Wiki La Biblioteca del Viejo Mundo
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Darkhan

El Rey Liche

Arkhan fue el primero y el más leal de los seguidores de Nagash. Creció junto a él en la antigua ciudad de Khemri, y fue la primera persona aparte de Nagash en consumir el elixir que garantizó a Nagash y sus seguidores la vida eterna. Arkhan, que por sí mismo era un poderoso hechicero, llegó a ser la mano derecha de Nagash. Le ayudó a realizar el golpe de mano que llevó a Nagash al poder por primera vez. Cuando los Reyes Sacerdotes se aliaron para atacar a Nagash, Arkhan fue su principal lugarteniente en las numerosas batallas que libraron sus tropas. Estuvo al mando de muchos ejércitos y combatió en numerosas ocasiones contra los enemigos de Nagash, no siendo nunca derrotado en batalla. Sin embargo, al final, las numerosas tropas de los ejércitos de los Reyes Sacerdotes demostraron ser insuperables para las fuerzas de Nagash, que fueron obligadas a retirarse hacia Khemri donde fueron asediadas. Cuando finalmente la capital de Nagash cayó en manos de los ejércitos de los Reyes Sacerdotes, Arkhan dirigió un contraataque suicida que dio a Nagash la oportunidad de escapar. Arkhan y su guardia personal lucharon hasta el último hombre, sin esperanza, superados en número y rodeados por todas partes. Cuando murió el último de sus guardias, Arkhan luchó sólo durante más de una hora, manteniéndose de pie sobre un montón creciente de cadáveres.

Finalmente, Arkhan cayó, no como víctima de la espada de un héroe, sino por una lanza arrojada por un soldado desconocido. Arkhan miró horrorizado la madera de la lanza sobresaliendo de su pecho y supo al instante que le había atravesado el corazón. Con su último aliento, lanzó una terrible maldición sobre cualquiera que se atreviera a tocar su cadáver, y a continuación cayó al suelo y murió. En cuestión de segundos, unas oscuras llamas cubrieron su cuerpo, consumiendo su carne y dejando sólo su esqueleto ennegrecido. Los Reyes Sacerdotes enterraron a Arkhan bajo un túmulo de rocas junto a todos aquellos a los que había matado. Fue el único enemigo que fue honrado de esta forma. El resto de los seguidores de Nagash fueron decapitados e incinerados, esparciéndose sus cenizas al viento. Durante generaciones el cuerpo de Arkhan permaneció bajo su túmulo de piedras, olvidado por todos excepto por Nagash.

Mientras Arkhan permanecía en su tumba de piedra, Nagash levantó un poderoso imperio No Muerto y regresó para derrotar definitivamente a los Reyes Sacerdotes y sus seguidores. Después de derrotarlos, Nagash lanzó un hechizo nigromántico inmensamente poderoso que despertó a todos los guerreros muertos que estaban enterrados en el reino de los Reyes Sacerdotes. Arkhan renació gracias al hechizo. Con un terrible rugido apartó las rocas del túmulo y se levantó una vez más, a la vez siendo más y siendo menos de lo que había sido en vida. Arkhan se convirtió en la primera de las criaturas conocidas como Señores Oscuros de Nagash. Estas criaturas infernales fueron en el pasado los mejores capitanes y aprendices de Nagash, y los más temidos cazadores de sus enemigos. Hoy todavía recorren el mundo trayendo la desesperación a los vivos.

Cuando Nagash fue vencido por el último superviviente de los Reyes Sacerdotes, Alcadizaar, tan sólo unas horas después de lanzar el gran hechizo, Arkhan reunió un enorme ejército de No Muertos con las criaturas que se habían despertado con el hechizo de Nagash. Decidido a vengarse de todos los seres vivos por la destrucción de su Señor y Maestro, Arkhan se dirigió al Sur, hacia el oponente vivo más cercano que podía encontrar. Durante generaciones Arkhan y la horda de No Muertos bajo sus órdenes destruyeron los reinos de Arabia, en lo que los cronistas árabes denominaron las Guerras de la Muerte. Arkhan y su ejército habitaban los yermos desiertos que rodean las tierras de Arabia, despreocupados por el calor sofocante y la ausencia total de agua que habría destruido a cualquier ejército de seres vivos. Desde aquí se lanzaban sobre alguna ciudad árabe desprevenida, la destruían y quemaban hasta los cimientos, y volvían a desaparecer en el desierto de donde habían venido. Sin embargo, Arkhan compartía la malsana obsesión de su maestro por dominar Nehekhara por encima de cualquier otro objetivo, y así acabó volviendo a la Tierra de los Muertos. Desde su maldita Torre Negra, Arkhan ha logrado labrarse un poderoso reino. Los demás Reyes Funerarios le toleran porque es un aliado temible (para aquellos que puedan permitirse pagar su precio).

De todos los soberanos que gobiernan en la Tierra de los Muertos, el mayor rival de Arkhan sigue siendo Settra el Imperecedero. Ambos se han enfrentado en no menos de una docena de ocasiones, y aunque el ejército de Arkhan no puede rivalizar con el poder de las huestes de Settra, el Rey de Nehekhara es asimismo incapaz de superar la oscura magia del Rey Liche. Por tanto sus batallas hasta la fecha han acabado en tablas, y sólo se han detenido cuando Arkhan ha agachado su cabeza para humillarse y musitar falsas promesas de lealtad hacia un satisfecho Settra.

No obstante, pese a haber jurado servitud a Settra, Arkhan planea en secreto el modo de acelerar el inevitable retorno de Nagash. A tal efecto, ha explorado el mundo entero en busca de los objetos encantados que un día pertenecieron al Gran Nigromante, pues se dice que en cada uno de ellos reside aún una fracción de su ser maligno. Entre estos artefactos recuperados se encuentra el bastón mágico de su maestro, que Arkhan arrancó de las frías garras del Vampiro Mandregan, y que ahora utiliza para canalizar los Vientos de la Magia a su voluntad. Sin embargo, la posesión más preciada que guarda Arkhan es el Liber Mortis, uno de los nueve Libros de Nagash que contienen los secretos de la nigromancia. Un día Arkhan el Negro logrará resucitar por fin a su oscuro maestro; y entonces los Reyes Funerarios serán destruidos, y el mundo se ahogará en una muerte eterna.

Miniatura

Fuente

  • Libro de ejército: No Muertos (4º Edición).
  • Libro de ejército: Reyes Funerarios (8ª Edición).
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