Orden Brillante

• Saber: Fuego.

• Colegio: Colegio Brillante.

• Viento de la magia: Aqshy.

Los hechiceros de la Orden Brillante estudian el Saber del Fuego, o piromancia, bajo el signo del Séptimo Saber, también llamado Viento de Aqshy. El Aqshy es el viento rojo, y es la fusión aethírica de la experiencia y la abstracción de la pasión en su forma más salvaje posible. El Aqshy es la proyección aethírica de la impetuosidad, el valor y el entusiasmo. Es, a su forma, dinamismo, exuberancia y emoción. Pero también es una proyección de la experiencia mortal del calor y la calidez que se siente a menudo cuando se entra en un estado de excitación o emoción suma. Es verdaderamente la llama que calienta el corazón y prende fuego en nuestras entrañas.

Las energías mágicas del Aqshy sopla desde el norte como un viento seco y cálido, que avanza abrasador con la brisa y corre salvaje sobre las arenas calientes y los campos soleados, aunque sólo lo notan quienes son sensibles a la magia. Es poderoso donde hay llamas y fuego, y se convierte en un frenesí a su paso por los volcanes de las montañas. Toda llama se convierte en un vórtice para la magia de Aqshy, por lo que los ritos del Colegio Brillante son ritos de fuego.

También se ve atraído hacia dondequiera que haya pasión, discusiones, excitación y vehemencia. El calor empírico parece atraer al viento del Aqshy, que se arremolina formando un vórtice de pasión, por lo que en los rituales de los magísteres del Aqshy siempre hay fuego. Por medio de sus poderes, los hechiceros brillantes controlan la magia y el fuego, así que la suya es una de las más espectaculares e impresionantes de todas las magias.

Visión General

Los efectos de la taumaturgia piromántica son los menos sutiles de todos los saberes de la magia. Consiste en la manipulación del calor y el fuego en todas sus formas. Por este motivo, los magísteres de este saber suelen ser conocidos como piromantes, ya que pueden controlar cualquier llama, sea o no natural, Así, la magia de la Orden Brillante tiende a ser la más espectacular e impresionante para los habitantes ordinarios del Imperio.

Los hechiceros brillantes son estimados por encima de todos los demás en lo que se refiere a la batalla. Conocen muchos hechizos de destrucción, y su habilidad para invocar llamas y bolas de fuego es un recordatorio visible de su gran poder. Un hechicero brillante puede usar una llama como espada o alzar una cortina de fuego para confundir a sus enemigos. Tales poderes son muy visibles y destructivos, por lo que pocas personas buscan la ayuda de un hechicero brillante para resolver un asunto trivial. Los poderes de los piromantes no están pensados para realizar tareas; así que, dondequiera que los utilicen, la ruina y la destrucción les acompañan, independientemente de sus intenciones.

Magia Brillante

Los magísteres de la Orden Brillante estudian el Saber del Fuego, también llamado piromancia. Los hechizos tejidos con el Aqshy son agresivos, destructivos y vigorosos, y los conjuros de los magísteres rojos oscilan entre las llamaradas y bolas de fuego simples pero eficaces, hasta la invocación de inmensos infiernos que engullen destacamentos enteros de soldados. Un magíster brillante puede esgrimir las llamas del mismo modo que otros guerreros esgrimen espadas y arcos. No es casualidad que los magísteres de la Orden Brillante estén por encima de los demás en asuntos de guerra, pero también se les prefiere en las cortes de la nobleza como consejeros y protectores.

En cierto sentido, la Orden Brillante es la más vieja de todas las Órdenes de la Magia, sencillamente porque los hechizos de fuego fueron de los primeros que Teclis enseñó a las hechiceras y hechiceros vulgares del Imperio durante la Gran Guerra.

Símbolo

El Viento de Aqshy inflama la magia del Colegio Brillante, y se representa por la Llave de los Secretos; y el color de las ropas de la Orden es el rojo o el naranja. El símbolo del Séptimo Saber representa la revelación y el descubrimiento del poder a través del conocimiento oculto. A causa de ello, la progresión a través de los ocho niveles del Colegio Brillante se escenifica con el aspirante cruzando unas puertas decoradas, cada una más grande e impresionante que la anterior. La Llave de los Secretos es un elemento central en todas las audiciones y rituales de los magos brillantes, y representa una señal de rango entre sus filas.

Los maestros del Colegio portan llaves como símbolo de su autoridad. Los maestros del Colegio llevan como parte de su ornamentación ceremonial un manojo de siete llaves de diferentes metales. Cuantas más llaves acumule un hechicero, y cuanto más pesadas sean las cadenas de las que cuelgan, mayor será su poder y su posición dentro de la orden. Sobra decir que la Llave de los Secretos no es más que un símbolo de su autoridad y poder. Los magos brillantes suelen bromear con que del mismo modo que su conocimiento es la llave del poder, su poder les proporciona la llave de cualquier puerta. Después de todo, hay pocas puertas o cercas capaces de impedir el paso de un hechicero del fuego decidido a cruzarlas.

Otros símbolos asociados con los piromantes son la Llama de la Ira, la Espada Encendida y la Antorcha de la Sabiduría. Los hechiceros de esta Orden suelen ser de piel rosada, y algunos tienen un pelo rojo y salvaje que remarca su fiera naturaleza. Los más versados en las artes pirománticas llevan tatuajes rojos en sus brazos y cara, de los que se dice que se retuercen y cambian de forma cuando el hechicero lanza sus hechizos de fuego, e incluso los hay que tienen llamas en el cuerpo de forma constante.

Obligaciones y Contratos

Aunque muchos piromantes acaban convirtiéndose en hechiceros de batalla, pues poseen los talentos y conocimientos necesarios para prestar una ayuda considerable en el campo de batalla, los hechiceros brillantes no sólo son capaces de luchar. En tiempos de paz, los piromantes suelen ser contratados como guardianes de nobles, diplomáticos y mercaderes acaudalados que desean atravesar zonas peligrosas del Imperio.

Los piromantes entrenan frecuentemente con destacamentos militares y, como resultado, son los magísteres más reconocibles de todos. Pero no se limitan a aprender cómo utilizar sus capacidades para apoyar a las tropas, como hacen la mayoría de los magísteres, también aprenden a luchar como unidades de primera línea. Tal es su naturaleza agresiva y apasionada.

Piromantes

Los piromantes de la Orden Brillante suelen vestir túnicas rojas o naranjas como si fueran un uniforme de batalla, de modo que las cortan para gozar de libertad de movimientos en combate. A menudo tienen la piel rubicunda. Cuanto más usa un piromante el Aqshy y aumenta su dominio sobre él, más resultan afectados físicamente por el viento rojo. Los piromantes consumados suelen tener salvajes cabellos rojos o cobrizos, lo cual junto a sus cejas y barbas, les confiere el aspecto de llamas vivas cuando lanzan sus hechizos. Los piromantes también llevan tatuajes rojos por todo su rostro y sus brazos. Se dice que estos se retuercen y cambian de forma mientras su portador manipula el viento rojo para generar hechizos.

Todos los piromantes adornan sus cintos con un juego de siete llaves, cada una de distinto metal. Estas son las Llaves de los Secretos (por darles un nombre ceremonial) y representan cada una de las distintas etapas de tutela y progreso dentro de la orden. Cada llave representa la revelación de otro aspecto del saber de la piromancia, y los magister del colegio llevan las llaves como símbolo de su rango, aprendizaje y autoridad.

Mentalidad

Los piromantes son de naturaleza apasionada, impulsiva, hiperactiva e irascible, pero se esfuerzan por controlar estos rasgos con una disciplina muy estricta, casi militar. Pero no siempre lo consiguen, sobre todo en los conflictos. A veces pueden resultar pomposos. Son proclives a accesos espontáneos de júbilo y los embarga una imponente y genuina seguridad en sí mismos. Son todos muy orgullosos y con tendencia a la arrogancia. También son sensibles al frío, y se entristecen cuando llueve. Los grandes magísteres de su orden nunca tienen demasiado calor y jamás se queman por proximidad a las llamas ni por mirar al sol.

Aprendices

Como la piromancia es violenta y destructiva por naturaleza propia, y dado que los piromantes suelen ser de naturaleza agresiva (aunque raras veces son crueles), los aprendices deben conseguir controlar sus propios corazones y mentes, de forma estricta y absoluta, antes de aprender nada más. Sólo entonces podrán estudiar la forma de manipular el Aqshy. Dados sus requisitos disciplinarios, el proceso de selección de la Orden Brillante es severo y estricto.

Los aprendices siempre reciben habitaciones dentro del colegio, en las que deben permanecer so pena de castigos físicos. Debido a la naturaleza destructiva de la piromancia, la mayor parte de la instrucción se lleva a cabo en salas especialmente fortificadas, alineadas profusamente con un tipo de plomo que absorbe la magia. Los aprendices tienen la obligación de ayudarse mutuamente en sus tareas, para estimular la lealtad entre ellos y hacia el colegio. Sin embargo, esto no es obstáculo para el interés del colegio por la pericia en combate, y dos aprendices que hayan intimado durante su estancia en el colegio tendrán la obligación de enfrentarse en un combate de entrenamiento y darlo todo en el.

Para quienes logran suficiente control y disciplina, la experimentación práctica prima en detrimento del estudio académico. Los magísteres brillantes pasan la mayoría de sus días en el campo de batalla, y deben aprender a luchar, sobrevivir y vencer. En consecuencia, una vez que un aprendiz conoce los fundamentos de la hechicería de su orden, deberá usarla en combate. Los combates fingidos son un componente habitual del entrenamiento, al igual que los duelos mágicos reales para los aprendices superiores.

Por ello, sólo los más hábiles, poderosos y veloces de pensamiento y reacción llegarán a alguna parte dentro de la Orden Brillante. No hay estudiantes fracasados en la orden; o bien los aprendices consiguen alcanzar el nivel de magíster o mueren en el intento.

Visión del Público

A la mayoría les embarga el terror ante el poder tan gráfico que poseen los piromantes, apropiadamente demostrado por la desolación que rodea al edificio de la Orden Brillante. Algunos los ven como héroes, grandes hechiceros de batalla que luchan junto a los ejércitos del Imperio contra todos los invasores. Otros los consideran un riesgo, especialmente en Nuln, donde son temidos (por la abundancia de pólvora) y adorados por igual (a los habitantes de Nuln les encantan los fuegos artificiales).

Recinto y Edificios del Colegio

• Ver Artículo: Colegio Brillante.

Personalidades

• Ludas Luddace.
• Felicia Garret.
• Hermanos Fleissman.
• Sulphus Nachtman.
• Sienna Fuegonasus.
• Thyrus Gormann.

Fuentes

• Warhammer Fantasy JdR: Reinos de la Magia (2ª Ed. Rol). Pag 116-117.
• Suplemento: Tormenta de Magia.
• Ejércitos Warhammer: El Imperio (6ª Edición).