A diferencia de otras fortalezas, la porción superior de Karak-Azul, cuyo nombre significa "Pico de Hierro" en el lenguaje Enano, ocupa toda una meseta que domina el valle y la carretera por debajo. Los chapiteles de hierro sobre los muros de piedra dan la impresión de una fortaleza construida en lo alto de una montaña. El espectáculo de fuegos artificiales de la volcánica Montaña de Fuego (Karag Haraz) se puede ver desde las torres del sur. La zona inferior de la fortaleza es aún más extensa.
Karak Azul es la única fortaleza enana del sur que logró resistir a los ejércitos de Pieles Verdes que surgían de las Tierras Oscuras. Al principio, las cosas parecían funestas para los Enanos, pues otros asentamientos han ido cayendo en poder de los Orcos y Goblins o han sido invadidos por los Skavens, La propia Karak-Azul fue parcialmente ocupada por Pieles Verdes durante una década, pero gracias en gran medida a la determinación y la gran habilidad de sus armeros y Herreros Rúnicos los Enanos lograron expulsar a los invasores. Hoy en día Karak-Azul suministra armas a todos los asentamientos enanos y pocas son las armas que pueden superar la agudeza de las construidas por sus artesanos.
El anciano rey Kazador Cuerno de las Tormentas del clan Donarkhun gobierna Karak Azul. Kazador es increíblemente fuerte, incluso para los estándares enanos. En sus días de juventud, Kazador disfrutaba la vida al máximo, entreteniendo a sus súbditos mediante la realización de ejercicios de fuerza como el levantamiento de una mula cargada de oro, derrotando a sus más grandes guerreros en concursos de bebidas, y en su deporte favorito, la caza de pieles verdes en las montañas. Ahora, aquella época ya no volverá.
La Tragedia de Kazador[]
Hace años, mientras Kazador estaba en una de sus "cacerías", el Señor de la Guerra Orco Gorfang Rotgut del Peñasco Negro logró infiltrarse en la fortaleza. Cuando Kazador regresó, lo hizo para encontrarse la fortaleza saqueada. Muchos de sus parientes fueron secuestrados (incluyendo a su esposa, la reina Morga) y a su hijo, el príncipe Kazrik, le había afeitado y clavado en el trono, no sin antes de que los Pieles Verdes le tatuaran en la cabeza un rudo pictograma orco que representa a Gorfang. Aunque Kazrik sobrevivió, impulsado por la vergüenza, Kazrik abandonó su hogar y vaga por el mundo como un matador. Durante años, Kazador apenas salió de la fortaleza, consumido por la tristeza.
Con su población reducida por siglos de guerra, Karak Azul no podía levantar un ejército lo suficientemente grande como para asaltar el Peñasco Negro y rescatar a los rehenes. La única esperanza del Rey Kazador radicaba en encontrar una pequeña banda lo suficientemente fuerte como para poder infiltrarse en el bastión orco sin ser detectados y rescatar a los suyos. Para ello, ofrecía la mitad de su fortuna personal a cualquier enano que pudiera traer de vuelta a sus parientes vivos (un tercio a los no Enanos); un cuarto si lograban rescatar sus cuerpos para un entierro adecuado; y la posibilidad de elegir personalmente los mejores tesoros a cualquiera que matara a Gorfang. Huelga decir que muchos mercenarios y aventureros han probado suerte en esta misión, pero ninguno regresó para reclamar sus premios.
Industria[]
Los depósitos minerales de la fortaleza rivalizan incluso con los de Karaz-a-Karak; teniendo los depósitos más ricos en hierro de todas las Montañas del Fin del Mundo, e incluso hay quien dice que de todo el Viejo Mundo. También pueden encontrarse otros metales, como el oro, así como gemas en grandes cantidades.
Las fraguas de Karak-Azul han continuado produciendo armas de la calidad sin igual. La fortaleza se ha convertido en un centro metalúrgico donde algunos de los herreros y armeros enanos más prestigiosos y habilidosos practican sus artes. Muchos de los viejos clanes de la fortaleza dicen ser descendientes directos del propio Grungni, el gran Dios Ancestro. Las armas mas afiladas y las corazas mas robustas se hacen sobre los yunques de Karak-Azul. Muchas armas rúnicas se han forjado aquí, donde el secreto arte de las runas es bien conocido. Allí, los mejores herreros rúnicos, supervisados por Thorek Cejohierro, se afanan en forjar armas para abastecer los puestos avanzados en combate de todoKaraz-Ankor.
Transportadas a lo largo del Camino Subterráneo y por senderos de montaña ocultos, las armas de Karak-Azul tienen una gran demanda en todo el Imperio Enano. Además del armamento, Karak Azul también es un centro para todo tipo de trabajo en metal. El valor comercial que alcanzan sus productos en los reinos humanos hace que los gremios de artesanos de Karak Azul sean económicamente tan importantes como los armeros.
El Camino Subterráneo[]
La fortaleza de Karak Azul quedó sola en el sur de las montañas durante miles de años, con las puertas a la colapsada Carretera Subterránea totalmente selladas. Hace varias décadas, cuando se recibió la noticia de que Karak-Ocho-Picos había sido reocupada por enanos, se abrieron las puertas y el camino hacia el norte fue despejado. La ruta subterránea de Karak-Ocho-Picos es relativamente segura, pero la ruta sureña hacia Karak-Azgal, todavía en manos de orcos, permanece bloqueada.
Fuentes[]
- Ejércitos Warhammer: Enanos (7ª Edición), pág. 22.
- Ejércitos Warhammer: Enanos (8ª Edición), pág. 24.
- Warhammer Fantasy JdR: Dwarfs - Stone and Steel (1ª Ed. Rol), págs. 32-33.