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Los Corceles del Caos son grandes caballos negros, de ojos rojizos y aliento ardiente, de constitución robusta y musculosa, temperamento feroz, y a menudo afectados por algún tipo de extraña mutación. Los Corceles del Caos son lo suficientemente grandes y fuertes como para transportar incluso a los enormes Señores del Caos al combate.

Pocos caballos normales pueden enfrentarse a un Corcel del Caos en combate, especialmente si éste ha sufrido algún tipo de mutación sobrenatural y está dotado de cuernos, de dientes afilados como cuchillas, de garras en sus cascos, o de una cola en forma de maza con la que golpear a sus enemigos.

Descripción[]

Muchas tribus del Norte ven a los caballos como algo a tratar con temor y recelo y como algo muy peligroso. Sin embargo, hay algunos que tienen una existencia nómada, cuyas vidas se entrelazan con la de los corceles. Los hombres de estas tribus heredan una afinidad con los caballos temperamentales de las estepas. Muchos de sus jóvenes pueden cabalgar incluso antes de coger su primera espada. Como un rito de paso, un joven hombre de la tribu debe cazar y capturar a un semental salvaje y dejarlo a su voluntad o será pisoteado hasta la muerte en el intento. En ese momento, el aspirante alcanza la madurez, y él y su montura serán uno, más parecido a los centauros de los desiertos que a sus compañeros de la tribu.

Corcel del Caos warhammer Mark of Chaos

Los caballos que montan estas tribus son bestias poderosas, violentas y con las extremidades fuertes. Cuando un jinete ha domesticado a un corcel, le será leal hasta la muerte, pero son crueles e indisciplinados si un extraño se les acerca. Alimentados con carne y sangre diluida en agua, estos resoplidos y fogosos corceles tienen un destello de amenaza inteligente en sus ojos, y pisotearán, cocearán y morderán como si fuera un loco trabado en combate cuerpo a cuerpo.

Algunas de las tribus de Bárbaros crían manadas de caballos de guerra, de carácter maligno y de fuerte constitución. La mayoría son grises o negros, y en combate atacan al enemigo con enorme furia, como si odiaran a todos los seres vivientes. Para muchos barbaros del Caos, los caballos son un símbolo de un alto estatus, ya que solo los mejores guerreros pueden montarlos. Estos jinetes representan una amenaza constante en las fronteras de las tierras más civilizadas y, cuando los bárbaros del Caos aúnan sus fuerzas, forman partidas de exploradores que los conducen a los asentamientos más prósperos.

Corceles del Caos Arte conceptual Warhammer Total War

Pero los Barbaros no son los únicos que cabalgan sobre estas monturas, los Caballeros del Caos montan en versiones aún mas antinaturales. Los oscuros sementales que dirigen son tan fuertes y feroces como sus jinetes. Ya no son caballos normales, sino atacantes negros como el carbón con icor demoníaco en vez de sangre y la inteligencia de un hombre. La cabeza e ijada de un corcel del Caos están protegidas con esculpidas placas gruesas y bardas de metal con placas esculpidas que ningún corcel ordinario podría acarrear, y cornean y aniquilan a los que se encuentre delante de sus cuernos y pezuñas afiladas. Se dice que estos corceles son regalos de los mismo Dioses Oscuros y que sirven solo a su maestro.

Estos corceles son muy preciados pues ninguna bestia normal tiene la fuerza de este enorme instrumento de guerra. Los carros del Caos están arrastrados por enormes caballos de un tamaño sobrenatural debido a las energías del Caos, cada uno de ellos embutidos en placas de armadura igual que sus maestros. Cuando estas mortíferas bestias cobran velocidad, el fuego infernal de sus ojos y nariz dan la impresión de que el carro ha galopado directamente desde el reino de las pesadillas hasta la realidad.

Imágenes[]

Fuentes[]

  • Manual de Warhammer: Bestiario (4ª Edición), pág. 76.
  • Ejércitos Warhammer: Reino del Caos (5ª Edición), pág. 76.
  • Ejércitos Warhammer: Hordas del Caos (6ª Edición), pág. 25.
  • Ejércitos Warhammer: Guerreros del Caos (7ª Edición), págs. 45, 48-49.
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