Durante el Asedio de Montarrio, la fortaleza cambió de manos doce veces. La causa fue la naturaleza traicionera de las Espadas de Tranio, una unidad de mercenarios que participó en el asedio. Su comandante, Tranio el Traicionero, cambió constantemente de bando durante el asedio, aceptando los sobornos de ambos comandantes. Ni una sola vez dejó de cambiar de bando cuando la situación parecía favorecer al otro bando. Finalmente, después de doce semanas de duros combates, ambos ejércitos estaban tan exhaustos que Tranio ordenó a sus hombres que atacaran a los dos ejércitos. Tranio derrotó a la guarnición del castillo y a los asediantes, saqueando lo que quedaba de sus tesoros y declarándose a sí mismo Príncipe del Castillo de Montarrio.
Fuente[]
- Suplemento: Asedio (5ª Edición), pág. 30.