan sólo por algunos expertos humanos y Enanos. Desarrollado por primera vez por los enanos, el cañón se convirtió en poco tiempo en la máquina de guerra preferida en el Imperio.
Descripción[]
Un cañón es una gran arma de fuego cargada por el cañón, luego la bala y la pólvora se carga por delante y se prende encendiendo la carga en la parte posterior del arma. En esencia los cañones son versiones más grandes y mortales de las armas de fuego. Como precursores de las armas de fuego y otras armas, los cañones representan una poderosa fuerza de la que dependen los ejércitos. Dado el número de personas necesario para hacerlos funcionar y el coste, que sólo las ciudades se pueden permitir, los cañones pocas veces están en manos de las gente común.
Cuando funcionan como es debido, unos cuantos cañones pueden derrotar al ejército enemigo más decidido, barriendo con sus disparos compactas formaciones de guerreros, reduciendo a escombros ciudades y abatiendo a monstruos temibles. Sin embargo, aunque capaces de destrozar unidades, aplastar muros y matar monstruos enormes directamente, son impredecibles, capaces de espectaculares fallos que matan a los que los manejan y muchos a su alrededor. La fabricación de esta máquina bélica es difícil; y los procesos de fundición del cañón y de la preparación de la pólvora son secretos celosamente guardados. Un proceso de fundición deficiente dejará minúsculas grietas en el cañón que pueden provocar su explosión en el momento del disparo. La pólvora utilizada puede resultar defectuosa en el momento de la ignición, o arder antes de tiempo. A pesar de los espectaculares accidentes que ocurren con frecuencia, los cañones son armas mortíferas, y han sido decisivos para obtener la victoria en más de una batalla.

El primer cañón fue presentado hace varios siglos, importado por Enanos y modificado por la Escuela Imperial de Artillería. Esas primeras armas eran o bien pequeñas y hechas de bronce o grandes cañones de hierro. Estos aparatos eran aún menos fiables que los cañones modernos. Esas máquinas de guerra a veces disparaban municiones parecidas a flechas, pero fueron reemplazadas en poco tiempo por bolas de piedra o hierro. Hace poco se ha utilizado la metralla para uso antipersonal, o la lluvia (fardos de pequeñas rocas, clavos, cristal o trozos de metal), que también es común.
Conforme el diseño y la fiabilidad mejoraron, los ingenieros instalaron esos tubos de metal en carros de madera. Al principio los cañones estaban montados en estructuras de metal sobre los muros. Haciéndolos móviles, el uso del cañón se volvió aún más popular en las legiones del Imperio. Ahora, casi cada ejército del Imperio tiene apoyo de artillería, que ha sido un elemento instrumental en muchas batallas en la larga historia de la nación (sobre todo en los recientes tiempos tumultuosos).
Fuentes[]
- Warhammer Fantasy JdR: Arsenal del Viejo Mundo (2ª Ed. Rol), pág. 50.
- Reglamento de Warhammer Fantasy (5ª Edición), pág. 82.