Wiki La Biblioteca del Viejo Mundo
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Antigua y esplendorosa, Bel-Aliad fue la capital de Arabia en tiempos de la gloria de Nehekhara. Se la consideraba la joya de la corona de un vasto imperio, hogar del Gran Sultán y centro de la cultura y del comercio de Arabia. Era una ciudad repleta de riqueza y gloria, que fue reducida a un aciago recuerdo por las hordas de No Muertos de Arkhan el Negro.

Descripción[]

Bel-Aliad se sitúa al noreste del Gran Desierto de Arabia, entre las perdidas arenas del desierto, muy cerca de la frontera con la Tierra de los Muertos. Actualmente es una ruina cubierta de arena, de ahí su sobrenombre, la "Ciudad del Polvo". Además, se dice que cientos de maldiciones pesan sobre estas ruinas. Estas historias son suficientes para alejar a cualquier viajero, así como a los experimentados mercaderes, quienes advierten del peligro de esta tierra. Aun con sus advertencias, son muchos los necios dispuestos a explorar sus abandonadas estancias en busca de tesoros y riquezas olvidadas. Fue en estas ruinas donde Mahik al'Rak crea el Portal del Crepúsculo en el año 1230 CI. Bel-Aliad ejerce actualmente como base del Culto a los Espejos, donde sus discípulos veneran a Tzeentch en secreto. Como testimonio de ello tenemos al contingente cruzado que se aventuró en la ciudad en el 1475 CI. En sus intentos por saquear las ruinas, activaron el Portal del Crepúsculo por error, acabando en el Reino del Caos.

En tiempos pasados, Bel-Aliad fue una maravilla digna de admirar. Fundada por los nómadas del desierto exiliados de Bhagar en una era olvidada, se alzaba orgullosa en el desierto, como capital del imperio árabe y hogar del Gran Sultán. Junto a la magnífica Nehekhara, ambas civilizaciones crecieron en riqueza y poder durante siglos, conviviendo en relativa paz. Pero todo esto cambió con el ascenso de Nagash y la llegada de los No Muertos. Arabia se mantuvo al margen de la guerra al este, enviando eventualmente a sus ejércitos para acabar con el nigromante. Y esta acción les condenaría a su venganza. Tiempo después, el vampiro Abhorash llegó a Bel-Aliad, y allí creó el cuerpo de guerreros de élite conocido como los Kontois. Estos expertos guerreros defendieron la ciudad de toda amenaza, y la más preocupante de ellas fue la invasión de Neferata en el año -1152 CI, durante el reinado del Gran Sultán Muntasir. Tras la caída de la civilización de Nehekhara, Neferata y sus fieles se quedaron sin un reino que gobernar, y sus ojos se posaron sobre la vecina Arabia, que aun se erguía orgullosa. Así fue que Neferata congregó, utilizando su ladina influencia, a varias tribus nómadas árabes, y asaltaron la capital de Arabia. El asalto de la Serpiente de Arena, como era conocida Neferata entre los árabes, fracasó, en buena medida gracias a la acción de Abhorash y sus mejores Kontois, quienes abandonaron la ciudad poco después. La vampiresa acabó atravesada por una lanza de caballería, y su cadaver oculto en un sarcófago en las profundidades de Bel-Aliad.

Mas ese no fue el final de la vampiresa. Sus susurros fueron dirigidos a uno de los Kontois, Khaled al Muntasir, uno de los muchos hijos del Gran Sultán, y a su hermana Anmar bin Muntasir. Poco a poco fue tentando a ambos jóvenes, hasta que se decidieron a liberarla, y como recompensa, fueron transformados en vampiros. Así fue que la vampiresa y sus lahmias comenzaron a ganar poder e influencia en la corte de la ciudad, propagando además una nueva religión, el culto a Mordig, el Dios Necrófago. Su influencia se extendió por toda Arabia, y en Bel-Aliad, una lucha encarnizada se desató entre los fieles de Neferata y los hombres del Gran Sultán, dirigidos por Al-Khattab, comandante de los Kontois. La dura lucha entre ellos derivó en una guerra civil en la ciudad, donde los nobles tomaron uno de los dos bandos, y enfrentamientos se dieron en las calles y en los palacios. Pero mientras la lucha duraba y los enfrentamientos entre un bando y otro eran comunes, otro mal acechaba desde el este.

En el año -1150 CI, llegó la ira de los No Muertos hasta su umbral. En Bel-Aliad, fueron azotados por tormentas de arena y vientos cálidos llegados del este. La población comenzó a desfallecer ante la hambruna, pues los campos se anegaron de arena, y poco a poco los habitantes fueron pereciendo. Y tras meses de penuria, llegaron los muertos. Los pocos supervivientes del ataque nos narran en sus testimonios como, durante los festejos del dios Djaf, el cielo se tornó negro. Una gigantesca tormenta de arena devoró la ciudad, e incluso cuando esta hubo pasado, nadie estaba a salvo. Una gran plaga de insectos llegó del este, devorando a quienes se cruzaban en su camino, y tras ellos, marchaba la marea de muertos de Arkhan el Negro. La ruina de la ciudad fue completa, dando inicio por tanto a la Guerra de la Muerte, y condenando al pueblo árabe a una larga y terrible guerra que derramaría su sangre por siglos. Tras su destrucción, Bel-Aliad pasó a ser conocida como la Ciudad del Polvo.

En Bel-Aliad se adoraba a los dioses de Nehekhara, especialmente a Djaf y Khsar, una práctica que compartían el resto de ciudades de Arabia más occidentales. Bel-Aliad se incluye en el mapa de las conquistas de Alcadizaar el Conquistador. Esto sumado a algunos títulos de los regentes de Nehekhara, como Settra, que era llamado “Tirano de Arabia” y “Archisultán de las Atalanas”, indica que Arabia se encontraba bajo vasallaje de Nehekhara, o al menos, que era obligados a pagar tributos a los poderosos gobernantes vecinos. Incluso algunos reyes orientales, tales como Nebmakhet, llegaron a gobernar la ciudad. Arabia era una nación fiel a Nehekhara, pero no siempre se mantuvieron de rodillas. En el año -1744 CI, Bel-Aliad se enfrentó a un ejército de Bhagar y Ka-Sabar, pues los mandatarios de Bel-Aliad habían enfrentado a sus señores de Nehekhara, y estos últimos les acusaron de aliarse con Nagash. Suhedir al-Khazem fue el Gran Sultán que encabezó la batalla contra los invasores del este, pero fue finalmente derrotado en la Batalla de Bronce. Volvió a rendir pleitesía a Khemri, pero aunque pudo salir con vida, no evitó el saqueo de Bel-Aliad por parte de los salvajes bhagaritas.

Fuentes[]

  • Ejércitos Warhammer: Demonios del Caos (8ª Edición), pág. 18.
  • Ejércitos Warhammer: Reyes Funerarios (6ª Edición), págs. 12, 13.
  • Novela: Nagash, el Hechicero, por Mike Lee.
    • Capítulo 5.
    • Capítulo 10.
    • Capítulo 13.
    • Capítulo 14.
    • Capítulo 17.
  • Novela: Master of Death, por Josh Reynolds..
    • Capítulo 6.
    • Capítulo 7.
  • Novela: Neferata, por Josh Reynolds.
    • Capítulo 5.
    • Capítulo 6.
    • Capítulo 7.
    • Capítulo 8.
    • Capítulo 9.
    • Capítulo 10.
    • Capítulo 11.
    • Capítulo 12.
  • White Dwarf 275 (Edición Inglesa), pág. 18.
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