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Bretonia bosque Hombre Bestia por Vincent Dutrait

El Bosque de Arden, situado en el interior de Bretonia, es un enorme robledo de discurre por las estribaciones septentrionales de las Montañas Grises. El bosque está repleto de Hombres Bestia, aunque también pueden encontrarse Orcos, Goblins y cosas peores que descienden de las tierras elevadas y se ocultan en las entrañas del bosque para lanzar incursiones contra los campos de los alrededores. El bosque también alberga muchos lagos y pantanos, así como zonas de espesos matorrales que hacen difícil seguir el rastro de los atacantes.

Aquí habitan muchas criaturas malignas, monstruos enormes, dragones y demás bestias salvajes, por lo que el bosque atrae a muchos caballeros ansiosos por perseguirlos, darles caza y ganar fama. La mayoría de estos caballeros vuelven con vida, pero de los demás solo suele encontrarse siglos más tarde sus huesos y su armadura herrumbrosa en la guarida de algún horrible monstruo o vislumbrados en las aguas de una laguna neblinosa. En ocasiones, se hallan raíces que crecen a través de la visera de un gran yelmo o espadas clavadas en grandes robles que han ido creciendo a su alrededor

Los Hombres Bestia de Arden[]

De entre todas las amenazas anteriormente mencionadas, los Hombres Bestia son los monstruos más comunes del bosque. Se dice de los Hombres Bestia del Bosque de Arden que son los más grandes y fieros de todo el Viejo Mundo. Dicha aseveración tiene desde luego algo de verdad, principalmente porque los rebaños que habitan el Bosque de Arden contienen un número desproporcionado de Bestigors. Estos Hombres Bestia de élite se reúnen formando partidas que buscan activamente a los enemigos más poderosos contra los que poner a prueba su propia pericia en combate. Incluso en las épocas de relativa calma, los Bestigors del Bosque de Arden se enzarzan constantemente entre ellos en sangrientos rituales de batalla con los que aumentar sus habilidades, hacerse más fuertes y quitar de en medio a los individuos que no demuestren ser lo bastante duros como para merecer sobrevivir. Cuando estos rebaños marchan a la guerra, incluso la flor y nata de los Caballeros de Bretonia se lo piensa dos veces antes de enfrentarse a ellos.

Las crónicas de Bretonia recogen muchas historias acerca de rebaños del Bosque de Arden que se han aventurado más allá de la oscura arboleda para hacer la guerra contra las tierras adyacentes. Es en estas ocasiones cuando las huestes de caballería de Bretonia se ven obligadas a salir al galope para hacer frente a los salvajes Hombres Bestia, sólo para ver como sus mejores caballeros son desmontados sin contemplaciones y hechos pedazos por el rugiente enemigo. No han sido pocas las veces en que los Hombres Bestia han logrado derrotar a un orgulloso y confiado ejército bretoniano, obligándolo a retirarse hasta la seguridad de sus grandes castillos y ciudadelas. Pero ni siquiera tras sus gruesas murallas pueden sentirse a salvo los defensores, pues los Chamanes del Rebaño son capaces de convocar a enormes criaturas de los bosques, como las Gorgonas o los Cigors, con las que asaltar las fortalezas humanas. En ocasiones, los Hombres Bestia utilizan una táctica curiosa con estas moles cornudas: pequeños grupos de Hombres Bestia se acercan por la noche hasta los portones de la fortificación que piensan atacar, y montan ante ellos un gigantesco ariete cuya cabeza es un cráneo bestial.

Tras esto, los Chamanes del Rebaño convocan a una Gorgona, Cigor u otra bestia igualmente gargantuesca, y la incitan para que confunda al ariete con un enemigo. Si este engaño funciona, la bestia cargará al instante contra el ariete, con una fuerza tal que al impactarlo hará que los portones estallen en mil astillas, permitiendo a la horda de Hombres Bestia acceder al interior de la fortaleza como una verdadera marea de cuernos, garras y pelo. Por suerte para los bretonianos, este plan (arrastrar a escondidas el ariete hasta los portones, y luego atraer a la bestia para que cargue contra él) es tan rebuscado que rara vez suele salir bien. De lo contrario, las tierras de Bretonia se habrían visto pisoteadas bajo las pezuñas de los Hombres Bestia desde hace ya muchos siglos.

Existen historias de ciudades enteras de Hombres Bestia ubicadas en el corazón del Arden, y aunque no hay pruebas que demuestren esta idea inverosímil, no es del todo imposible; nadie sabe lo suficiente sobre lo que hay dentro de los bosques como para afirmar que tales ciudades no estén allí.

Asentamientos Humanos[]

A pesar de los peligros, el Bosque de Arden no está completamente desprovisto de habitantes humanos. Además de leñadores y carboneros, el bosque también contiene varios asentamientos aldeanos. Cada una de estas aldeas está rodeada por una zanja, un terraplén y una empalizada de madera. La fortaleza de piedra del noble de la región suele hacer las veces de entrada a la aldea. Los aldeanos crían animales porque, a diferencia de los cultivos, los animales pueden ponerse a salvo dentro de la empalizada en caso de ataque.

Dichos ataques son frecuentes. Los lobos y osos son la menor de las preocupaciones; los grupos de Hombres Bestia son bastante frecuentes. De hecho, una aldea situada en el bosque puede contar con ser atacada por Hombres Bestia al menos una vez al año. Se conceden extensiones de tierra (especialmente en Artois) en los bosques a los hijos de nobles bretonianos para que establezcan puestos avanzados de vital importancia contra las fuerzas oscuras. Sin embargo, la mayoría fracasan, y la zona oriental del ducado está plagada de aldeas destruidas. Solo unos cuantos logran asentarse, gobernando feudos independientes demasiado preocupados por sobrevivir en un bosque hostil como para involucrarse en otra cosa que no sea batallar contra los Hombres Bestia.

Dado que abandonar algunos de estos asentamientos se considera casi un suicidio, el grado de aislacionismo es bastante grande y en general, sus habitantes no saben casi nada del mundo exterior. Los que están cerca de una carretera principal aún pueden ser visitados por viajeros, pero los que se encuentran en las profundidades de bosque podrían no ser visitadas por nadie en toda su historia. Solo los nobles viajan aunque sea una vez al año fuera del bosque.

Existen rumores de la existencia de sectarios del Caos entre los nobles en estas aldeas aisladas e incluso de que hay aldeas enteras cuyos habitantes se aparean voluntariamente con los Hombres Bestia.

Secciones[]

Actualmente la región está repartida entre cinco ducados bretonianos (Artois, Gisoreux, L'Anguille, Lyonesse y Mousillon), con algunas peculiaridades en cada zona.

La región más grande corresponde al Ducado de Artois. En él, el bosque de Arden domina la mayor parte del ducado, que solo cuenta con una pequeña franja de tierra en su confín occidental, donde habita la mayoría de la población del ducado, siendo menor en la zona boscosa. Por alguna razón, en esta zona hay un número especialmente elevado de becerros (Hombres Bestia que nacieron sin cuernos), que generalmente son utilizados como carne de cañón por sus jefes Gors. Esto no significa que haya pocos Gors, simplemente, hay innumerables becerros. En Artois también son comunes otras criaturas tocadas por el Caos, y algunas aldeas perdidas no parecen haber sido destrozadas por las incursiones de los Hombres Bestia, sino por mutantes que han surgido de entre la población. De hecho, el nivel de mutaciones ha llevado a muchos a sospechar que existe una poderosa fuente de Caos en algún lugar del bosque.

En la zona correspondiente a Gisoreux, las regiones al sur y al este del río están relativamente civilizadas. Los caminos que unen las aldeas están patrullados, por lo que viajar por ellos no es más peligroso que por la mayoría de las demás carreteras del Viejo Mundo. Las aldeas están rodeadas por empalizadas, pero en un buen año no sufren ningún ataque. Por otro lado, nadie abandona las zonas de bosque despejadas sin una buena razón, y quienes lo hacen casi nunca regresan.

La zona correspondiente a Lyonesse se interna en la región meridional del ducado, en las antiguas tierras pertenecientes a Mousillon. Tiene algunos asentamientos en el bosque pero en general, los poblados se asientan se encuentra fuera de él, donde resisten los ataques de los Hombres Bestia.

La zona de L'Anguille también se encuentra en la parte meridional del ducado. Por alguna razón, los Hombres Bestia con cabeza de ciervo son especialmente habituales en esta sección del bosque.

La zona correspondiente a Mousillon es la más pequeña de todas pero posiblemente sea la de peor reputación. Situada en la frontera noroeste, es la zona más fértil del pantanoso y oscuro ducado, pero son pocos los que habitan cerca del bosque por su abundancia de monstruos devoradores de campesinos. Por sorprendente que esto pueda parecer, los avistamientos de Hombres Bestia son escasos en esta zona. Los zombis y esqueletos de Hombres Bestia son comunes, pero los vivos parecen evitar la zona. A pesar de esto, la presencia de tribus no es del todo inexistente y algunas aldeas de Mousillon han entrado en contacto con ellos, ofreciendo sus hijos a cambio de protección de los bandidos o ayudando en disputas con las aldeas vecinas.

Lugares de Interés[]

Fuentes[]