Representación de Gilles el Bretón.
Gilles, conocido como el Bretón y el Unificador, fue el primer Rey de Bretonia. En el año 977 del Calendario Imperial (año 1 para los bretonianos) unificó los catorce feudos de los Bretonni, inspirado y protegido por la Dama del Lago.
Historia[]
Orígenes[]
Gilles pertenecía a la tribu humana de los Bretonni, que nueve siglos antes de su nacimiento había emigrado al sur del actual Imperio por negarse a apoyar a Sigmar Heldenhammer en su campaña contra los pieles verdes que asolaban el Viejo Mundo desde la retirada de los Elfos y Enanos, y que por tanto no participó en la Primera Batalla del Paso del Fuego Negro. Desde entonces los Bretonni se habían asentado en la herbosa tierra que hoy se conoce como Bretonia, pero seguían sufriendo los ataques de Orcos, Goblins, Bárbaros del Caos y Hombres Bestia.
En el año 977 CI, el joven Gilles, señor de Bastonne, reagrupó sus fuerzas y se dispuso a defender sus tierras de la marea de enemigos. Tres días antes había recibido una visión en la que varios ejércitos de pieles verdes se disponían a unirse para formar una amenaza imposible de contrarrestar. A él se le unieron su hermano Thierulf de Lyonesse y el famoso Landuin de Mousillon, y juntos desplazaron sus mesnadas hasta un lago en la linde del Bosque de Chalons. Allí pasaron la noche meditando, y al alba se les apareció por primera vez la Dama del Lago junto al lago. Esta les bendijo, infundiéndoles de luz y fortaleza y santificándolos para convertirlos en los primeros Caballeros del Grial, los famosos Compañeros del Grial.
Las Doce Grandes Batallas[]
- Artículo principal: Las Doce Grandes Batallas.
Gilles emprendió una agotadora campaña de dos años para expulsar a todas las fuerzas destructivas de Bretonia, en la que libró doce grandes conflictos conocidos como Las Doce Grandes Batallas, cantadas hoy en día por numerosos juglares bretonianos y tenidas como modelos por los Caballeros Andantes que buscan realizar gestas para contemplar el Grial.
Después de obtener la bendición de la Dama del Lago, Gilles, Thierulf y Landuin derrotaron a un poderoso ejército Orco en las tierras de Bordeleaux, ganándose el apoyo de su señor Marcus y de Fredemund de Aquitaine, que se unieron a los Compañeros.
Los cinco dirigieron sus ejércitos al sur, penetrando en el actual Ducado de Brionne y atacando por la retaguardia a otro gran ejército de Orcos. Poco después alcanzaron el asediado castillo de Brionne, cuyo señor Balduin efectuó una salida, hacha en mano, para encontrarse con la carga de los refuerzos bretonianos y entre ambos ejércitos derrotaron a los sitiadores.
Los ahora seis Compañeros, alentados por la Dama del Lago, cruzaron el caudaloso río Brienne y atravesaron las tierras bajas de Carcassonne, cuyo severo señor, Lambard, se les unió también con sus fuerzas en dirección hacia Quenelles. Allí encontraron a un gran ejército de pieles verdes invadiendo y quemando los lindes del bosque de Athel Loren, y a pesar de haber cabalgado varias noches seguidas y haber tenido que rechazar los ataques de los Jinetes de Lobo Goblins, cargaron al combate. Durante la lucha, las Dríades, Hombres Árbol y Arbóreos del bosque se unieron a la refriega de parte de Gilles, y entre humanos y hadas arrasaron a los profanadores Orcos y Goblins.
Al día siguiente, recuperados y milagrosamente sanados, los Compañeros (a los que se unió ahora Rademund el Puro, señor de Quenelles) cabalgaron hacia el norte durante siete días con sus noches hasta alcanzar la ciudad de Parravon, que también estaba siendo sometida a un terrible asedio por la tribu Goblin de la Mano Cortada y sus gigantes. Con el apoyo del señor Agilgar, famoso por cabalgar a lomos del pegaso Glorfinial, limpiaron la ciudad de enemigos, y aquel se sumó a los Compañeros con sus fuerzas.
Los ejércitos de Gilles y sus seguidores avanzaron entonces hasta Montfort y el Paso del Mordisco del Hacha, que estaba siendo invadido por una docena de tribus de Goblins Nocturnos. Atravesando el bloqueo con una carga frontal, Gilles resultó gravemente herido por un disparo de Lanzapinchoz y tuvo que ser llevado raudamente al castillo, donde se refugiaron las tropas. Al día siguiente, a pesar de los pronósticos de los cirujanos, Gilles se recuperó milagrosamente y encabezó una nueva salida junto al imponente Martrud de Montfort. Tras una semana de combates los Goblins huyeron a sus cavernas, pero Gilles no cesó su persecución y los siguió hasta las profundidades de las montañas de las que habían surgido, acabando con numerosos Trolls y Kaudillos Goblins.
Los diez Compañeros cabalgaron entonces hasta Gisoreux, donde se les unió el señor Beren y pusieron en fuga otro ejército pielverde encabezado por poderosos chamanes Goblins, los cuales no lograron derrotar al poder de la Dama del Lago que envolvía a los seguidores de Gilles.
Desde allí regresaron en dirección a Mousillon, que la encontraron arrasada e invadida por un ejército de No Muertos. Tras sumar sus fuerzas a las de los parientes de Landuin y las de Folgar de la vecina Artois, los Compañeros defendieron cada uno una sección de la muralla del castillo: Gilles partió la cabeza de un Dragón Zombi, Thierulf se enfrentó a un monstruoso gigante de dos cabezas y Agilgar, a lomos de su pegaso, se enfrentó a unos diablos alados entre las nubes atravesadas por los relámpagos. Los Compañeros lograron el triunfo cuando Landuin derribó a la repugnante criatura de la noche que había interrumpido la paz de los muertos y los hijos de las bestias huyeron aullando hacia la oscuridad del bosque.
Tras aquella victoria, los Compañeros espolearon sus caballos de guerra hacia el Norte. Tras muchas noches a la sombra del Bosque de Arden llegaron a la ciudad fortaleza de la costa de L'Anguille, que fue construida por los Elfos, y allí tuvieron que enfrentarse junto al señor Corduin a una invasión de Norses liderados por el imponente caudillo Svengar de los Skjaelings. Tras varios días de lucha, Marcus de Bordeleaux retó a Svengar a un combate singular en lo alto del milenario faro de L'Anguille en mitad de una tormenta. Después de un larguísimo duelo, Marcus logró partir por la mitad a su oponente, y los bárbaros se retiraron de vuelta a Norsca.
Al recibir noticias de que otra gran horda de Orcos avanzaba hacia L'Anguille desde Couronne, los Compañeros reclutaron al señor Carleond y se encontraron con los pieles verdes a orillas del caudaloso río Sannez, derrotándolos y derramando tanta sangre enemiga que, según la leyenda, es la razón de que aún hoy esa zona sea un lodazal.
Tras reunirse los catorce Compañeros en Couronne, les llegó la noticia de que un enorme ejército de Hombres Bestia acompañado de gigantes, trolls y otros horribles monstruos había surgido del Bosque de Arden, y al mismo tiempo una gran horda de pieles verdes emergió desde las Hermanas Blancas. Además, justo cuando se disponían a responder a estas amenazas los Skavens aparecieron por sorpresa bajo la ciudad y asaltaron las puertas.
Pese a todo, los Compañeros del Grial resistieron durante semanas tenaz y épicamente, y consiguieron destruir a todos los invasores de Bretonia, poniendo sus tierras por fin a salvo de la devastación.
Reinado[]
El mismo día en que se puso en fuga al último enemigo, la Dama del Lago se apareció ante Gilles y todo el ejército de los Compañeros del Grial y lo coronó Rey de Bretonia. Los otros Compañeros se convirtieron en Duques de sus respectivos dominios por su leal y fiel servicio.
A pesar de haber conseguido la paz gracias a sus grandes hazañas, Gilles nunca cesó de buscar batallas que librar, y se rumoreó que no había descanso posible para un guerrero casi divino como él.
Destino final[]
En el año 17 del Reino de Bretonia (995 CI), Gilles el Bretón fue abatido por un proyectil disparado contra él mientras luchaba contra los Kaudillos Orcos de las Montañas Grises, junto a la linde de Athel Loren. Mientras moría tuvo una visión y pidió a sus Compañeros que lo llevasen a las orillas de un lago cercano. Allí les aguardaba un bote equipado para celebrar un funeral, y los caballeros colocaron a su rey sobre el féretro y observaron cómo se adentraba en el lago, sin tripulación aparente, hasta perderse entre la bruma y desaparecer de este mundo.
Según una leyenda, Gilles se reencarnó en el misterioso Caballero Verde, que pone a prueba a los Caballeros Andantes que desean hallar el Grial y aparece en los momentos decisivos de las grandes batallas de Bretonia para proteger al reino.
Muchos creen que Gilles regresará al mundo de los vivos en la hora de mayor necesidad de Bretonia para salvarla de la destrucción.
Sucesión[]
Tras la muerte de Gilles, los Compañeros del Grial se reunieron y acordaron que solo quien hubiera bebido del Grial de la Dama del Lago podría subir al trono. Al enterarse el primogénito del difunto rey, pidió a los señores Landuin, Thierulf y Marcus que gobernaran como regentes mientras él buscaba el Grial para demostrar que era digno de suceder a su padre, por lo que desde entonces fue conocido como Louis el Temerario. Seis años de gestas después regresó habiendo cumplido su promesa y subió al trono, fijando el modelo a seguir por las futuras generaciones de Caballeros Andantes y Caballeros del Grial.
El Fin de los Tiempos[]
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El trasfondo de esta sección o artículo se basa en la campaña de El Fin de los Tiempos, que ha sustituido la línea argumental de La Tormenta del Caos.
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[En construcción, disculpen las molestias.]
Fuentes[]
- Ejércitos Warhammer: Bretonia (6ª Edición).
- White Dwarf 107.
- Warhammer Fantasy JdR: Caballeros del Grial (2ª Ed. Rol).