En las entrañas de la torre de Zharr-Naggrund, un millón de almas malignas trabajan para mayor gloria de Hashut, Padre de la Oscuridad. En sus millares de forjas ardientes se fabrican numerosas armas de acero refulgente y petos de bronce rojizo. Es la ciudad más grande del mundo y está gobernada por los más perversos gobernantes: los Brujos de los Enanos del Caos.
Historia[]
En la Llanura de Zharrduk tienen lugar diariamente actos de la más cruel y despiadada naturaleza. Miles de esclavos sufren inimaginables agonías en las entrañas de Zharr extrayendo las riquezas del subsuelo en medio de humos sofocantes, tóxicos y de una impenetrable oscuridad.
Emblema de la Hueste de Zharr
En los talleres de Zharr-Naggrund, incontables esclavos trabajan encadenados hasta la muerte para que sus amos puedan vivir holgadamente. Los capataces Hobgoblins del Valle de la Aflicción castigan con el látigo a sus esclavos hasta hacerles manar ríos de sangre. Entre tanta brutalidad, una figura destaca por su insaciable crueldad: Zhatan el Negro, Señor de la Torre de Zharr.
Zhatan sirve al Brujo Ghorth el Cruel, el segundo más poderoso de los Brujos vivos. Dicen que cuando Ghorth oficia los sacrificios al dios Hashut, la única voz que retumba por encima de los lamentos de las víctimas del ritual es la gutural risa de Zhatan, su general. Zhatan está siempre capturando nuevos esclavos para su insaciable amo. Este Enano del Caos ha dirigido con éxito varias expediciones hacia el Oeste en busca de esclavos, destrozando todos los ejércitos Orcos que han osado enfrentarse a él.
Todas las tribus Goblins entre la Llanura de Zharrduk y el Monte Grimfang se han rendido ante sus ejércitos, enviando a miles de Goblins como esclavos en tributo a los Señores de Zharr-Naggrund. Los talleres y minas de Ghorth apenas pueden satisfacer la demanda de armas de Zhatan. Cada expedición regresa con más esclavos cuyo trabajo alimenta nuevas conquistas.
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