"Oh, Grandes Espíritus, concédeme vuestra visión, para que pueda ver qué peligros hay en mi camino."
- —Bruja Ungol anónima.
Pocas mujeres Ungol desarrollan poderes mágicos sin tener primero "la Visión". Así, la mayoría de las brujas (mujeres que pueden invocar los espíritus de Kislev) fueron antes Mujeres Sabias. Se dice que sus poderes son una bendición y una maldición al mismo tiempo, puesto que si bien las Brujas Ungol (Hag Witch) ayudan indudablemente a los suyos, han de pagar un alto precio para complacer a los espíritus, como el envejecimiento prematuro. Debido a esto, muchas Mujeres Sabias temen la posibilidad de que los espíritus contesten su llamada. Al igual que las Sabias, aquellos que sufren un duro golpe emocional (como la muerte del marido o de un hijo) también pueden ser escogidos por la Anciana Viuda y adquirir una íntima comprensión de los espíritus atormentados de Kislev. Las Brujas Ungol que adquieren el poder de esta manera a menudo viven solas, apenadas por la pérdida de sus seres queridos y su marchita juventud.
Una Visita Largamente Esperada[]
Zoya se movió hacia la ventana. Habían estado charlando toda la noche, y el ruido de las disputas rencorosas se había acercado gradualmente. Ella podía verlos. Usualmente jugaban en el hielo del arroyo o se sentaban en la hilera de árboles que bordeaban el patio. Pero ahora se acercaron a la casa, haciendo líneas en la nieve con sus cuerpos como palos.
Sabía que esto sucedería, un día. Sabía que vendrían, desde que era una niña, desde el primer vistazo que tuvo de ellos. Trató de mantenerlo en secreto, no solo de los aldeanos, que fue bastante fácil, sino de ella misma.
Y ahora estaban arañando las persianas. Zoya se armó de valor, abrió el pestillo y empujó las persianas contra el viento. Y pudo verlos claramente. Bailaron en movimientos de staccato sobre el alféizar, sus cuerpos negros y verdes como ramitas y sus dientes como el marfil.
La llamaron. Como el viento invernal que aullaba a través de ramas desnudas, sus voces cantaban en su mente.
-¿Lo quieres?- exigieron.
-¿Nos quieres?
Zoya sabía que sí. Toda su vida había querido esto, pero toda su vida también había tenido miedo, temerosa del precio que tendría que pagar.
-Sí - dijo Zoya lenta y deliberadamente- Si, lo quiero
-¿Y qué nos darás?- Cantaron las voces.
-Lo que queráis - dijo Zoya - Lo que queráis.
El Camino[]
"Toma el camino a Erengrado en el frío tormentoso del mar, y habla allí con los marineros de un centenar de islas distantes
Toma el camino a Bolgasgrado con la amarga helada mordiéndote los talones, y habla allí con los cazadores de los secretos del oso
Toma el camino a Praag en las nieves profundas de mediados de invierno y habla allí con los soldados de las sombras que arañan las paredes
Mas no viajes hacia el Territorio Troll donde la tierra se transforma y escupe y los árboles son retorcidos, y no hables con las viejas mujeres"
- —Canción tradicional kislevita