Conocida como la Atalaya Alta, es la primera y mejor defensa de la ciudad. Las puertas están siempre abiertas, salvo en momentos de crisis.
Descripción[]
La Atalaya Alta tiene cuatro rastrillos independientes de hierro negro, bien engrasados y conectados a una serie de palancas que pueden liberar las puertas para que se cierren de golpe con una simple orden. Las paredes y el techo de este túnel están llenos de agujeros, ofreciendo un gran campo de visión a ballesteros y soldados para verter aceite hirviendo en caso de que un ejército realmente llegue tan lejos. El túnel se extiende por cerca de 70 metros a través de las negras paredes del Taalbaston y está iluminado por enormes antorchas y candelabros colgando del techo cada 3 metros. Aunque los barrenderos trabajan para mantener limpio el túnel, el hedor de las personas y los animales, sobre todo en verano, puede llegar a ser insoportable.
En todo momento hay una rama especial de La Guardia de la Ciudad acuartelada en la Atalaya Alta. La Guardia de Taalbaston se considera a si misma un cuerpo de élite, aunque la mayoría se aburren y complacen por la pintoresca naturaleza de su trabajo. La Guardia del Taalbaston es célebremente conocida por entretenerse interrogando y registrando intensamente a los viajeros que pasan por las puertas.
Suponiendo que alguien posea la documentación adecuada para pasar por la Atalaya Alta, se encontrará con una vista impresionante delante de ellos -la ciudad entera de Talabheim se extiende bajos sus pies, y el interior del Taalbaston se extiende hasta el horizonte. El Paseo del Hechicero comienza otra serie de zigzagueos cuesta abajo hacia el Distrito Mercantil.
Fuente[]
- Warhammer Fantasy JdR: Terror en Talabheim (2ª Ed. Rol), págs. 12 Y 14.