Boris Hippler es el actual sepulturero del cementerio de Kreutzhofen, tras la muerte hace un año de August Gruber. Vive en Weilerberg y solo viene cuando hay algún funeral y una vez a la semana para mantener en orden el cementerio. Cuando está seguro de que nadie le observa, no hace ascos a la venta de cadáveres al Doctor Entesang, quien los utiliza para sus experimentos.
Como la población del lugar es escasa, Boris se ha puesto manos a la obra en algunas ocasiones, ayudando a morir a los forasteros de algunas de las posadas de Kreutzhofen (siempre parece que caen al río y se ahogan...). Boris ha matado a tres personas en los últimos cuatro meses y, aunque tiene cuidado de que nadie los vea, los habitantes de Kreutzhofen empiezan a estar alarmados ante la cantidad de accidentes fatales en su comunidad.
Tiene 28 años, 1,78 metros de estatura, constitución media, pelo negro y corto, ojos de color castaño oscuro y la piel llena de hoyuelos. Lleva ropa de trabajo de cuero cuando realiza su oficio y ropas muy oscuras cuando está en alguna de sus misiones nocturnas.