Wiki La Biblioteca del Viejo Mundo
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Bosque de las sombras

El Bosque de las Sombras, situado en la región noroccidental del Imperio, al nordeste de las Montañas Centrales, ocupando la mayor parte de Ostland. Debe su nombre a ser el más lúgubre de todos los bosques del Imperio; los árboles que crecen ahí son bastante distintos a los del resto de bosques, ya que tienen las ramas y los troncos retorcidos de forma grotesca como si fueran garras y están envueltos en capas de musgo y liquen, y han crecido tan apiñados entre sí que sus ramas casi se entrelazan como dedos fuertemente apretados. En este bosque proliferan unos hongos extraños y abotargados parecidos a enormes bejines biliosos y setas venenosas de vivos colores.

La carretera que une Middenheim y la ciudad kislevita de Erengrado pasa por este bosque, aunque es una ruta muy peligrosa. Este bosque oscuro y desapacible siempre ha tenido reputación de ser un lugar peligroso, repleto de criaturas malignas y de sombras inquietas. Solo los imprudentes se atreverían a pasar la noche en sus tenebrosas entrañas, ya que ahí acechan bandas de Hombres Bestia, de Goblins y de otras criaturas maléficas como arañas gigantes. También se rumorea que hay bandas de guerreros y adoradores del Caos que yacen ocultas e ignoradas en los rincones más lóbregos del bosque. Muchos son los aventureros que en su insensatez han penetrado en este bosque para investigar tales rumores. Pero muy pocos de ellos han vuelto a ser vistos de nuevo. Solo los convoyes fuertemente protegidos tienen posibilidades de atravesarlo con seguridad. A menudo se afirma que en el Bosque de las Sombras hay más seres indeseables que árboles.

De vez en cuando, los Condes Electores de Ostland organizan expediciones al interior del bosque después de algún ataque de las oscuras criaturas que habitan en él. Tales empresas están plagadas de peligros y todo ejército que se adentre en el bosque regresa con muchos menos guerreros que los que tenía al empezar y con un cúmulo de horribles relatos acerca de los monstruos que moran en el Bosque de las Sombras.

Ahora, tras la derrota de Archaón en Middenheim, el Bosque de las Sombras es aún más mortífero, pues lo que quedaba de su ejército del Caos huyó hacia él y ahora acechan bajo sus ramas, esperando a que los refugiados regresen a sus hogares.

También se ha detectado una gran presencia de actividad No Muerta. El nigromante Dieter Helsnicht fue derrotado aquí durante la Batalla de Beeckerhoven, en lo más profundo del bosque, si bien su cuerpo nunca fue encontrado, y los cadáveres tambaleantes y aterradores espectros que deambulan por la zona han disparado los rumores de que el Señor de la Perdición aún vaga por el lugar.

Los Hombres Bestia del Bosque de las Sombras

De todos los Bosques del Viejo Mundo, el Bosque de las Sombras es el que alberga la mayor concentración de Minotauros. Estas bestias borrachas de sangre son tan numerosas allí que llegan a formar tribus enteras, unidas bajo el mando de poderosos Minotauros Destripadores y Minotauros de Condenación. Dichas tribus incluyen a muy pocos Bestigors, porque esos Astados de menor rango saben que probablemente nunca serán lo bastante poderosos como para poder desafiar el liderazgo de un Caudillo Minotauro. En cambio, lo que sí que puede encontrarse en las tribus de Minotauros son centenares de Ungors, que se pasan la mayor parte del tiempo merodeando en torno a los Minotauros mostrándoles adoración, frotándose contra ellos, y robando sigilosamente cualquier trozo de comida que se les caiga inadvertidamente al suelo.

En combate, los Ungors se lanzan por delante de los Minotauros, encarándose contra enemigos a los que está claro que no tendrían ninguna oportunidad de derrotar en un combate limpio. Sin embargo, los Ungors no entienden de honor: cuando el enemigo en cuestión empieza a perseguirles retroceden de nuevo hasta sus posiciones de partida (apenas conteniendo una malévola sonrisa en sus deformes caras), atrayéndolo contra los Minotauros que acechan en segunda línea; la carnicería subsiguiente suele ser horripilante.

Cuando un Minotauro de Condenación convoca a la guerra a los rebaños, a ningún Hombre Bestia le cabe la menor duda de que va a tener lugar un terrible baño de sangre. De hecho, la monstruosa ansia de masacre del Caudillo Minotauro suele contagiarse rápidamente a toda la horda. Cada tribu de Minotauros de la zona se unirá de manera espontánea a la estampida. Cada Beligor sentirá el aumento palpable del ansia de sangre entre su rebaño (y hará bien en responder a esa ansia, si no quiere que un Hombre Bestia más joven y agresivo que él le desafíe por el puesto de Caudillo). Las demás bestias de los bosques también se verán probablemente atrapadas en este estallido de furia: Arpías, Garragors y gigantescas Gorgonas, todos ellos serán consumidos por una desesperada necesidad de rajar, destripar y devorar.

Fuentes

  • Libro de Ejército: El Imperio (7ª Edición).
  • Libro de Ejército: El Imperio (8ª Edición).
  • Libro de Ejército: Hombres Bestia (7ª Edición).
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