Wiki La Biblioteca del Viejo Mundo
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Glifo Tzunki

Los Hombres Lagarto nacidos bajo la influencia de Tzunki cuentan con una gran afinidad con el agua y su piel escamosa suele tener un tono verde mar. Según los relatos de los fanfarrones Norses, algunos de los suyos se han enfrentado a hombes lagarto que contaban con branquias y extremidades palmeadas y podían permanecer bajo el agua durante horas. En las historias de los Norses se afirma que un enorme ejército de tales criaturas atacó un drakkar que navegaba hacia el Sur por la costa oriental de Lustria explorando un tramo de costa más allá de la Costa del Manglar. Según dicen los Norses, consiguieron derrotar a los monstruos, pero el drakkar quedó inservible al chocar contra un obstáculo submarino y se vieron obligados a entrar en tierra firme. El resto del relato es un cuento chino lleno de desventuras con piratas muertos vivientes, enormes pájaros incapaces de volar y mortíferas mujeres guerreras de la jungla, del cual la mayoría de estudiosos no se cree ni una palabra.

A pesar de la poca credibilidad que se le concede a los relatos de los ebrios Norses, se ha descubierto una referencia a un ejército que se cree que podría ser una Hueste Sagrada de Tzunki en una inscripción que se encontró en la base del llamado Monumento de la Luna. Este gigantesco monolito se yergue ochenta kilómetros mar adentro y a unos 400 kilómetros al sureste del asentamiento abandonado de Dalmark. En esta inscripción se habla de una batalla que enfrentó a los hombres lagarto de Tlaxtlan contra un ejército de hombres del Norte al servicio del Caos alrededor del año 1300. A pesar de que apenas se dan detalles sobre la batalla, parece ser que esta fue la culminación de una serie de escaramuzas en las que los servidores de los Dioses del Caos trataron de adentrarse por la desembocadura del río Amaxon, pero fueron rechazados y expulsados de una isla del delta a otra por un ejército de hombres lagarto capaces de atacar desde el agua. La batalla final tuvo lugar en la Isla de los Sacrificios, donde la horda maligna quedó atrapada al verse sus navíos agujereados y de donde no pudieron escapar. En la inscripción se afirma que los huesos de los invasores fueron esparcidos por la costa de las islas y enterrados un metro bajo el suelo en determinados lugares para servir de aviso a quien quiera que trate de invadir las tierras de los hombres lagarto.

Curiosidades[]

Fuentes[]

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