La Batalla de la Abadía de la Maisontaal es un escenario clásico de Warhammer, que fue publicado por primera vez bajo el nombre de "Return of the Lichemaster" (El retorno del Señor de Nigromantes) durante la tercera edición, publicado en Citadel Journal, en el número correspondiente a la primavera de 1986.
En él se narraba el ataque por parte de las fuerzas de los no muertos (lideradas por Heinrich Kemmler y Krell) y de los Skaven (lideradas por Throt el Inmundo y Meek Gnawdoom) a una abadía dedicada a Taal, el dios de la naturaleza, en las tierras de Quenelles, en Bretonia.
Durante la 6ª edición el escenario reaparecería en la White Dwarf, actualizada. La historia aquí escrita corresponde a la última revisión.
La batalla de La Maisontaal[]
La batalla de La Maisontaal, librada en el año 2491, acabó con una victoria espectacular de las tropas bretonianas del Duque Tancred.
Aunque al principio las tropas skavens y no muertas lideradas por Heinrich Kemmler luchaban juntas, esta insólita alianza finalmente se rompió cuando los traicioneros skavens desplegaron una innumerable cantidad de infernales lanzallamas de disformidad entre las filas de zombis en un intento de destruir al Señor de los nigromantes. El nigromante caminó imperturbable a través de las llamas de color verde y convocó a sus tropas para enfrentarse a sus aliados traidores. El Duque Tancred dejó que las tropas de los Skavens y No Muertos se enfrentasen mientras reunía a su ejército para llevar a cabo una carga heroica, que lanzo contra las tropas skavens y que consiguió dividirlas. A pesar de ello, los hombres rata lucharon con desesperación, atacando a ambos contrincantes.
Mientras Throt el Inmundo dirigía a sus creaciones mutantes hacia las tropas bretonianas y no muertas, el Vidente Gris Gnawdoom se precipitó en el campo de batalla ayudado por el poder de su magia. Acompañado por un grupo pequeño de acechantes nocturnos ataviados de negro, se las ingenió para abrirse camino hasta el interior de la capilla de Taal y recuperar el Arca Negra. Bagrian, el sumo sacerdote de Taal, fue asesinado durante este ataque, ya que recibió innumerables puñaladas envenenadas de manos de un asesino. Muchos dicen que Bagrian merecía su destino y que su interés por la piedra bruja había trascendido hasta los confines del Caos.
Una vez que Gnawdoom tuvo en su poder este objeto sagrado, huyó del campo de batalla dejando que el resto de los Skavens fuesen aniquilados. Thror escapó de la batalla, pues su constitución mejorada mediante el uso de la Piedra Bruja lo mantuvo con vida a pesar de haber sufrido graves heridas. Se rumoreó que al concluir la batalla, requirió los servicios del Clan Eshin para vengarse del traicionero Gnawdoom.
Los bretonianos sufrieron innumerables bajas debido a la presión irrefrenable de los No Muertos, que contaban con la poderosa y devastadora magia de Kemmler para volver a levantar a los caídos en combate y unirlos mediante la voluntad de su pensamiento. Cuando el Señor de los Nigromantes, cansado por el esfuerzo de la batalla, dio un respiro, advirtió que el vidente gris skaven ya había huido llevándose su botín. Se había deslizado entre las sombras y había desaparecido.
Los monjes de Taal se encomendaron a su dios implorándole ayuda para sobrevivir a la batalla y para que los bretonianos regresaran a sus tierras con su honor intacto. El Duque Tancred consagró el resto de su vida a la búsqueda del Señor de los Nigromantes, al que encontró por fin en la Batalla del Puente de Montfort, donde selló su propio destino. Algunos rumores dicen que Tancred todavía camina por el mundo de los vivos, condenado a la no muerte por el Señor de los Nigromantes.
Trasfondo 5ª Edición (pendiente de adaptar)[]
Una de las flechas más celebradas del calendario Imperial es el año 2491, cuando tuvo lugar la Batalla de la Abadía de La Maisontaal. Este edificio religioso está situado en una de los pasos de montaña de las Montañas Grises que separan el Ducado de Quenelles, en Bretonia, y la provincia de Wissenland, en el Imperio. La abadía es el centro del Culto a Taal, el dios de la naturaleza en su aspecto más salvaje.
A principios de este año, Barian, Sumo Sacerdote de Taal y Abad de la Abadía de La Maisontaal (además de ser un poderoso hechicera, como la mayoria del clero), robó de Plagaskaven, en el centro del gran imperio subterráneo, un poderoso artefacto Skaven conocido como el Arca Negra. Este cofre sagrado contenía una gran cantidad de piedra de disformidad en estado puro; y para los Skavens era un símbolo sagrado, un favor de la Rata Cornuda. El Sacerdote de Taal quería la piedra de disformidad para alimentar sus extraños experimentos mágicos, pero subestimó los poderes de los Videntes Grises. A pesar de las defensas mágicas que protegían la cripta de Bagrian, los Videntes no tardaron mucho en localizar el Arca Negra. El Vidente Gris Gnawdoom se puso inmediatamente al frente de un ejército para recuperar el Arca y devolverla al lugar al que pertenecía. Los Skavens asediaron la fortificada abadía durante dos días, y al anochecer del tercer día, con la mayor parte de las murallas derruidas, los Slavens se prepararon para el asalto final. Para su sorpresa, una nueva fuerza llegó al campo de batalla con la evidente llegó al campo de batalla con la evidente intención de atacarles. Era un ejército No Muerto dirigido por Heinrich Kemmler, el temido Señor de los Nigromantes. En esos días, las fuerzas de Kemmler y Krell estaban asolando la frontera de Quenelles. El Nigromante había notado la presencia muy cercana de la preciada piedra de disformidad y se había dirigido a toda velocidad hacia la abadía. Con una fuente de energía mágica tan potente, ¡Kemmler estaba seguro de que podría reanimar a todos los muertos existentes entre las Montañas Grises y Brionne! Mientras tanto, Tancred, el Duque de Quenelles, tras reunir a sus Caballeros, se dirigía hacia las Montañas Grises después de obtener de los Elfos Silvanos permiso para pasar sin contratiempos a través del Bosque de Loren. Tancred estaba decidido a detener al Señor de Nigromantes de una vez por todas, y ya estaba muy cerca de las Montañas Grises cuando recibió un mensajes telepáticos de Bagrian en que este le pedía ayuda. Tancred llegó a la abadía, pero demasiado tarde para los defensores, pues los Skavens se habían aliado con los No Muertos para aplastarlos. Tan sólo la Capilla de Taal seguía milagrosamente intacta. Afortunadamente, la importancia del Arca Negra causó la disolución de esta impía alianza: y cuando llegaron los Bretonianos, se encontraron a los Skavens y los No Muertos luchando entre ellos por conseguir la preciada piedra de disformidad. Tancred desplegó a sus Caballeros y esperó hasta que ambos bandos quedaron muy debilitados. Una vez llegado el momento, los Bretonianos cargaron y la batalla se resolvió en una gigantesca y muy confusa refriega.
Gnawdoom y su pequeña unidad de guardaespaldas Alimaña huyeron del campo de batalla, dejando al resto del ejército atrás consiguiendo huir por pelos a los túneles. Habían conseguido su objetivo. ¡El Arca Negra regresaba al lugar que le correspondía! El resto no tenía importancia alguna.
La caída de la noche fue lo único que salvó a Kemmler y Krell de ser totalmente aniquilados por los Bretonianos. Aprovechando la oscuridad, estas dos criaturas del mal desaparecieron en los bosques, con sus fuerzas totalmente destruidas.
Los Caballeros del Duque Tancred salieron victoriosos y salvaron a los monjes y campesinos que todavía estaban encerrados en la Capilla de Taal, orando por su salvación. Bagrian había encontrado su destino al morir a manos de un Asesino Skaven mientras intentaba alejar frenéticamente a los Skavens de su ambicionada Arca Negra. Ese es el precio que tuvo que pagar pos su avaricia ¡Que Taal se apiade de su alma!
Fuentes[]
- Suplemento: Manuscritos de Altdorf - Tomo II.
- White Dwarf 56, pág. 66.