"Los mismísimos Dioses Oscuros me han elegido por mi grandeza, tú, mortal insignificante, has sido elegido para morir"
- —Eglixus, el verdugo de Trechagrad
Entre las fila de los Guerreros del Caos hay algunos que son más agraciados por los Dioses del Caos que otros. Conocidos entre sus camaradas como los Elegidos, tienen habilidades sobrenaturales que los ayudan en su constate guerra contra el orden y el juicio, y son temidos por todo el Viejo Mundo y más allá.
Descripción[]
Los elegidos están envueltos en leyenda y rumores. Se dice que aquellos que se unen a sus filas no han conocido nunca la derrota, que cada uno de ellos ha aniquilado a un paladín del dios rival en un combate singular, que su piel es tan dura como una roca y que sus mentes arden con una energía infernal. Lo que si está claro es que cada uno de ellos ha complacido a los dioses de alguna manera y ha sido recompensado como corresponde.
Los elegidos llevan regalos de sus dioses protectores como recompensa por la sangre que han derramado en nombre de sus dioses, Estos regalos son tan variados e impredecibles como cualquier otro aspecto del Caos, pero ayudan al elegido en su viaje hacia la destrucción de los reinos civilizados de todo el mundo. A diferencia de los inestables medio engendros que son los menos favoritos del Caos, los elegidos son seres con una determinación de acero y un autocontrol de hierro. En el Norte se dice que los elegidos solo tienen un vicio: la crueldad hacia toda forma de vida.
A primera vista, un elegido podría ser un guerrero del Caos normal. Pero conforme el observador se va acercando más, nota que el elegido es más alto y ancho que sus compañeros. La armadura que llevan está mucho más elaborada y sus cascos cornudos mucho más adornado. Los símbolos de su dios protector se esculpen en el metal y se abrillantan con la piel muerta de las últimas victimas de los elegidos, y su escudo lleva una malvada cara demoníaca que escupe escalofriantes maldiciones a aquel que se cruce con su mirada. Algunos llevan espadas a dos manos que han probado la sangre de príncipes y paladines por todo lo largo y ancho del Viejo Mundo, ya que un elegido del Caos va donde quiere y aniquila a quien se cruce en su camino.
Al igual que otros guerreros del Caos, el elegido lleva una marca exterior que le hace favorito por su dios, pero incluso las mutaciones más extremas tienden a ser útiles como las armas, si un elegido no lleva tal estigma es porque lleva la gracia de los Dioses del Caos en su aura de oscura amenaza. Los elegidos son la verdadera nobleza del Caos.
Los lideres elegidos no luchan como comandantes sino como guerreros de élite y paladines. De esta manera, los elegidos esperan atraer aún más el agrado de su señor y ascender a las filas de los verdaderos paladines, Avanzan impávidamente a través del polvo negro de las tormentas de fuego, andanadas de flechas y descargas de artillería, con el único propósito de no dudar nunca en sus pasos mientras marchan cada vez más cerca de su presa. Las líneas de batalla se rompen y desmoralizan con solo ver una unidad de elegidos dirigiéndose a ellas, con las espadas alzadas para emprender la metódica carnicería del adversario.
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Imágenes[]
Fuente[]
- Ejércitos Warhammer: Guerreros del Caos (7ª Edición).