Heinrich Kemmler, conocido para la posterioridad como el Señor de Nigromantes, antaño fue un gran y poderoso hechicero. Celoso de su fama, sus rivales conspiraron contra él y le derrotaron. Destruida su fama y su mente, Kemmler huyó hacia tierras inhóspitas por las que vagó durante muchos años. Su regreso al poder se produjo tras descubrir por casualidad un lugar de gran poder: la tumba de Krell, en la Puerta de la Muerte, en lo alto de una de las montañas de la cordillera conocida como Las Cuevas. En este lugar invocó la energía del difunto Señor Krell y sus malignos ejércitos enterrados junto a él. Vigorizado por todo este poder, el Señor de Nigromantes levantó un gran ejército de No Muertos con el que regresó a su tierra natal para vengarse de sus enemigos.
En la Batalla de la Puerta de la Muerte, un ejército Imperial tuvo la oportunidad de derrotar al Señor de Nigromantes antes de que sus fuerzas fueran indestructibles.
Campo de Batalla[]
El campo de batalla es el extremo final de un valle que conduce a la Puerta de la Muerte, formado por las montañas impasables que se extienden más allá. El túmulo de Krell se encuentra a la sombra de estas montañas. Alrededor del túmulo hay cinco menhires que delimitan el cementerio y bajo los cuales se encuentra una gran parte del poderosos ejército de los No Muertos.
Imágenes[]
Fuente[]
- White Dwarf 61, págs. 54 y 55.