Batalla del Pantano Mordedor

La Batalla del Pantano Mordedor fue un enfrentamiento que se desarrollo durante la Gran Guerra contra el Caos.

Historia[]

Durante la Gran Guerra contra el Caos, ejércitos de demoníacas monstruosidades balbuceantes se dirigieron hacia el Sur, hacia el Imperio. La horda avanzó sobre una marea de magia, de forma que, a medida que luchaban abriéndose camino hacia el Sur, el territorio iba deformándose y mutando a causa del terrible poder de los Dioses del Caos. Tierras que anteriormente eran verdes y fértiles se convirtieron en desiertos cubiertos de huesos rotos. Las arboledas se convirtieron en bosques demoníacos de árboles con tan sólo ramas y raíces. Ríos de sangre rancia burbujeaban a través de las llanuras cubiertas de huesos, mientras en su interior nadaban peces con escamas de fuego. Durante la Batalla de las Puertas de Kislev, los ejércitos del Caos fueron detenidos por las fuerzas combinadas del Imperio dirigidas por Magnus el Piadoso. Durante las semanas siguientes a esta batalla, los zelotes de Magnus persiguieron a los ejércitos del Caos que se retiraban por las mágicamente mutadas tierras; cazándolos y destruyendo los restos de la gran horda de los Poderes Oscuros y devolviendo al mundo su orden natural.

En la Batalla del Pantano Mordedor se enfrentaron los vengativos humanos y el ejército del Caos que se retiraba. El ejército Imperial que había derrotado a las fuerzas del Caos en la Batalla de las Puertas de Kislev estaba compuesto por una mezcolanza de soldados profesionales, bandidos y zelotes religiosos, después de la victoria de Magnus, su ejército se fragmentó en numerosas facciones. Algunos regresaron a su hogar; mientras que otros, a pesar de los esfuerzos de Magnus por mantenerlos a raya, persiguieron al derrotado enemigo. Muchos hombres se habían visto afectados por el poder del Caos durante el combate y se habían vuelto locos. La mayor parte de estos pequeños ejércitos desaparecieron en los Desiertos del Caos sin que jamás volviera a saberse nada de ellos. La Batalla del Pantano Mordedor es una de las pocas de las que se conocen algunos detalles.

Después de la derrota del Caos, una gran fuerza de combate se retiró hacia el Norte con el gran botín que había conseguido en los saqueos durante la guerra. Entre otros objetos, en el botín se encontraba un icono del Templo de Ursus, en Kislev. Este icono era una reliquia muy reverenciada por los kislevitas por sus poderes mágicos de curación. Este ejército estaba al mando del poderoso Señor del Caos Helgrim Darkblade, un guerrero con poderes sobrenaturales que había gozado durante muchos años del favor de los Dioses del Caos. Ahora se encontraba con que su retirada estaba bloqueada por el horripilante terreno transmutado durante el avance de la horda del Caos. Concretamente, se encontró frenado por el Pantano Mordedor, una vasta extensión pantanosa en la que el suelo había adoptado la forma de miles de bocas mordedoras ocultas justo bajo la superficie. Estas bocas eran imposibles de detectar o evitar, por lo que el primer atisbo del peligro que tenía un guerrero era ¡ver cómo el suelo se levantaba para engullirlo entero! El Comandante Helgrim se dio cuenta de que su ejército iba desapareciendo lentamente mientras el enemigo se le acercaba más y más, aparentemente indiferentes a las bajas sufridas entre sus filas. De hecho, el ejército Imperial seguía hacia adelante empujado por el fanatismo del cazador de brujas y mutantes y agitador de masas Nikolai Mouss, un demente pero carismático ex-sacerdote de Sigmar. Nikolai había jurado morir antes que dejar que Helgrim escapara con el icono robado del Templo de Ursus, y había reunido un grupo de guerreros que pensaban como él. Su persecución del ejército del ejército del Caos en retirada había sido implacable. Su ejército había perdido muchas tropas en el paisaje mutado por el Caos; pero esto, en vez de disuadir a Nikolai, simplemente reforzó su determinación por recuperar el icono.