
Las masas de habitantes de las ciudades llevan una existencia precaria. Muchos alquilan sus servicios como Peones o Braceros, normalmente de forma temporal. La mayoría son individuos toscos, vocingleros y bruscos, a los que no hay nada que les guste más que cantar o silbar, encaramarse a peligrosos andamiajes, beber prodigiosas cantidades y de vez en cuando trabajar muy duro.
Descripción[]
Cualquier pueblo o ciudad tiene una necesidad constante de mano de obra sin cualificar. Siempre hay ladrillos y piedras de construcción para transportar, fardos para cargar y descargar, etc. Sin habilidades comerciales o artesanales destacables, los braceros corren bastantes riesgos y suelen ser los peor pagados de la ciudad, comparados con los Artesanos, pero cuando hay abundancia de trabajo, los Peones prosperan.
Su trabajo los lleva a todos lados. Siempre que tengan una excusa adecuada, pueden pasar sin más comentarios entre las casas de la nobleza con tanta facilidad como entre las chabolas. Los mejores empleos son las construcciones de templos, fortificaciones, grandes mansiones y similares, pues el trabajo está garantizado durante un largo período.

Muchos trabajadores trabajan en cuadrillas de 4 a 12 individuos, lideradas por un capataz que es quien encuentra el trabajo, hace los tratos y reparte los sueldos. Las mejores cuadrillas tienen relaciones desde hace mucho tiempo con los gremios de la ciudad y las casas mercantiles. Cuentan con un empleo regular, pagado un poco más de lo normal, y se les confía una amplia gama de trabajos. Otros son poco más que matones a sueldo, tan felices rompiendo piernas como cargando barcazas, y tienen vínculos con el hampa.
Cuando no están trabajando, la mayoría se encuentran en los bares más baratos del pueblo. Cada cuadrilla tiene su 'local', y rara vez se molesta en beber en cualquier otro lugar. Los vecinos tienden a darles manga ancha y, para bien o para mal, pueden poner a la gente en su camino, ya que son fáciles de encontrar. La mayoría hablará con cualquiera mientras la cerveza siga fluyendo, pero las preguntas inusuales o sospechosas siempre se remitirán al capataz, que suele ser el más inteligente y espabilado del grupo.
Los Peones son hombres prácticos, y cuando parten en busca de aventuras, como hacen muchos en épocas de desempleo, es frecuente que tengan éxito.
Imágenes[]
- Dependiendo de la fuente, esta profesión aparece como bracero o peón.