"Álzase en la tierra de Lyonesse,
un castillo en una tierra de Orcos infestada,
una torre desafiante sobre una roca ves,
de cuatro torres rodeada.
Aquellos que sus murallas escalar intentéis,
tan sólo la muerte encontraréis.
El Barón con su caballo en la torre reposa,
¡junto a quince ovejas y su esposa!"
- —Balada de Chateau Gallarde
En Bretonia pueden encontrarse muchos tipos de terrenos diferentes, por lo que los Castillos pocas veces presentan la misma estructura. Algunos están "colgados" de un risco y son prácticamente inaccesibles excepto para los atacantes más decididos; otros están construidos en tierras bajas y llanas, generalmente rodeados por un foso que es fácil de defender y muy difícil de atravesar. Los castillos construidos en una isla en medio de un pantano son bastante comunes; y en la costa es habitual encontrar castillos construidos al borde de los acantilados o en islas próximas a la costa, pues éstas son unas excelentes posiciones defensivas para un ejército que quiera vigilar la llegada por mar de invasores.
Hay miles de castillos repartidos por toda Bretonia. Su estructura básica está centrada alrededor de una torre, que es la parte más antigua del castillo. La torre está rodeada por tres de sus lados por un patio amurallado en cuyo interior se levantan las caballerizas, los dormitorios de los sirvientes, la cocina, la herrería y los almacenes, formando el cuarto lado del patio. El portón está flanqueado por dos pequeñas torres, y en las esquinas de la muralla se levantan grandes bastiones.
El foso o barranco que rodea el castillo puede atravesarse tan sólo por un puente levadizo. Además del puente, la puerta está protegida con una reja de hierro denominada rastrillo, que puede levantarse o bajarse para bloquear el paso a los invasores.
Armería[]
Un tesoro de exquisitas armas y armaduras; algunos dicen que son tan viejas como los Compañeros del Grial.
Las armerías de los castillos de las más viejas familias son colecciones de antigüedades, a la par que almacenes de equipamiento y talleres. Se dice que las armerías del castillo de Couronne contienen reliquias de los Compañeros del Grial, una de las armaduras de Gilles el Bretón e incluso armas de manufactura Elfa; los artefactos que estos dejaron atrás cuando abandonaron el Viejo Mundo.
Influencias Arquitectónicas de los Elfos[]
Hace milenios, cuando la mayoría de los humanos del Viejo Mundo estaban organizados en tribus y ni Bretonia ni el Imperio se habían formado, las colonias de los Altos Elfos salpicaban el continente con su presencia. Sin embargo, tras la Guerra de la Barba, los Elfos abandonaron sus asentamientos para volver a su tierra natal de Ulthuan o para refugiarse en los bosques, dejando que las colonias cayeran en el abandono y la ruina.
Con el paso del tiempo, los humanos se asentaron sobre las ruinas élficas y se formaron reinos y culturas alrededor de ellas. En el caso de Bretonia cobra cierta importancia, ya que en esta tierra se podían encontrar ruinas de antaño grandes urbes, como por ejemplo Tor Alessi, que cuando se fundó la nación bretoniana fueron los cimientos para un estilo arquitectónico propio.
Así, los castillos bretonianos son imponentes construcciones que han tomado elementos prestados muy característicos de los Altos Elfos para hacerlos suyos, adaptándose y evolucionando con el paso del tiempo hasta adquirir un estilo propio e identificativo. Es por ello que destacan las grandes torres entre sus muros (a veces con formas y tamaños casi imposibles), con diseños estilizados y el uso de piedra blanca o con tonalidades muy claras para su construcción; todos ellos elementos heredados de los Asur y que les da a sus fortalezas cierto aire de "Castillo de Cuento de Hadas".
Galería[]
Fuentes[]
- Suplemento: Asedio (5ª Edición), pág. 81.
- Total War: Warhammer.