Bestigors

"Algunos intentarán decirte que la naturaleza salvaje de los Hombres Bestia es lo que los obliga a matar. A su manera, tienen razón. Pero apuesto a que cuando realmente hay que desconfiar de verdad de los Hombres Bestia es cuando se organizan. Cuando un grupo de los pequeños carga, puedes contar que serán salvajes y descoordinados. Una unidad bien entrenada puede soportar eso. Mantenerse en formación y observar la espalda de tu compañero de línea es de lo que se trata el soldado. Sin embargo, cuando combinas la furia asesina de un Hombre Bestia con la organización, es cuando se vuelven realmente peligrosos. Algunos de los más grandes incluso crean parodias de filas."

—Albrecht, Mercenario.

Los más duros de entre los Hombres Bestia son los Bestigors, que son los Gors más grandes, fuertes y crueles, y buscan a los enemigos más peligrosos para acabar con sus vidas y hacerse con la supremacía en el campo de batalla. Además de ser de los más fuertes, también son los más disciplinados, por lo que atacan en unidades de élite más organizadas y mejor equipadas que las de sus hermanos menores, no dejándose llevar tanto por la anarquía propia de las manadas de los Astados. Debido a su tamaño y ferocidad, los Bestigors han conseguido una posición privilegiada dentro de la manada de guerra, reforzando su superioridad sobre los Gors y Ungors constantemente con actos aleatorios de violencia exagerada. Los Bestigors son orgullosos y arrogantes, ya que solo respetan a otros Bestigors y al Caudillo de la manada.

En el Campo de Batalla[]

Bestigors por Carl Frank Hombres Bestias

Cuando marchan a la guerra, se equipan con los tesoros que guardan en la piedra de la manada. Esto implica que los Bestigors siempre están excelentemente equipados con las mejores armas y armaduras al alcance de los Hombres Bestia. Los Bestigors suelen ir armados con descomunales hachas a dos manos, de construcción tosca pero grandes y lo suficientemente pesadas como para partir a un hombre por la mitad desde el hombro a la cintura de un solo golpe. Además, llevan placas de armaduras pesadas y cotas de malla que habitualmente han saqueado de las razas civilizadas, y después las han golpeado y pisoteado hasta adaptarlas a sus anatomías deformes y apestosas. También suelen adornarse con todo tipo de trofeos truculentos que consiguen en los combates antes de cortarlos en pedacitos. Como los Bestigors pueden elegir las armas y armaduras postradas frente las piedras de la manada, no es raro que un grupo de Bestigors tenga casi el aspecto de una fuerza coherente en el campo de batalla.

Normalmente, los bestigors cargarán contra enemigos a los que sus hermanos más pequeños no se atreverían ni a acercarse, mientras los Gors y los Ungors atacan en rebaños indisciplinados. En batalla, los Bestigors forman una masa de músculos y hierro muy sólida que carga con un ímpetu verdaderamente aterrador. Buscan a las tropas de élite del ejército enemigo, quienes amenazan inherentemente su predominancia. A continuación, balancean sus hachas enormes como si fueran las de un verdugo, cercenando una a una todas las extremidades de su enemigo para después pisotear su cuerpo destrozado en el barro bajo el peso de sus pezuñas.

Sociedad []

Hombres Bestia de John Moriarty Warhammer card game

Los Bestigors forman el círculo interior de escoltas y secuaces de un Caudillo, pero su naturaleza simple y agresiva los hace luchar por alcanzar una mayor preeminencia en la tribu. El Caudillo debe estar siempre atento a las señales de desafío entre los Bestigors. A veces estas señales se manifiestan físicamente: un ejemplo de ello sería un Bestigor con unos cuernos mucho más grandes e impresionantes de lo habitual. A veces, el primer signo de rebelión ocurre cuando el Bestigor brama un desafío y balancea su hacha sobre la cabeza del Caudillo. Un Caudillo merecedor de su título detectará estas señales pronto y acabará con el rival potencial antes de que este último alcance toda su fuerza, con lo que suelen acabar convertidos en el plato principal de un banquete improvisado.

La brutalidad y la violencia hierven a fuego lento en los Bestigors, justo debajo de la superficie, pero lista para explotar en cualquier momento en una muestra salvaje de potencia animal. Los Bestigors suelen entretenerse haciendo competiciones de cabezazos que los dejan atontados pero sedientos de sangre. Una expresión del deseo constante de los Bestigors de probar su superioridad innata se hace patente en sus actos de profanación y corrupción. Estas acciones adoptan muchas formas, desde el ritual de devorar a los prisioneros de guerra, a despojar a sus enemigos de los estandartes sagrados y religiosos. Cuando uno de estos iconos es capturado en batalla, los Bestigors lo mantienen en alto, para que el resto de la manada conozca sus hazañas y sepa que los Bestigors han sido bendecidos a los ojos de los Dioses Oscuros.

Tipos de Bestigors[]

Los Bestigors más poderosos pueden llegar a portar la marca de alguno de los Grandes Poderes, ya que, como hijos del Caos, los Hombres Bestia se sienten cercanos a sus dioses. y se encuentran entre las más obscenas criaturas de todo el Viejo Mundo.