Wiki La Biblioteca del Viejo Mundo
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Orco zalvajes

Hace muchas eras, todos los Orcos eran salvajes que no conocían los secretos para manufacturar armas de metal, armaduras, ni máquinas de guerra. Estos brutos primitivos vivían una existencia nómada utilizando armas rudimentarias para cazar a sus presas, como lanzas de sílex, porras de madera y cualquier arma que pudiesen robar a las razas más avanzadas. No es fácil abatir a un leviatán utilizando solo cachiporras de madera, aunque dichas luchas demostraban ser inmensamente satisfactorias para aquellos simplones guerreros. En la mente de los Orcos Zalvajes, cualquier día transcurrido combatiendo contra criaturas gigantescas (para luego comérselas) era un día bien aprovechado y que merecía ser vivido.

Descripción[]

Cuando las tribus fueron creciendo, emigraron hacia el Norte en lo que fueron los primeros ¡Waaaghs!. Cuando aquellas primitivas tribus de Orcos se encontraron con razas más avanzadas (y lucharon contra ellas), enseguida codiciaron las superiores armas y armaduras metálicas de dichos enemigos. El equipo capturado era muy preciado, aunque algunas tribus depreciaban todos aquellos cachivaches raros y seguían prefiriendo sus tradicionales armas de hueso, madera y piedra. Cuando algunos de los esclavos Orcos escaparon de su cautiverio a manos de los Enanos del Caos, volvieron a sus tribus de origen llevando con ellos el conocimiento de la forja de metales. En poco tiempo, la mayoría de las tribus Orcas había aprendido a fabricar sus propias armas de metal, y aquellas tribus que ignoraban tales avances tecnológicos se fueron diferenciando cada vez más del resto de pieles verdes. Sin embargo, unas pocas tribus se quedaron atrás, perdidas o, quizá, deseosas de seguir adelante con las tradiciones.

Orco Salvaje John Blanche

A lo largo de los años, los Orcos Zalvajes (que es como se conocen en la actualidad) se han mantenido fieles a “laz viejaz tradicionez”. Estos Orcos van por ahí medio desnudos (o peor), y su lenguaje lleno de gruñidos es considerablemente más tosco que el de los demás Orcos (lo cual no es decir cualquier cosa, desde luego). Cuando no son capaces de expresar sus limitados pensamientos mediante lenguaje, recurren a gesticulaciones o incluso a usar palos para garabatear imágenes sencillas en el barro o en las paredes de sus cuevas.

Los Orcos Zalvajes observan todo tipo de extraños rituales y cuentan con un gran número de chamanes, que son quienes proporcionan a sus guerreros “bendiciones” tales como las pinturas de guerra, los tatuajes y los amuletos de la suerte. La mayoría de estos amuletos suelen ser dientes y huesos arrancados a criaturas poco afortunadas. Los Orcos Zalvajes se atraviesan estos siniestros trofeos en sus labios, orejas y narices o forman con ellos collares que cuelgan de sus cuellos.

Los Orcos Zalvajes creen con tanto fervor que estos signos del favor de Gorko y Morko les ofrecerán protección mágica, que los espadazos y flechazos enemigos acaban siendo desviados por un aura de fe que generan los propios Orcos. Este hecho extraordinario no hace sino confirmar a los Orcos Zalvajes la creencia en sus antiguas tradiciones. En las batallas, su piel desnuda y los espectaculares tatuajes de los Orcos Zalvajes conforman una visión absolutamente inquietante. Algunas tribus, como los Porraz de Ueso, se tatúan o pintan diseños en cenefas que se extienden por diversas partes de su cuerpo, mientras que otros prefieren usar pictogramas, como los glifos de explosiones y rayos relampagueantes que llevan los de la tribu Ooogah Ogaz. Las vestimentas de los Orcos Zalvajes (si es que llevan algunas) están hechas a base de pieles de animales, lo cual les da una apariencia aún más bárbara y agreste. La tribu de los Kachiporraz, por ejemplo, prefiere las pieles de tigres, mientras que los Piel Zerpiente son famosos por llevar vistosos adornos hechos con las pieles de grandes ofidios.


De todos modos, si estos Orcos son llamados “Zalvajes” no es solo por su apariencia. Por ejemplo, acostumbran a cantar y hacer sonar ruidosos timbales antes de cada batalla, hasta sumirse en un éxtasis de sangrienta furia. Y una vez en combate, atacan jubilosamente a sus enemigos con sus pesadas porras de madera y hueso, hachas de piedra, lanzas con puntas de sílex y demás armas claramente anticuadas. Algunos Orcos Zalvajes usan también arcos que disparan flechas con punta de piedra, o lanzas del tamaño de vigas de madera llamadas “Empaladoraz”, que necesitan ser manejadas por un equipo de dos Orcos y que fueron diseñadas originalmente no para la guerra sino para la caza, en un tiempo en que la tierra estaba llena de gigantescas criaturas reptilianas. Aquellos eran buenos tiempos para los Orcos Zalvajes, tiempos en los que, como les gusta decir, “loz Orkoz eran Orkoz y laz beztiaz mu grandez."

Aunque otros pieles verdes puedan pensar que las tradiciones y creencias de los Orcos Zalvajes son extrañas o estúpidas, todos están de acuerdo en que son combatientes temibles. En particular, alguna tribu puede permitirse contar con peñas de Grandotez Zalvajes, una casta de guerreros particularmente fieros que van al combate adornados con los más espectaculares tatuajes, pinturas de guerra y fetiches de todo tipo, desde brazaletes y collares hasta ristras de cabezas reducidas.

Miniaturas[]

Imágenes[]

Fuentes[]

  • Ejércitos Warhammer: Orcos y Goblins (7ª Edición).
  • Ejércitos Warhammer: Orcos y Goblins (8ª Edición), pág. 40.
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