Wiki La Biblioteca del Viejo Mundo
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LuthorHussp

"Veo un mundo consumido por el fuego y la plaga, donde la locura es la única razón y la muerte el único respiro. Ese mundo pronto será el nuestro a no ser que luchemos contra esta progenie infernal con las armas a nuestra disposición"

Luthor Huss, Profeta de Sigmar

Luthor Huss es un sacerdote guerrero renegado que viaja por todo el Imperio predicando la palabra de Sigmar y acabando con todos los servidores de la oscuridad con los que se topa. Cuando fue enviado a Altdorf a muy temprana edad para que desempeñase la misión sagrada, comprobó que muchos de los sacerdotes de Sigmar se habían convertido en clérigos más preocupados por la política que por la misión sagrada que la religión de su dios les había encomendado: luchar contra el Caos.

Historia[]

En los primeros años de la regencia de Karl Franz, un niño apareció a las puertas de un monasterio Sigmarita cercano a Wissenburgo pidiendo que le dejaran unirse a los monjes guerreros. Cuando le preguntaron acerca de su pasado, el niño no respondió. Lo único que dijo fue su nombre, Luthor Huss, y su ardiente deseo de luchar contra el Caos pronto fue evidente para todos. Tras muchos años de dura e inflexible disciplina y de estudio intenso, el chico delgado creció hasta convertirse en un hombre alto y musculoso cuyos conocimientos y habilidades para la lucha pronto superaron los de sus instructores.

También destacó como estudiante del Camino de Sigmar y, a punto de terminar sus estudios, era capaz de desafiar a sus antiguos maestros en ingeniosos duelos dialécticos. A Luthor sólo le faltaba una cosa para ganarse un lugar entre sus hermanos: necesitaba enfrentarse a la Oscuridad en combate y derrotarla. Luthor partió del monasterio y cruzó las tierras del Imperio predicando la fe en Sigmar y buscando una señal, una oportunidad para demostrar su valía frente al Caos.

Luthor Huss por Karl Kopinski

Finalmente tuvo su oportunidad en Weismundo, un pequeño pueblo en el lindero del Bosque de Drakwald. Cuando Luthor llegó a Weismundo, había un gran alboroto entre la población. Las escuadras de la milicia de la población estaban en alerta, los campesinos y los habitantes del bosque se refugiaban con su ganado tras la relativa seguridad de la empalizada de la ciudad. Parecía como si estuviesen preparándose para un asedio.

Luthor pronto fue informado de que una enorme banda de Hombres Bestia había atacado la zona y muchas comunidades aisladas habían sido destruidas. Recuerdos dolorosos de su propia infancia se encendieron en la mente del novicio. Poco después estaba muy ocupado yendo de un lado a otro del pueblo, alentando a los defensores con encendidos discursos y ayudándoles a prepararse para el inminente ataque. Se había solicitado ayuda, pero la guarnición de tropas más cercana estaba en Helgart y los refuerzos tardarían días en llegar a Weismundo.

De repente, los Hijos del Caos atacaron la ciudad. Grandes fueron las muestras de valor de Luthor, ya que el poder de Sigmar estaba junto a él aquel día. Su poderoso martillo de guerra aplastó a muchas abominaciones; y un aura sobrenatural le rodeó y protegió durante la batalla. Los golpes del enemigo eran incapaces de penetrar su armadura; y la hechicería diabólica del chamán que iba al frente de los Hombres Bestia no tenía ningún tipo de efecto sobre Luthor. Incluso una enorme criatura con cabeza de toro sucumbió ante el implacable sacerdote.

Adrian smith luthor huss 2

Después de dos días de lucha ininterrumpida, una fuerza de refuerzo imperial llegó a la ciudad y los Hombres Bestia huyeron, adentrándose en el bosque. Luthor se unió a estas tropas en su persecución; pero, cuando los soldados llegaron al lindero del bosque, se detuvieron, pues consideraban una locura adentrarse en la oscura espesura del bosque. Luthor no se dejó intimidar y siguió los pasos de las criaturas del Caos, determinado a exterminarlas a todas. Los soldados instalaron su campamento allí, por si los Hombres Bestia decidían volver. Poco después, todos estaban convencidos de que los Hombres Bestia habrían acabado con la vida del fiero novicio; pero, transcurridos tres días, Luthor volvió a aparecer, saliendo del bosque. Su armadura estaba hecha jirones, su cuerpo exhausto estaba cubierto de la sangre de sus enemigos. Luthor había llegado hasta el campamento arrastrando consigo la cornuda cabeza del chamán.

Tras su victoria contra el Caos, Luthor regresó al monasterio, donde fue ordenado. Aquel día se unió a sus hermanos en la batalla, distinguiéndose en la lucha contra las hordas de la Oscuridad. Luthor ascendió rápidamente y al final fue elegido para unirse a la delegación que representaba a su orden en el Concilio Sigmarita de Altdorf. La razón por la que se celebraba ese concilio era elegir a un nuevo Archilector que sucediera a Mannfred de Nuln, desaparecido en el Norte durante una cruzada contra Archaón, el Señor de la Guerra del Caos. Luthor estaba visiblemente preocupado por lo que había presenciado en el concilio. Vio a clérigos gordos más interesados en la política y en los negocios que en acometer la misión sagrada que Sigmar les había confiado: la lucha contra el Caos.

El Gran Teogonista Volkmar  se encontraba ausente: debido a su ya avanzada edad, pasaba cada vez más y más tiempo en el pináculo de la torre del Templo de Sigmar. Allí, en el secreto depósito de tomos de los Saberes Prohibidos, se encerraba durante días en busca de una respuesta a la oscura amenaza procedente del lejano Norte. En el concilio corrían rumores maliciosos; y algunos dudaban incluso de la capacidad mental de Volkmar debido al largo número de horas que pasaba allí leyendo aquellos grimorios malditos. Sin la guía del Teogonista, la influencia de los Archilectores estaba creciendo. Estaban aprovechando su posición entre el clero de Sigmar para cumplir sus egoístas intereses políticos. Con todo el fervor de su encendida fe, Luthor denunció abiertamente esta relajación espiritual, atacando a los Lectores del Concilio con duras palabras de reproche: "El propósito de nuestro culto es luchar contra el Caos en los campos de batalla, no crecer en riqueza y opulencia en los salones dorados de la capital" -restalló la voz de Luthor en el Concilio.

Luthor Huss Empire

No hace falta decir que no despertó muchas simpatías entre los Archilectores; y sus superiores en la Orden le ordenaron que se retractara y se disculparse, por lo que le dieron tres días para que orase y que pensase en la magnitud y repercusión de lo que había dicho, tiempo tras el que fue llevado a presencia de los archilectores para que les pidiese perdón. El joven y piadoso Luthor no se había arrepentido y no podía obedecer tal orden, que estaba en plena contradicción con todo aquello en lo que siempre había creído. Finalmente, decidió renunciar a su posición en el culto, cogió su martillo y abandonó la catedral bajo la amenaza de que sería excomulgado o condenado a muerte. Desde aquel día, Luthor ha viajado por todo el Imperio predicando contra la corrupción de los dirigentes del culto a Sigmar e incitando a los devotos a buscar la voluntad de Sigmar sin la mediación del clero.

Luthor se ha convertido en la pesadilla de todos los sacerdotes corruptos; y ciertos rumores dicen que algunos de ellos han tenido un triste destino a manos de Luthor, varios sacerdotes de Altdorf de quienes se sospechaba que robaban dinero del cepillo., también es el azote de los incrédulos y la perdición de todos cuantos hacían tratos con los Dioses Oscuros. Las historias sobre la forma de aplicar la justicia que tiene Luthor obligaron a los Archilectores a pedir su excomulgación de forma repetida al Gran Teogonista, pero nunca ha accedido a ello. Además, Luthor nunca ha atacado a Volkmar en sus discursos. La enigmática sonrisa que aparece en el rostro del Teogonista cada vez que se nombra a Luthor en su presencia da que pensar; y parece como si el anciano hombre supiera cosas muy importantes acerca de Luthor. Algo que él no puede, o no quiere, revelar.

Luthor Huss aparece bastante a menudo dondequiera que las fuerzas del Imperio se enfrenten a lo demoníaco y a enemigos impíos: Hombres Bestia, Skavens, muertos vivientes... ¡Todos son blasfemias contra Sigmar y deben ser castigados por los creyentes! Luthor lucha junto a los soldados del Imperio. Su ejemplo y sus palabras inspiradoras son de gran ayuda contra estos atroces enemigos; y sus poderes son más fuertes que los de cualquier otro sacerdote de Sigmar.

Tormenta del Caos[]

Logo Tormenta del Caos
El trasfondo que puedes leer en esta sección o artículo se basa en la campaña mundial de La Tormenta del Caos, que ha sido sustituida por la de El Fin de los Tiempos.

Parte de ese destino se hizo efectivo tras la derrota del ejército a manos de Archaón en los desiertos del norte. Mientras el Imperio lloraba atemorizado, Luthor viajó por toda la tierra en busca de un signo del retorno de Sigmar. Siguió la pista de las increíbles historias que se contaban del hijo de un herrero y llegó hasta el pueblo de Lachenbad, donde descubrió al joven Valten, un niño en el que Luthor vio al sucesor de Sigmar. Luthor llevó a Valten hasta Altdorf y lo presentó ante el Emperador como la rencarnación de Sigmar. El sacerdote tenía gran peso entre el pueblo debido a todos su logros y peticiones, por lo que no podría ser acallado con facilidad. Karl Franz puso Ghal Maraz en las manos de Valten y lo proclamó Paladín de Sigmar, tras lo que marchó a su lado para enfrentarse a Archaón ante las murallas de Middenheim en la que seria la batalla final.

Tras la misteriosa desaparición de Valten, Luthor Huss partió hacia las tierras salvajes del Imperio por orden expresa del Emperador para que predicara el retorno de Sigmar en tiempos de gran necesidad.

Miniatura[]

Imágenes[]

Fuentes[]

  • Ejércitos Warhammer: El Imperio (6ª Edición).
  • Ejércitos Warhammer: El Imperio (7ª Edición).
  • Ejércitos Warhammer: Demonios del Caos (8ª Edición).
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