Wiki La Biblioteca del Viejo Mundo
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Halfling

Los Halflings son una raza de pequeños humanoides que viven principalmente en La Asamblea, una región del Imperio. Los Halflings no son un mal pueblo, aunque tienen hábitos bastante malos. Son una raza por naturaleza indolente (un halfling prefiere estar cocinando un pastel de fruta seguido de unas copiosas jarras de cerveza que un honesto día de trabajo), tranquilo y rústico, aficionado a los banquetes y no muy inclinado a las aventuras o a la guerra, aunque eso no significa que no luchen cuando la situación lo requiera, ni que no haya Halflings sirviendo en los ejércitos del Imperio.

Historia[]

Uno de los hechos menos conocidos es que los Halflings son una de las últimas razas en ser creadas por los Ancestrales antes de su caída, y representa un intento desesperado de crear una raza que resista a las influencias de la magia. Al final lograron que los Halflings fueran resistentes a la magia, pero a costa de ciertas carencias como el tener un tamaño bastante pequeño.

Halflings celebrando Independencia

Su semejanza con los Humanos (especialmente con los niños) permite apuntar a un origen Humano. Otros, en cambio, suelen relacionar a los Halflings con la barbárica raza de los Ogros, las razones de esta teoría se basan en que ambas razas disponen de un voraz apetito que les hacen devorar grandes cantidades de comida.

Los Halflings han vivido ligados a la Humanidad durante tanto tiempo que nadie puede recordar sus orígenes. Los documentos enanos más antiguos ya hablaban de una raza diminuta que vivían con los humanos antes de la fundación del Imperio. Aunque otros sugieren que ya vivían en esos territorios. A los Halflings, en cambio, todo esto les trae sin cuidado pues saben que sin los humanos, ellos no podrían haber sobrevivido.

La fecha más importante en la Historia Halfling es el año 1010. En ella, el emperador Ludwig el Gordo, en agradecimiento por las cualidades culinarias y cocineras de los Halflings, les otorgó un territorio propio, que pasaría a llamarse El Gran Condado de la Asamblea (los Halflings prefieren simplemente La Asamblea) y otorgándole el título de Conde Elector (así como voto electoral) al líder de La Asamblea (aunque a los Halflings el título de Conde Elector les resulta demasiado “snob”, por lo que prefieren simplemente Anciano de la Asamblea), cargo que actualmente recae en la Anciana Hisme Stoutheart.

Descripción[]

Halfling primera edicion de rol

Los Halflings son pequeños y de complexión ligera, aunque de facciones más bien redondas y algo gordos. Suelen medir menos de la mitad de un humano (entre el metro y el metro veinte), siendo algo más bajos que la raza de los Enanos. Apenas tienen vello facial, aunque se dejan crecer las patillas. Sus manos y pies tienden a ser grandes y peludos, siendo casi inmunes al frío y calor. Es por ello que prefieren ir descalzos, mostrando orgullosos sus velludos pies.

Los halflings suelen dedicarse a la cría de ganado y al cultivo de los campos (en este sentido son muy parecidos a los humanos). Los granjeros halfling son unos apasionados de estas tareas (cuando puedes encontrarlo en los campos), y las frutas y verduras de la Asamblea se consideran las más grandes y sabrosas de todo el Imperio. Los granjeros halfling no suelen criar animales de gran tamaño como las vacas ya que les cuesta mucho manejarlas. Pero, las ovejas, cabras, cerdos y aves de corral de todo tipo son bastante comunes en las granjas halflings.

Los halflings también pueden considerarse buenos artesanos y a menudo, hacen gala de una gran destreza manual, sorprendente, sobre todo teniendo en cuenta los dedos tan pequeños y gordezuelos que tienen. La calidad de las pieles y los objetos de hojalata de los halflings son famosos en todo el Imperio, igual que sus artefactos mecánicos. Pero el mejor artesano de una aldea halfling es el chef. Son cocineros tan habilidosos que muchas casas nobles imperiales contratan a cocineros Halflings. Esto se debe a la gran importancia que los halflings conceden a la comida. Y aunque la altura media de un halfling es la de un niño humano, son capaces de comer mucho más que un humano adulto. Además, hay que tener en cuenta que los halflings suelen comer entre 5 ó 6 veces al día (y mucho más en días de fiesta).

Halflings Warhammer Online por Michael Phillippi

Los halflings tienen muy buena vista y por ello es bastante común encontrarlos lanzando piedras y palos a los pájaros, ardillas y otros animales que les puedan servir para guisar un magnífico estofado. Los cazadores halfling no tienen rival en todo el Imperio y los arqueros halfling son capaces de acertar al ojo de un pato desde una distancia de cincuenta pasos, bueno, esto si logras sacarlos de la taberna.

Otra habilidad bastante común entre los halflings es la de camuflarse con el entorno. La combinación de su estatura pequeña, sus delicados modales y una vida dedicada por entero a perfeccionar habilidades y coleccionar objetos les facilita indudablemente en esta práctica. Sea cuál sea la razón, los halflings pueden pasar desapercibidos a la que se lo proponen. Esta habilidad ha sido perfeccionada por los exploradores halflings. Los exploradores son una pequeña fuerza formada por una docena de los mejores guerreros halfling que se encarga de viajar hasta la frontera de la Asamblea y protegerla en caso de invasión. Los exploradores halfling suelen viajar en grupos de 3 ó 4 máximo y solo se reúnen en grupos mayores si las circunstancias realmente son desesperadas (por ejemplo, en el caso de una invasión orca).

Logia Quinsebaya por McHugh Halflings

Los Halflings poseen una fuerte capacidad de unificación, que proviene del acercamiento existente en la comunidad. Los Halflings, más que nadie, se consideran miembros antes que individuos, de ahí su especial interés por la genealogía. Para el Halfling atávico conocer a sus antepasados significa tener un lugar firme en la sociedad. Sabe quién es porque conoce a sus ancestros y su relación con los demás Halflings.

En el Imperio se suele bromear diciendo que si dejas a dos Halflings encerrados en una habitación son capaces de hablar de genealogía hasta caer muertos de hambre. Normalmente no necesitan remontarse a más de ocho generaciones para encontrar un pariente común (tía, primo, etc.). Sin embargo, es posible que para establecer su existencia hayan tenido que detallar hasta trece generaciones. Eso significa que han comparado hasta dieciséis mil parientes. Entendemos entonces la precisión del conocimiento que tienen de su historia familiar.

Alimentación[]

Cocinero Halfling

Alimentarse es una de las mayores preocupaciones de los Halflings. Una de las bromas de las gentes del Imperio consiste en referirse a las horas del día en términos Halfling. Empezando poco después del alba: desayuno, desayuno de trabajo, primer descanso, tentempié, aperitivo de las once, comida, sobremesa, merienda, la hora del té, pequeño té, gran té, merienda-cena, primera cena, pastelitos, segundos platos, pequeño refrigerio, etc., y así sucesivamente, con un nombre apropiado para las 24 horas del día. La gente que se despide al cerrar la taberna se despide con frases como "nos vemos mañana, media hora después del gran té". Evidentemente, los Halflings no usan estos términos. Ellos comen siempre que les apetece.

Se desconoce el origen de esta afición alimenticia. Poseen un ritmo metabólico elevado que se traduce en sus reflejos rápidos y su excelente coordinación, y que les permite comer sin parar y no engordar. Ninguno es realmente delgado: necesitan reservas para las épocas de hambruna.

A pesar de todo, las demás razas siguen sin entender este apetito. No comen por llenar la barriga, sino por el sabor. Un Halfling en mitad del campo con sólo raciones de viaje insípidas no se parará más que los demás para comer, pero es posible que a la hora de la comida sea capaz de ingerir una cantidad muy superior a la de sus compañeros, a los que dejará boquiabiertos. El mismo individuo es capaz de permanecer varios días trabajando en su cocina, preparándose deliciosos pasteles, golosinas y merengues que engulle nada más sacarlos de horno.

Símbolo Halfling por Wayne England

Asegurar la alimentación de sus visitantes es parte esencial en su papel de anfitriones. Tal y como hemos comentado anteriormente, los Halflings se consideran ante todo miembros de una sociedad. Cualquier visita pertenecerá a su comunidad o habrá llegado de otra, por lo que estará lejos de sus amigos. En cualquier caso, pertenece a la gran familia de los Halflings, y a nadie se le pasaría por la cabeza negarse a alimentar a un miembro de su familia. Este fenómeno también se extiende a las otras razas: cualquier visitante tendrá una calurosa acogida y se le alimentará como es debido (con la esperanza de que tenga una buena retahíla de historias que contar). La presencia de un invitado es un excelente pretexto para una recepción, y los Halflings adoran las recepciones.

Aficiones[]

Taberna Baya Poma por Tony Parker

Las grandes fiestas al aire libre por las que son famosos tienen lugar en una zona central, muy parecida a los prados comunales de los pueblos ingleses. El campo suele estar atravesado por un río donde los niños se bañan. Está rodeado de árboles en cuya sombra se cobijan los mayores y a cuyas ramas se suben los más jóvenes. Se encienden fogatas para hacer la comida y para reunirse a su alrededor y escuchar historias. Tampoco faltan las innumerables mesas de madera que se comban por el peso de la comida, ni los barriles de cerveza de jengibre.

Las recepciones en el Campo de Fiestas (así es como se llama) comienzan al mediodía y terminan al alba. Los dos equinoccios, el solsticio de verano, el último día de cosecha, el cumpleaños del Anciano (salvo si cae en invierno) y el aniversario de la fundación del pueblo se celebran con grandes fiestas para toda la comunidad. Además de estas reuniones en el campo de fiestas, los Halflings dan numerosas recepciones en sus casas en las que se suele cantar, contar historias y en las que, naturalmente, se come y se bebe.

Halfling Lumpin

La fiesta del solsticio de invierno se celebra en los hogares, después de una jornada de actividad deportiva. A los Halflings les gusta esquiar, el patinaje sobre hielo, los trineos y en general todas las actividades que permiten ir a mayor velocidad con un mínimo esfuerzo. Además, todas estas aficiones se les dan muy bien.

En verano, esta gente tan tranquila se da a distracciones un tanto violentas. Les gusta la lucha (no hay nada mejor para dar sed) y las competiciones de hondas. Es raro que un Halfling se pasee sin su honda. Es el instrumento más fiable que han encontrado para controlar a los pájaros. Basta uno sólo en la huerta para protegerla de cualquier animal volador. Además, en sus manos la honda puede convertirse en un arma mortal contra los Grandes.

Aunque no les gusta vivir en las alturas (por eso prefieren hacer sus casas en los flancos de las colinas), todos los niños adoran subirse a los árboles, habilidad que jamás llegan a olvidar, incluso a una edad avanzada.

Las historias (después de la comida, de un buen rincón para dormir y de la genealogía, pero antes que la hierba para pipa) es una de sus grandes pasiones. Son capaces de dedicarle incluso más tiempo que a la genealogía. Entre sus temas favoritos están los grandes retos y la heroicidad (siempre y cuando los héroes sean de otras razas). Las historias sobre Halflings les desagradan, les ponen nerviosos y despiertan en ellos la idea de que cosas tales como el peligro pueden afectar a su apacible existencia.

Auguste Brandyvino por Tony Ackland

Las historias que protagonizan ellos no suelen incluir episodios peligrosos o violentos, sino gente que gracias a su astucia logra cosas tales como hacer crecer las cosechas o conseguir comida en época de escasez.

Evidentemente, existen excepciones en las que los Halflings han tomado parte en grandes acontecimientos, pero siempre para ayudar a representantes de otras razas, porque, "después de todo, los Humanos y los Enanos se dedican a buscar emociones. ¡No como nosotros, qué somos gente sensata!" Estas historias sólo las cuentan los descendientes directos del personaje, orgullosos de poder narrar las hazañas de un pariente que llegó a ser un héroe, incluso para los Grandes.

Los héroes vivos son otra historia. Un aventurero que contara sus proezas por toda la ciudad podría hacer que los jóvenes se marcharan. La gente hará todo lo posible para recalcar el lado negativo de la vida del aventurero, como la falta de alimento, las incomodidades, etc.

El héroe suele cooperar. Es de muy mala educación llevar la contraria a tus anfitriones, y no querrás que una madre venga a reprocharte que hayas empujado a sus hijos a marcharse. A veces ocurre que ni siquiera los mejores amigos del héroe conocen el tipo de vida que lleva. Al volver a su país prefiere no contar sus proezas, por pura educación.

"Cuando vuelvo a casa", dice Pelador Pieplano, "no me apetece hablar de Trolls. Lo que me interesa es saber quién se ha casado con quién y por qué la cosecha de hierba para pipa ha sido tan buena este año".

Aunque los aventureros se quejen de la monotonía y piensen en la primavera, cuando se vuelven a encontrar con sus compañeros, a medida que se acerca el otoño están impacientes por ponerse delante de sus chimeneas para resguardarse durante todo el invierno, saboreando deliciosos pasteles y contado reconfortantes historias de héroes y villanos muertos hace tiempo.

Cleptomanía[]

Ladrón de guante blanco

Con todo, los Halflings tienen un lado oscuro, y es que suelen desarrollar tendencias a la cleptomanía. Son de dedos hábiles y sigilosos por naturaleza, y tienen aptitudes para ser buenos ladrones.

A los halflings les gusta coleccionar cosas y sienten una curiosidad natural; la combinación de estos dos factores convierte a un halfling medio en un individuo bastante inclinado a "descubrir" cosas. Es bastante frecuente que un viajero que se detenga en la Asamblea notará después de una larga estancia que le han desaparecido varios objetos de valor, o que ha tenido que dejar a su paso una serie de halflings malheridos. Las ruedas de los carros (y en casos muy extremos, incluso carros enteros) desaparecen en cuestión de minutos cuando su propietario se detiene a tomar algo en una taberna halfling.

Los halflings son individuos codiciosos (aunque no tanto como los Enanos) y disfrutan atesorando cosas. La mayoría de las viviendas halfling tienen una habitación o dos dedicadas exclusivamente a exponer sus "tesoros" (objetos que sus dueños han robado y que lo mismo son de gran valor o simples baratijas brillantes). Los halflings odian tirar cosas y ni siquiera son capaces de tirar las sobras de las comidas (pues con ellas alimentan a los perros o a los cerdos).

Robo halfling por Martin McKenna

Los Halflings son seres extremadamente curiosos. Su afición por los chismes les viene desde su juventud, en la que se dedican a "tomar el sol" cerca de las conversaciones de los demás. Sus ágiles dedos suelen hurgar en los cajones de unos y otros, tan sólo por el placer de saber lo que hay detrás de la cerradura. Tal y como dijo uno de ellos un día: "¡En La Asamblea no hay secretos, sólo escondemos las cosas para picar la curiosidad de nuestros amigos!"

Cuando se convierten en aventureros estas capacidades son extremadamente útiles. Es inimaginable que les roben algo a sus invitados (pero pueden tomarlo "prestado"). Los enemigos con los que te vas encontrando no son invitados... y cubrir tus gastos es algo perfectamente razonable.

Resistencia al Caos[]

A menudo se menosprecia a los Halflings, aunque esta consideración juega en su ventaja cuando intentan ser sigilosos, pero se trata de un error en el que suelen caer los que desconocen su verdadera naturaleza. Aunque también tienen sus defectos, los Halflings son menos susceptibles a la sugestión o a la influencia corruptora del Caos que el resto de razas mortales.

Esta resistencia se ha vuelto legendaria. Como al parecer el Caos actúa atacando al espíritu de sus víctimas, la fuerza mental de los Halflings es desproporcionada en comparación con su cómodo estilo de vida. A veces esta fuerza les ha permitido unir a toda una comunidad para resistirse a la opresión de los Grandes, que a pesar de todo su poder se ven obligados a abandonar el lugar.

Aparte de su resistencia innata a la magia, la razón no radica en su debilidad de carácter sino en el hecho de que ninguno de los dioses del Caos ofrece cosas que los Halflings realmente desean. Los Halflings no suelen ansíar el poder y, de algún modo son más resistentes a las enfermedades que los humanos, tampoco ambicionan la guerra y, aunque disfrutan las cosas a su peculiar manera, carecen del apetito sexual humano por la perversión. Mientras los cultistas del Caos parecen prosperar bajo cada baldosa de las ciudades imperiales, difícilmente hallarás un culto halfling en todo el territorio de la Asamblea.

Religión[]

Los Halflings veneran a los mismos dioses del Imperio, en concreto a Sigmar como uno de sus protectores (aunque no existen pruebas de que Sigmar los mencionase siquiera), también el Culto a Ranald es muy popular. Igualmente, los Halflings disponen de sus propios dioses, aunque su culto es más casual que el de los humanos, elfos y enanos a sus dioses.

Halflings y la Guerra[]

Los Halflings son un pueblo pacífico y amistoso, muy dados a las festividades y a los grandes banquetes, disfrutando de la diversión y sobre todo de la comida. Son un pueblo sin apenas ambición, por lo que apenas se preocupan por los asuntos militares, poco interesado por lo que pueda pasar fuera de sus tierras. En consecuencia, la vida en la Asamblea suele ser muy aburrida para los jóvenes Halflings, y aunque los Halflings en general no son muy dados a los viajes, algunos buscan aventuras en el mundo exterior.

Aventureros[]

Halfling imperial

Resulta extraño encontrar a un halfling que desee abandonar su aldea pues la mayoría de ellos suelen unirse a los exploradores o a la unidad de Cuervos Imperiales. Sin embargo, hay algunos individuos raros que no están de acuerdo con esta "aventura estructurada". Estos valientes guerreros emprenden el camino cuando están preparados para buscar fortuna fuera de su provincia. Hay una gran demanda en todo el Viejo Mundo de individuos inteligentes, con facultades para el ingenio, habilidad para aprovechar las oportunidades y talento para los pequeños artefactos mecánicos.

Los Halflings también tienen fama, justificada, de ser unos cocineros excelentes. Sin embargo, un modo de enfadar a un Halfling es pedirle que prepare algo más que la parte de comida que le corresponde. Te contestará que de querer hacer carrera en este campo habría conseguido fácilmente un puesto en casa de algún Señor, y que no tendría que perder el tiempo yendo de aquí para allá con una banda de psicópatas, poniendo en peligro su vida y su integridad física persiguiendo al Caos.

En este aspecto los Halflings son muy razonables; sin estar dispuestos a hacer más que los demás, no les importa aconsejar a los menos dotados. Al final, el grupo conseguirá alcanzar un nivel más que aceptable y el Halfling conseguirá una comida adecuada para el resto de la expedición.

Guardián de Campos

Asociar los términos Halfling y aventurero suele ser contradictorio. Resulta difícil tomar en serio a un individuo que para una expedición peligrosa lleva tres poneys: uno para él, otro para transportar el equipo de acampada y un tercero para la comida. Sin embargo, es frecuente que los Humanos, Elfos y Enanos menos preparados tengan que recurrir a las alforjas del Halfling para encontrar cosas que parecían inútiles en esta época el año: tiendas impermeables, herramientas para excavar defensas urgentemente, el producto que permite librarse de las hormigas que atacan a todos (salvo al Halfling, que está descansando tranquilamente en su hamaca), etc.

Es raro que los Halflings agoten sus provisiones: la carga del tercer poney está compuesta principalmente por raciones de viaje que vienen a completar la comida fresca que se van procurando por el camino, y que mejoran gracias a las especias almacenadas en las alforjas de su montura.

Todo aventurero Halfling sabe que la vida es dura y cruel, y está preparado para afrontarla. Hace todo lo posible para que le resulte cómoda. Pertenecen a una raza testaruda y decidida, a pesar de ser (en comparación con las demás) físicamente débiles. Prefieren encargarse de las amenazas por medio del sigilo, lo cual es perfectamente comprensible si consideramos su tamaño.

Son ante todo compañeros alegres, incluso en las situaciones más peligrosas, ya que prefieren mirar el lado bueno de la vida. En las situaciones más extremas un Halfling siempre tendrá una canción o una broma que compartir, y esta actitud tan positiva es contagiosa. Nadie puede odiar a un Halfling, o al menos no por mucho tiempo.

Ejército[]

Soldados Halflings

Sin lugar a dudas, los Halflings son la raza con la que es más fácil convivir. Sin embargo, nadie debería dejarse engañar por su amor por la vida cómoda y considerarlos unos oponentes fáciles de derrotar. Aunque no son dados a los conflictos bélicos, Los Halflings se esforzarán valientemente para alzar una milicia ante cualquier amenaza, y pueden mostrar un coraje individual considerable en la defensa de sus hogares.

Aparte de los exploradores y una pequeña fuerza destinada a la capital del Imperio, la Asamblea cuenta con muy pocos soldados profesionales. Sin embargo, toda la provincia está bien vigilada (como corresponde a una provincia cuyos habitantes tienen los dedos tan rápidos). Aunque debe recordarse que los alguaciles de estas patrullas son también halflings, por lo que de vez en cuando aparece algún caso de robo o corrupción. No te acerques a un alguacil halfling para quejarte de que te han robado el monedero a menos que estés dispuesto a compartir su contenido en caso de que lo encuentre.

Exploradores Halflings

Aunque no son grandes luchadores, los Halflings tienen muy buena vista y una gran puntería. Además gracias a su pequeño tamaño y a su gran sigilo, pueden moverse con rapidez y sin ser detectados a través de una espesa maleza, los que los hacen exploradores muy eficaces. Estas cualidades, su gran habilidad con el arco y su sigilo, hacen de los Halflings exploradores muy bien valorados en los ejércitos imperiales, que se envían como avanzada de las tropas para reunir información, búsqueda de alimento y provisiones. Es por ello que muchos informes imperiales destacan el valor e ingenio de los exploradores Halflings… junto a un montón de quejas por la repentina desaparición de numerosos objetos.

Los Generales saben perfectamente que los cocineros halflings son un elemento muy importante para conseguir atraer a los guerreros a su servicio. Otra ventaja de contratar los servicios de estos chefs tan refinados es que así pueden disponer de la Olla Caliente, un extraño dispositivo similar a una catapulta que utiliza un caldero rebosante de sopa caliente como proyectil. Esta improvisada máquina de guerra es utilizada sólo en situaciones desesperadas, ¡pues convencer a un Halflings para que ceda su comida para estos fines no es nada fácil de conseguir!

En tiempos de guerra se recluta al ejército halfling que, generalmente está formado por una serie de pequeños destacamentos de soldados profesionales, a los que se añaden unidades formadas por aldeanos armados con lanzas o arcos. Estas unidades de milicia ciudadana se organizan en cada pueblo y cada una de ellas es liderada por el mayor de la aldea o uno de los alguaciles de zona. Las pequeñas unidades de halflings destacan particularmente por su habilidad para disparar (son los mejores cazadores de la región) y se organizan en pequeñas unidades de exploradores que se envían como avanzada de las tropas para reunir información y, sobre todo, para hostigar a las tropas enemigas. Normalmente, un regimiento de ogros sirve para reforzar el ejército. Más de un enemigo ha intentado marchar hacia el Imperio atravesando la Asamblea, esperando atravesarla sin problemas, e inesperadamente ha encontrado resistencia.

Magia Halfling[]

Momia antigua

Trasfondo Antiguo

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Eltharion antiguo

Hay algo en la naturaleza de los Halflings que no encaja bien con la magia: es la única raza civilizada del Viejo Mundo que no ha creado su propia forma de hechicería. Los Halflings no desconfían de la magia ni la temen tal y como hacen los humanos poco instruidos, pero muestran poco interés por ella. Algunos Halflings se convierten en hechiceros, pero a pesar de los esfuerzos de un pequeño grupo de presión, no hay colegios de la magia en la Asamblea, y casi todos los hechiceros Halflings han estudiado con un maestro humano o en uno de los colegios del Imperio. Uno o dos de ellos han alcanzado altos puestos y respeto por parte de sus colegas humanos, pero incluso los más poderosos Halflings reciben pocos honores por parte de su propia raza.

Miniaturas[]

Imágenes[]

Fuentes[]

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