Artilugio de los Dioses

El Artilugio de los Dioses, también conocido como el Motor de los Dioses, es una poderosa reliquia de los Ancestrales usada por los Hombres Lagarto durante los tiempos de guerra. Estas reliquias son una rareza y fueron utilizadas por primera vez por el Profeta de Sotek, Tehenhauin.

Se considera que sólo los más venerados de los Estegadones más ancianos tienen la fuerza suficiente y el temperamento adecuado para llevar estos artefactos arcaicos. También en raras ocasiones estos artefactos son situados en la parte trasera de un poderoso Arcanadón, una bestia rara de las profundidades de las selvas de Lustria.

Si los Hombres Lagarto alguna vez tuvieron conocimiento de cómo funcionaban estas antiguas maravillas, lo perdieron hace mucho tiempo. Sin embargo, sí saben cómo activarlos: cuando los glifos se tocan en el orden correcto, el dispositivo vibra con energías arcanas. Las energías desatadas por el Artilugio son terribles para la vista, como es la carga de la bestia que la lleva. La combinación de ambos efectos es a menudo más de lo que el enemigo puede soportar.

Historia[]

En el momento cumbre del Asedio de Quetza, el Profeta Tehenhauin condujo a un pequeño y selecto grupo de discípulos al interior de las humeantes junglas que rodeaban la Ciudad-Templo. El Profeta de Sotek volvió al salir el sol del tercer día después de su marcha, montado en una enorme bestia parecida a un Estegadón. Sobre su espalda había un artefacto de incalculable antigüedad y poder, construido, sin duda, siguiendo las misteriosas técnicas de los Ancestrales.

A una orden del profeta, unos rayos envolvieron el artefacto y un gran cometa de dos colas apareció en el cielo y cayó con gran estruendo sobre las hordas Skavens, diezmando a los engendros rátidos en un instante. Este poderoso Artilugio de los Ancestrales resultó ser tan solo el primero de una docena que Tehenhauin había recuperado de las profundidades de la jungla.

Se dice que únicamente un verdadero elegido de los Ancestrales puede usar un arma así, y estas armas siguen siendo la más extraña de las visiones sobre un campo de batalla en Lustria.

Instrumentos de los Ancestrales[]

El Motor de los Dioses tiene poderes misteriosos que pueden proteger a los Hombres Lagarto cercanos o dirigir rayos para destruir a sus enemigos. Incluso los Vientos de la Magia se pueden desviar mejor para ayudar a lanzar hechizos en presencia de un aparato tan poderoso.

Sólo existen un puñado de Motores de los Dioses, estando escondidos en las bóvedas de los templos y rara vez aparecen. A menudo sirven como monturas de guerra para los Sacerdotes Eslizón de gran importancia y se utilizan para anclar una línea de batalla. El primero en utilizar los Motores de los Dioses fue Tehenhauin, el Profeta de Sotek. En el apogeo del asedio de Quetza, Tehenhauin condujo a sus discípulos a la jungla circundante. Regresaron tres días después, todo el grupo montado en Antiguos Estegadones que llevaban Motores de los Dioses en sus lomos, y los usaron para destruir a los Skavens. Desde entonces, los Motores de los Dioses han aparecido sólo cuando más se necesitan, ya que cada uno es un instrumento del poder de los Ancestrales, y la pérdida de uno solo podría poner en peligro irremediablemente el Gran Plan.