Wiki La Biblioteca del Viejo Mundo
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Pocos cuentos de la ciudad de Mousillon son tan extravagantes como la descripción de un reino oculto bajo la ciudad, una corte de Necrófagos tiranizados por un monstruo. Inevitablemente, este cuento en particular es verdad. Pocos en la ciudad sospechan del tamaño y extensión de la Baronía de los Condenados, pero todos sufren sus depredaciones de alguna manera. Parásita que vive de la miseria y la debilidad de la gente de arriba, la Baronía es probablemente el lugar más civilizado de la ciudad, aunque al mismo tiempo es el más brutal.

Descripción[]

Afregar, un Duque de Mousillon largamente olvidado, tuvo ambiciones más allá de sus capacidades y recursos. Quería una ciudad moderna como las que había visto en el Imperio o como las poderosas fortalezas construidas por los Enanos de las que había oído hablar. Contrató a los mejores arquitectos de Nuln y los dedicó a mejorar Mousillon para que representara la cumbre tanto de la tradición como la modernidad de Bretonia. Lo primero que necesitaba era un moderno sistema de alcantarillado para hacer frente al extremadamente pobre drenaje de Mousillon. Afregar puso de inmediato a sus arquitectos a iniciar los trabajos de excavación de un impresionante sistema de alcantarillado bajo las calles de la ciudad, con altos techos abovedados y columnas talladas, de modo que la ciudad de Afregar fuera tan dramática tanto por debajo como por encima de las calles. Por desgracia, con menos de una cuarta parte de las alcantarillas finalizadas, el dinero de Afregar se agotó, y poco después murió en un accidente de caza cuando su caballo tropezó con una topera. Las alcantarillas quedaron incompletas y más tarde se olvidaron, como Afregar.

Eso fue hace más de trescientos años. Las alcantarillas aún siguen debajo, y con siniestra inevitabilidad, han sido colonizadas por lo peor de los habitantes de la ciudad. Una colonia de Necrófagos terminó por infestar las alcantarillas de Mousillon, y estas criaturas comedoras de carne a veces dejan de pelearse lo suficiente como para atacar a la población de la superficie. Los Necrófagos son peligrosos, pero están mal organizados, contentos de sobrevivir bajo la ciudad y nada más. Eso fue hasta que apareció entre ellos uno capaz de gobernar.

Necrofagos 5ª

No se sabe casi nada sobre el Caballero Caníbal, el Rey de los Necrófagos. Son relativamente pocos en la ciudad los que han oído hablar de él. Algunos cuentos relatan de cómo era un hombre de la ciudad que deseaba vengarse de sus compañeros humanos por alguna razón, que descendió bajo las calles para domar a los Necrófagos. Es igualmente posible que solo sea un Necrófago particularmente fuerte y cruel que despejara su camino hacia lo alto de la cadena alimenticia y se quedara allí.

Lo que quiera que sea el Caballero Caníbal, las historias más comunes cuentan cómo ha convertido la ingobernable colonia Necrófaga en un reflejo del propio reino de Bretonia. El Caballero Caníbal es el rey, y tiene Duques a su mando (Necrófagos especialmente fuertes y violentos) gobernando a los Necrófagos más humildes (los plebeyos) más abajo. La relativa inteligencia del Caballero Caníbal implica que puede negociarse con él y una banda de los muelles (la Garde Cimetiere) afirma que son aliados del Caballero Caníbal y que este envía legiones de Necrófagos tras los que les desafían. Sea cierto o no, la pregunta está abierta y quizás el Caballero Caníbal algún día envíe su ejército de comedores de carne tras la Garde Cimetiere por tener la audacia de afirmar tal cosa. Sin embargo, si es cierto, esto sugiere que los criminales más malvados y duros de estómago de la ciudad podrían encontrar un posible aliado en el Caballero Caníbal y su reino bajo las calles.

La propia Baronía consta de secciones de alcantarillado improbablemente grandes, parecidas más a cámaras abovedadas de una catedral subterránea que a conductos de residuos de la ciudad y toscos túneles de conexión excavados por los Necrófagos. La Baronía es un reino en miniatura con sus propias aldeas de chabolas y secciones amuebladas y decoradas como degradados palacios para los Necrófagos de más alto rango. El "palacio" del Caballero Caníbal es un cruce extraordinario de secciones de alcantarillado donde el propio Caballero se sienta sobre un trono de huesos bastante roídos y gobierna una corte de bufones, gladiadores y pequeños hechiceros. Gran parte de la Baronía reside en total oscuridad y es dudoso que alguien de la ciudad de arriba haya penetrado más de unos pasos en la Baronía y regresado con vida.

Afregar invirtió asombrosas cantidades de dinero en las alcantarillas, y son una hazaña verdaderamente sorprendente de la ingeniería y la artesanía, así como un poderoso símbolo de la ambición infructuosa de Afregar. Pobremente iluminada en varios lugares por antorchas y la extraña colonia de líquenes brillantes, las alcantarillas son oscuras y misteriosas, sus altos techos abovedados a menudo se pierden en las sombras y la pálida luz reflejándose extrañamente en los canales de maloliente agua que recorre el centro de cada sección. Los Necrófagos viven en improvisadas chabolas y cuevas excavadas en las paredes de piedra, agrupados en pueblos no muy distintos a los de los campesinos de Mousillon.

Banderas grandes y feas cuelgan aquí y allá imitando los escudos de armas de los nobles Bretonianos, a menudo usando emblemas heráldicos como calaveras, conchas de caracol, manos cortadas y otras cosas extrañas. Las banderas indican las zonas bajo el domino de los duques del Caballero Caníbal. Los mismos duques viven en improvisadas fortalezas construidas con trozos de madera y pedazos de mampostería caída, en las secciones más grandes de alcantarillas.

La atmósfera aquí es surrealista, inquietante y obscena. Las alcantarillas están llenas de agua estancada que mana del Grismerie, y apesta. No es raro ver el cadáver de un animal o un Necrófago flotando en ella. Los signos de los hábitos alimenticios de los Necrófagos abundan si uno se fija en ellos, un roído hueso de pierna que podría ser Humano o los restos hecho añicos de una calavera que definitivamente lo es. Los Necrófagos no viven exclusivamente de la carne humana, pero cuando quieren darse un lujo, solo lo hacen con carne Humana. Es difícil evaluar el tamaño de la Baronía, pero sin duda está habitada por al menos cientos de Necrófagos, y posiblemente muchos más, ya que nadie sabe cuantas alcantarillas construyó Afregar antes de fracasar el proyecto.

La Corte del Caballero Caníbal[]

Siervos del Caballero Caníbal

La Corte del Caballero Caníbal llena un sección entera de alcantarillado, un enorme cruce en T que se parece más a la nave de una inmensa iglesia que a una alcantarilla. Cuatro enormes columnas estriadas sostienen el techo en el centro, y entre esas columnas hay una pequeña pirámide escalonada en cuya cima está el trono del Caballero Caníbal, hecho de huesos, cráneos y armas de trofeos, todo tomado de los intrusos que se extraviaron en la Baronía. Las banderas de los duques cuelgan por todas partes, pues cada uno de los burlescos aristócratas de la Baronía quiere colgar sus colores cerca de su rey, y hay muchos tesoros obtenidos de la Ciudad Perdida mostrados aquí, desde mobiliario antiguo hasta hermosos tapices que se han oscurecido por la humedad.

Alrededor del trono, el Caballero Caníbal ha reunido los adornos de un monarca, desde aduladores cortesanos a bufones y bardos. Necrófagos vestidos con túnicas de heraldo tocan horribles notas desafinadas en trompetas robadas para anunciar la llegada de invitados a la corte. Los escribas de la corte garabatean galimatías en grandes tomos descompuestos saqueados de la Ciudad Perdida. La corte está siempre ocupada, ya que el Caballero Caníbal no duerme nunca y los Necrófagos de la Baronía están sucesivamente adulando y ambicionando ganar el favor de su señor.

Fuente[]

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