
La Bestia de Ortschlamm es un antiguo basilisco que tiene su guarida en el pantano de Ortschlamm, morando aquí desde hace milenios. Aunque aún es un enemigo poderoso, se ha marchitado con la edad y sus ojos están nublados y oscuros.
Descripción[]
La Bestia de Ortschlamm es una asquerosa criatura del Caos, vinculada hace mucho tiempo por los fimir a las Piedras Negras de Grausee, aunque hace mucho tiempo que olvidó su propósito. Su presencia en el pantano ha convertido las aguas estancadas en tóxicas y hace que el lugar sea hostil para la mayoría de formas de vida.
Al igual que otros basiliscos, la Bestia de Ortschlamm es una gran criatura reptiliana de ocho patas. Es un basiliscos enorme, de casi 20 pies de largo: su cabeza y sus hombros se elevan por encima de los forrajeros del lago. Se mueve hacia adelante sobre sus ocho patas sucias y abre de par en par una boca cavernosa.
La criatura es claramente antigua y está enferma, con movimientos paralíticos inestables y arrítmicos. Muchos de sus dientes están rotos o le faltan, y su pálida piel verde cuelga en grandes pliegues alrededor de su estructura escamosa y marchita. Entorna los ojos y resopla mientras se mueve a través de las brumas, con ojos pequeños y nublados por gruesas cataratas. Ha perdido gran parte de la vista, por lo que su mirada petrificante es mucho menos potente que la de un basilisco normal. Aun así, es una visión temible ya que, si bien puede estar lejos de su apogeo, un golpe de sus temblorosas garras todavía puede partir en dos a una persona.
Si el basilisco muere y la piedra ogham central de la Piedras Negras aún está en pie, el basilisco muerto se regenerará lentamente, sus heridas se cerrarán de forma lenta y dolorosa, conforme la antigua magia de la fimir muerta haga que rejuvenezca el protector de la piedra. Finalmente, y después de varias semanas, volverá a ponerse en pie en el pantano de Ortschlamm como lo ha hecho otras muchas veces antes.
Si se hubieran extraído partes de su cuerpo cuando estaba muerto, dichas macabras partes despertarán en una semana y se soltarán rodando libremente, buscando otras partes del basilisco con las que combinar, dejando rastros de sangre y de Dhar negro por donde se hayan arrastrado en dirección a Ortschlamm. Esto causará un problema particular a quien haya comido tontamente carne de basilisco. Lo que empieza como un vago tirón en dirección a Ortschlamm pronto es seguido por dolores punzantes y terribles erupciones.