
La Guardia Negra de Morr debe su nombre a las inmensas armaduras de placas que visten, fabricadas con recargados fragmentos de obsidiana.
Las Armaduras de Obsidiana son muy voluminosas, pero el siniestro aspecto que confieren al portador infunde el temor en los corazones de todos los que se enfrentan a él en combate. Casi siempre se visten como armaduras completas; las desventajas que acarrea su volumen y su peso se compensan con el factor de intimidación, sin el cual serían muy poco prácticas. El usuario de la armadura ejerce un efecto inquietante en sus enemigos.