Wiki La Biblioteca del Viejo Mundo
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Abdul-el-Crud

Abdul-el-Crud

Arabia es una tierra bella y exótica, pero puede llegar a ser terriblemente peligrosa. Los enemigos afloran en cada esquina, y en los juegos de poder de la corte de Arabia existen rivalidades que solo pueden ser saldadas con sangre. Ese es el papel de multitud de sicarios y criminales a sueldo, quienes no encuentran dificultades a la hora de borrar del mapa a rivales y adversarios. Los Asesinos Árabes son habilidosos guerreros, acabando con sus víctimas en ataques fugaces y sigilosos, gracias a su manejo de las armas y las artes mágicas. Muchos de estos maestros de la muerte rondan las llanuras conocidas como la Tierra de los Asesinos, repleta de mercenarios y criminales sin escrúpulos, donde venden sus servicios al mejor postor.

La habilidad de los asesinos árabes con cuchillos, dagas y otras armas blancas es legendaria. Además, su sigilo es sobrehumano, infiltrándose sin mayor dificultad en fortalezas y palacios. Su excelente entrenamiento marcial se ve respaldado por artes arcanas, pues algunos de los objetos que portan escapan de lo ordinario. Gracias a multitud de estos artefactos mágicos, la labor de exterminar a su objetivo se vuelve mucho más sencilla. Los asesinos árabes han mantenido relaciones con los asesinos skavens, aprendiendo de ellos las más infames tácticas para el asesinato.

A lo largo de la extensa historia de Arabia han surgido multitud de asesinos de renombre, que se han forjado una reputación a base de acabar con destacados objetivos. Entre ellos podríamos destacar a Abdul-el-Crud y a Tajahrajah el "Cortacuellos". Aunque la mayoría de asesinos trabajan solos, en ocasiones forman alianzas o incluso asociaciones. Grupos estructurados y organizados, que representan un verdadero peligro para sus enemigos. Sin duda, el más famoso clan de asesinos de Arabia es la Hermandad de la Serpiente. Sus asesinos-sacerdotes veneran a un terrible y antiguo dios, y son célebres por utilizar terribles objetos mágicos contra sus enemigos, tales como el Cinturón de la Cobra. Ganaron tal influencia en las cortes de Arabia que el Gran Sultán del momento se vio obligado a nombrarlos enemigos de la corona, persiguiéndolos hasta la muerte. Pero aun en la actualidad, la Hermandad de la Serpiente ostenta un formidable poder en las cortes de Arabia, pues nadie está a salvo de sus dagas.

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