Wiki La Biblioteca del Viejo Mundo
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Portada novela Sacerdote Guerrero por Clint Langley

Sigmar es un dios guerrero, por lo que su clerecía son los Sacerdotes Guerreros. Sigmar, en su divina sabiduría del que todo lo ve, sabe que existen muchos horrores sobrenaturales e invisibles a la vista que azotan a la humanidad y, por ello, encauza su poder divino a través de sus sacerdotes. Las tropas imperiales, confiadas en la fuerza de su fe, son capaces de resistir y hacer huir a cualquier enemigo que las ataque: sólo necesitan oír a los Sacerdotes Guerreros recitando el Deus Sigmar, que los inspira a realizar actos heroicos. Pero corresponde a los Sacerdotes luchar con el enemigo en el plano espiritual y mágico; y así lo hacen, con plegarias e invocaciones, casi igual de potentes que los conjuros de los hechiceros, y con la fuerza de sus determinadas mentes.

Sacerdotes Guerreros[]

Sacerdote de Sigmar por Piotr Chrzanowski

Los Sacerdotes Guerreros de Sigmar son celosos seguidores del dios guerrero Sigmar, y miembros leales del Culto de Sigmar. Este Culto exige a sus seguidores que combatan todas las formas de maldad con su habilidad en combate, así como con su fe, razón por la cual muchos de sus sacerdotes acompañan a los ejércitos del Imperio cuando marchan a la guerra. En el campo de batalla actúan como balizas de moral, brindando esperanza, restaurando fe e inspirando a los hombres a combatir frente a cualquier pronóstico.

Es el deber de los Sacerdotes Guerreros cazar a los adoradores del Caos, los practicantes de la brujería maligna y a los No Muertos y sus retorcidos amos. Llevan poderosos Martillos de Guerra para ayudarles en estas tareas y disfrutar de las bendiciones de su patrón Sigmar, que llegan en forma de Magia Divina.

Ataviados con vestiduras ceremoniales y con armaduras adornadas con símbolos de martillos sagrados, cometas de doble cola y otros iconos religiosos. Se afeitan la cabeza en señal de devoción, y llevan todo tipo de fetiches extraños hechos de hierro, madera y hueso. Muchos Sacerdotes Guerreros se adornan también con pergaminos que enumeran juramentos de guerra y otros escritos con la sangre de los mártires.

Los Sacerdotes Guerreros golpean a las criaturas de la oscuridad con furia justiciera. Ellos recurren a su fe para templar los golpes de su arma en combate, para destruir criaturas de la oscuridad o para protegerse del daño. La pena se abate sobre el adversario que tenga que enfrentarse a un ejército que cuenta con tal poder divino.

La plegaria de un Sacerdote Guerrero es una llamada a la guerra, ya que sus himnos celebran el entrechocar de las armas y sus bendiciones son el tormento de los enemigos de Sigmar. Los Sacerdotes Guerreros invocan el poder de sus dioses para llevar a cabo milagros en su nombre. Un Sacerdote Guerrero puede canalizar dicha fe para que el acero de sus golpes destruya criaturas de la oscuridad, o para protegerse del peligro. Estas muestras de poder enardecen los corazones de los hombres, y todos quienes las contemplan redoblan sus esfuerzos para lograr la victoria. Sin duda la desgracia se cierne sobre aquellos enemigos que se enfrenten a un ejército bendecido por tal poder divino.

Sacerdote Guerrero de Sigmar en púlpito

Los Sacerdotes Guerreros de Sigmar pueden encontrarse habitualmente en los ejércitos del Imperio. A menudo se les ve rezando y profetizando entre las filas de soldados. A veces, el mismísimo Sigmar escoge a alguien para que sea Su mensajero: le habla y le dota, en cierta medida, de Su propia fuerza, poder y autoridad. Esta bendición puede recaer sobre cualquiera, desde un noble hasta un campesino. Así es reclutada la clerecía del culto a Sigmar; y es de entre estos sacerdotes más humildes de donde surgen los más altos dirigentes de la clerecía, pudiendo llegar a alcanzar posiciones tan poderosas como la de Lector o, incluso, la de Gran Teogonista.

Cada ciudad, pueblo y aldea del Imperio posee santuarios a Sigmar y sacerdotes de su culto. Así, siempre hay un Sacerdote Guerrero cerca para inspirar a la población en las pruebas que estén por venir. A estos Sacerdotes se les reconoce por sus túnicas y por la insignia de Sigmar que llevan, concretamente el Martillo Sagrado. Los Sacerdotes Guerreros llevan a cabo su labor en castillos y en el campo; bendiciendo a los soldados, curando a los heridos e inspirando a todos con la palabra de Sigmar. Cuando Sigmar los llama para hablarles, consiguen que soldados cansados y decaídos se levanten con una justa furia inspirada por sus fervientes sermones. Entre los muchos males que azotan al Imperio hay tres herejías que un Sacerdote de Sigmar reconocerá y denunciará instantáneamente la magia negra, la maldición de los no muertos y a los viles adoradores del Caos. ¡Líbrenos el Sagrado Sigmar de todos ellos!

Miniaturas[]

Imágenes[]

Fuentes[]

  • Ejércitos Warhammer: El Imperio (6ª edición), pág. 16.
  • Ejércitos Warhammer: El Imperio (7ª edición), págs. 53-54.
  • Ejércitos Warhammer: El Imperio (8ª edición), pág. 36.
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