"Entiendo que eres una persona muy importante, pero yo soy una hechicera con licencia, ¿sabes? No tengo por qué quedarme aquí y escuchar tonterías. Si quieres ligar conmigo, lo llevas claro. Así que ¡piérdete!"
- —Wanda Weltschmertz.
Wanda Weltschmerz es una joven madura de 24 años y extremadamente independiente. Es algo menos que atlética, de estatura media y con el cabello rubio hasta los hombros. Sus agudos ojos azules parecen medir a todos los que ve.
Wanda no es de las que aguantan con paciencia a los tontos y prefiere confiar en sus instintos y en la impresión que se lleva de la gente. También es propensa a la impaciencia con quienes no son tan inteligentes como ella, lo que por desgracia es la mayor parte del Imperio. Aún así, es capaz de hacer gestos de bondad hacia los que no son tan afortunados como ella y tiene debilidad por los oprimidos.
Historia[]
Wanda nació en una família de clase media en el pueblo de Delberz, en Middenland, y siempre ha estado, desde su más tierna infancia, fascinada por la magia. Era una de esos niños que no dudan en montar en terribles cóleras cuando no se les da lo que quieren y sus padres eran de los que miman a su descendencia y hacen lo posible por consentirle todos sus caprichos. Durante uno de tantos berrinches, los padres de ella se horrorizaron al ver que todas las cerraduras de la casa se abrieron, y la gente de la calle se durmió al instante. Temerosos de lo que pudiera pasarle, los padres se apresuraron a que Hieronymus Blitzen, un Hechicero muy famoso en la región, la aceptara como aprendiza.
Este aprendizaje reveló sus aptitudes innatas, aprendía muy rápido y cumplió sin rechistar todas las tareas mundanas que se le encargaban. Después de un año de aprendizaje, era la alumna más brillante de Hieronymus. Después de unos años, su maestro le dijo que había llegado el momento de volver al mundo y poner en práctica sus habilidades. Para ello le enseñaría tres hechizos que la ayudaran en sus aventuras. Cuando hubiera 'visto la verdad de nuestro Viejo Mundo' y aprendido lo suficiente, podría volver con él, y si considera que tiene los conocimientos adecuados, le seguirá enseñando todo aquello que le queda por aprender. Hasta entonces tendrá que hacer tantos amigos como pueda y guardarse del poder corruptor del Caos. A tal efecto, no está segura de si sus nuevos compañeros de viaje son conscientes de dónde se han metido.
Secretos[]
- Técnicamente hablando, Wanda no tiene permiso del maestro para viajar por su cuenta. De hecho, las palabras exactas de éste fueron: 'Wanda, no seas ridícula! Un aprendiz normal tarda al menos diez años en dominar la Canalización del Azyr'. ¡Nada de eso!'.
- Wanda alberga una fascinación secreta por el Caos, y quiere aprender más sobre él para combatirlo.
- Wanda encuentra aburridos hasta decir 'basta' a la mayoría de los humanos. Los elfos, en cambio, con sus secretos y su magia, le resultan fascinantes.
- A Wanda le resulta muy difícil tratar con alguien a quien considera un poco aburrido y tonto; es decir, que no esté a la altura de sus elevadísimos estándares.
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