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Aptitud mágica por Rick Sardinha Hechiceros de Batalla Imperio

Los Colegios de la Magia Imperiales se crearon formalmente en el año 2304 CI como parte de las reformas con que Magnus barrió la Ley Imperial. Para dar libertad a los colegios en el estudio y uso de la magia al tiempo que mantenía controlados a los nuevos hechiceros del Imperio, Magnus redactó y aprobó los Artículos de la Magia Imperial, previa orientación y asesoramiento de Teclis, el Gran Teogonista, el Ar-Ulric y varios nobles respetables y generales del Imperio.

Estos artículos definían la fundación de los Colegios de la Magia que proveerían al Imperio de hechiceros bien preparados y fiables que jurarían defenderlo de ser necesario. Los Artículos también incorporaron una prohibición parcial sobre la magia al definir como "practicante de funesta brujería" a todo el que no fuera miembro de uno de los nuevos Colegios de la Magia y que fuera sorprendido utilizando magia voluntariamente, declarando que tales individuos debían ser exiliados o ejecutados por el bien de todos.

Descripción[]

Gracias al asesoramiento de los señores del saber Teclis y Finreir, el Emperador Magnus sabía que toda la magia procedía del mismo vacío de pesadilla que los dioses demoníacos del Caos (tal y como le habían enseñado durante toda su educación sigmarita). Pero Magnus también comprendió que los hechiceros humanos que habían demostrado su utilidad en el campo de batalla contra los servidores del Caos, también podrían ayudar al Imperio de modo más profundo y a más largo plazo si eran bien adiestrados bajo la atenta vigilancia de otras autoridades.

Hechicero de batalla Imperio Dorado Jeff Himmelman-Freelance-Illustrator-15

Pocos meses después de su regreso a Nuln desde Kislev y su victoria sobre las hordas del Caos, el Emperador Magnus ratificó y convirtió en ley, en presencia de todos los Electores supervivientes, el decreto promulgado en tiempos de guerra que había levantado la prohibición sobre el uso controlado de la magia y la práctica de la hechicería. Pese a encontrarse con cierta resistencia, especialmente del Teogonista del culto sigmarita y del sumo sacerdote del culto de Ulric, toda protesta se hizo a un lado y la ley fue aprobada gracias al poder de persuasión, fuerza de voluntad e influencia política que Magnus había obtenido tras su impactante éxito militar contra las blasfemas hordas del norte.

Los Artículos concedieron a los magísteres de los recién creados colegios "permiso para llevar a cabo investigaciones mágicas y practicar la taumaturgia (magia) por el bien del Imperio y dentro de sus límites y territorios". Vinculaban a todas las autoridades imperiales además de a los colegios, y cualquier ataque ilegal o sin provocación previa contra estos (aunque no necesariamente contra los magísteres individuales) también se consideraría un ataque contra el Emperador en persona y, por tanto, traición. Pero las leyes y normas de los Artículos eran aún mis vinculantes para los iniciados de los Colegios Imperiales, que tenían que respetarlos todos bajo pena de muerte; y si un colegio entero los quebrantaba, su derecho a existir y a practicar la magia quedaría revocado.

Hechicero Gris por Caleb Cleveland

Hay muchos más Artículos además de los que se enumeran más adelante, incluidas restricciones al poder político que puede adquirir un magíster, a la posición de autoridad estatal que puede ocupar, y las circunstancias bajo las que puede hacerlo. También recogen asuntos tales como la conducta apropiada de los magísteres y sus aprendices en la sociedad actual.

Existen muchas zonas grises en los Artículos de la Magia Imperial que han sido explotadas tanto por los colegios como por los cazadores de brujas a lo largo de los últimos dos siglos, tanto en beneficio como en detrimento de ambas grandes fuerzas. Los debates sobre la definición exacta de "buena razón" en el artículo 6 y "favorablemente" en el artículo 8 son sendos buenos ejemplos del significado ambiguo de los Artículos. Algunos magísteres se han visto en serios problemas por haber usado magia para encender una vela en un lugar público, mientras que otros han salido impunes tras rechazar la petición de un Elector alegando que les han ofrecido lo que estimaron una alternativa "favorable" que el Elector solicitante no consideró satisfactoria.

No parece probable que un líder astuto y políticamente comprometido como Magnus el Piadoso no logre ver los defectos y limitaciones de los Artículos que redactó. Hay ciertas dudas sobre si la ambigüedad del documento es el resultado de continuas disputas constitucionales y políticas entre las numerosas autoridades del momento, o si Magnus pretendió que hubiera flexibilidad en la interpretación de los Artículos para asegurarse de que ningún grupo monopolizara el poder o la autoridad tras su muerte. Por ejemplo. Magnus también ratificó y limitó los Artículos con el denominado Edicto de Obsidiana del año 2004 CI, en el cual el culto de Sigmar reivindicaba el deber sagrado de perseguir y erradicar la brujería, nigromancia, demonología, hechicería y adoración del Caos en el Imperio.

Hechicero Amatista Imperio por Wayne England

Fueron ratificados en tanto que los cazadores de brujas quedaron reconocidos como una fuerza social (poseían autoridad total para perseguir, juzgar en un tribunal legal e incluso ejecutar a brujos, brujos oscuros, nigromantes, mutantes, adoradores del Caos y demás renegados), pero se les prohibió la persecución de magísteres autorizados de las Órdenes de la Magia o de sus aprendices, a no ser que un portavoz legítimo del colegio solicitase su ayuda para buscar a un magíster traidor, o que los cazadores de brujas presenciasen un acto abominable llevado a cabo por un magíster sancionado.

Los cazadores de brujas también tenían la obligación de entregar a cualquier practicante de magia menor de veinticinco años a las autoridades de los colegios, siempre y cuando no fuera culpable de veneración al Caos ni de brujería, y que no hubiera cometido ningún acto abominable. Por supuesto, los Artículos no crearon límites exactos a los intereses e influencia existentes entre los cazadores de brujas y las Órdenes de la Magia, y ninguno de ellos asegura ni estimula la cooperación entre ambos cuerpos.

El Juramento de Lealtad[]

Mago por Tony Akcland

Cualquier hechicero que desee estudiar en uno de los Colegios de Magia debe realizar primero un juramento de lealtad al "Imperio de Sigmar, al Emperador y a los Electores que le han nombrado" antes de que se le permita comenzar con sus estudios. La obligación de todo hechicero imperial es regresar a Altdorf una vez al año para renovar su juramento de lealtad y para ver si hay que realizar alguna tarea en nombre del Emperador. Generalmente no hay tareas, pero en tiempos de guerra los hechiceros imperiales serán requeridos por los ejércitos del Imperio, para luchar contra las fuerzas del Caos o los invasores; en raras ocasiones se pide a los hechiceros que acompañen y protejan misiones diplomáticas o expediciones a otras ciudades, tierras extranjeras o regiones remotas del mundo, o para realizar trabajos de investigación y espionaje.

El Emperador no es la única persona con poder para requerir los servicios de los hechiceros imperiales. Los Electores también poseen la potestad de pedir ayuda a los miembros de los Colegios de Color y, aunque siempre se formula como una petición en lugar de una orden, los hechiceros aceptarán al verse presionados por el líder de su colegio y el Patriarca Supremo. Aunque no resulta obvio para los forasteros y los nuevos estudiantes, los Colegios están muy implicados en las sutiles batallas de poder e influencias que constantemente libran los gobernantes del Imperio, en las cuales la influencia, los favores debidos y las riquezas son partes importantes de estos rápidos cambios de poder.

En algunos casos, los hechiceros se verán trabajando para un Elector que lucha contra otro, o incluso contra el Emperador. Esto les puede situar en una posición delicada: por una parte están cumpliendo los términos de su juramento, mientras que por otro lado los infringen, y deben preguntarse a sí mismos qué bando tiene la razón y cuáles son las medidas más aconsejables. Para un hechicero acostumbrado a la vida académica y al estudio de libros mohosos, verse arrojado a la vorágine de la diplomacia y las luchas de poder puede suponerle un verdadero trauma, y mientras algunos consiguen sortearlo con facilidad, otros se hunden completamente.

Saber de Jade Hechicero

Los hechiceros que declinan una llamada de algún Elector descubrirán que pierden amigos e influencia dentro de su colegio. Sus solicitudes de libros o materiales pasarán al último lugar de la cola, y es muy posible que se vean sobrepasados por otras promociones e incluso, en algunos casos, se les impida continuar con sus estudios.

La Ceremonia de Lealtad se celebra todos los años en el Palacio Imperial, en la tarde de Geheimnistag (el Día del Misterio). A lo largo del día, los hechiceros llegan a la ciudad y se ponen en fila delante del palacio. La primera hora de la tarde es el momento para encontrarse con viejos amigos y charlar sobre el año transcurrido junto a una jarra de cerveza caliente y una pasta o dos, pero a medianoche, las puertas de la Sala de los Hechiceros se cierran y sellan para la gran ceremonia, y el Patriarca Supremo de los Colegios de Magia pasa lista a los hechiceros imperiales. Si falta alguien cuando su nombre es pronunciado, se toma nota. Una vez que se acaba de pasar lista, los nombres de aquellos que han faltado se leen de nuevo, y cualquiera que esté en la sala puede adelantarse para salir en su defensa.

Si el hechicero en cuestión está muerto, basta con que alguno de los reunidos diga "fallecido". Si alguien tiene conocimiento de un hechicero desaparecido, debe subir al estrado y explicar la ausencia. A veces hay una razón legítima (el hechicero se encuentra en una misión para el Imperio o sirve en un ejército lejano). También puede ocurrir que el hechicero se encuentre enfermo en algún lugar perdido del mundo o esté involucrado en una investigación que no puede verse interrumpida. Algunos envían una carta junto a un colega explicando su ausencia motivada por importantes asuntos del colegio.

Hechicero Ambar Imperio por Wayne England

Una vez que se ha hecho la alegación, el Patriarca Supremo considerará sus razones, tras lo cual declarará al hechicero en cuestión "aplazado" o "excluido". A menos que haya motivos para sospechar de malas intenciones, cualquier hechicero que no haya aparecido ni esté representado será colocado en la categoría de "aplazado". Los hechiceros que sean "aplazados" tendrán tres meses para regresar a Altdorf y renovar su voto de lealtad antes de ser "excluidos" definitivamente.

Los hechiceros "excluidos" son automáticamente expulsados de los Colegios Imperiales; sus licencias quedan anuladas y se les prohíbe practicar la magia bajo pena de muerte. Todo hechicero imperial que sepa de algún hechicero excluido que practique la magia, tiene la obligación de llevarle ante la justicia lo antes posible. Incluso aquellos que se retiran con elegancia suelen morir misteriosamente poco después: la magia en manos equivocadas es un arma peligrosa y el Imperio no puede arriesgarse a dejar más enemigos de los que ya tiene. Muchos nuevos miembros de los Colegios Imperiales descubren que su primera misión al servicio del Imperio es rastrear y eliminar a un hechicero "excluido".

No todos los hechiceros que aprenden la Magia de Batalla tienen la ambición de convertirse en hechiceros imperiales. Muchos se contentan con ser practicantes con dedicación parcial y aprenden los niveles inferiores del arte sin especializarse en uno de los Colores. Algunos hechiceros simplemente no son lo bastante buenos como para alcanzar esos niveles. Otros no tienen deseo alguno de realizar el Juramento de Lealtad y de asumir las responsabilidades que conlleva. Y algunos prefieren no verse involucrados en la complicada y a veces mortal política de los Colegios Imperiales.

Fuentes[]