Wiki La Biblioteca del Viejo Mundo
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Símbolo Amatista
  • Saber: saber de la Muerte y el Espíritu.

Los hechiceros de la Orden Amatista estudian el Shyish, el Saber de la Muerte, que algunos llaman el Saber Espiritual. El Shyish es el viento púrpura de la magia, y es la certeza aethírica del paso del tiempo, de los finales y de la muerte. El Shyish es el más misterioso y terrible de todas las formas benignas de la magia, siendo como es la proyección metafísica de la turbación ante lo desconocido y del miedo y pavor que todo ser pensante tiene a la muerte. Pero el Shyish es también una integración de veneración y respeto, del aura no divina que proyectan los mortales a aquellas cosas que consideran sagradas o especiales.

Más profundamente, se dice que el Shyish se forma a raíz de la comprensión de la transitoriedad de la vida, de recuerdos de días pasados, de la aceptación mortal del día que se acaba de vivir, y de la añoranza por los días venideros. También se dice que es la creencia de que hay algo superior a la vida humana; el conocimiento de que la misma creación es algo permanente, incluso aunque ninguna de las cosas que engloba lo sean. El Shyish debe ser la oscuridad polvorienta donde se encuentran todos los conceptos anteriores.

A menudo se describe el Shyish como una marioneta del paso del tiempo. Sopla desde el pasado, a través del presente (porque los finales y la espera de la muerte son partes intrínsecas de la vida), y hacia el futuro (pues este conduce inevitablemente hacia el final y la muerte), fluyendo por los arroyos del tiempo dirigidos por la corriente del sino. Algunos han equiparado el Shyish con el destino, a que no controla lo que fue, es o será, sino que invade y refleja estas cosas con una proximidad absoluta.

El Shyish sopla con mayor intensidad allí donde ha de afrontarse la muerte, se producen finales o donde la muerte hace acto de presencia; Muchos dicen que sus energías surgen de ella y que la maldición sigue sus pasos. Es atraído por los campos de batalla donde los hombres deben aceptar o someterse a su muerte, y porque todos los soldados deben aceptar la posibilidad de su propio fallecimiento como parte de su vida diaria. El Shyish merodea alrededor de los cadalsos, se arremolina cerca de las fosas comunes, y cuelga del silencio de cementerios, donde los dolientes se reúnen para la nostalgia y el recuerdo. Se dice que es más fuerte en tiempos de transiciones más evidentes: al alba y al ocaso, pues una es el fin de la noche y el otro es el fin del día. Sus fechas son primavera y otoño, y también los equinoccios de verano e invierno, pues señalan los días más largos y más cortos del año, y por tanto el comienzo del final de cada estación.

Visión general[]

Hechicero Amatista por Caleb Cleveland

Los hechiceros de la Orden Amatista son evitados por el pueblo de Altdorf por razones muy claras; pese a que hay muchos que entran en contacto en secreto con el mundo espiritual, con seres amados que se fueron o con aquellos seres muertos cuyo secreto desearían aprender. Los hechiceros de la Orden Amatista pueden contactar con el mundo espiritual y los muertos pueden hablar a través de ellos debido a que tienen el dominio sobre espíritus de todo tipo, tanto benignos como de otra naturaleza. Se dice que también pueden obligar a los muertos a levantarse de sus tumbas; y que tienen el poder de manejar la muerte a su antojo.

Dado que los hechiceros de la Orden Amatista tienen poderes sobre los muertos, también tienen el poder de dar muerte. Se dice que uno de estos hechiceros puede robar el alma de su enemigo o succionar su vida convirtiéndole en una carcasa vacía. Pueden invocar un viento de muerte que seca y destruye la carne o envuelve a sus enemigos en un manto de desesperación. Tales trucos no son nada comparados con los hechizos de pesadilla de los no muertos, aunque son de naturaleza similar, y los hechiceros amatista siempre estarán marcados por su asociación con los poderes de las tinieblas.

Los magísteres que han aceptado el viento púrpura del Shyish practican la taumaturgia cesadora. Este término fue aceptado especialmente en los Artículos de la Magia Imperial, porque utilizar el término “Nigromancia" habría sido desaconsejable y algo impreciso.

Magia Amatista[]

Hechicero de Batalla Amatista y Secuaces por Eric Lofgren

Es cierto que los Magísteres de la Orden Amatista poseen poder sobre los muertos y poder para causar la muerte. Pueden robar el alma de sus enemigos o absorberles la vida, dejando tan sólo un cascarón de carne y sangre. Supuestamente, estos magísteres pueden incluso ver los espíritus y las almas en su viaje entre este mundo y el siguiente, y se dice que pueden comunicarse con ellas (más o menos).

Se rumorea que los magísteres más poderosos del Shyish pueden contactar con el mundo de los espíritus y con lo que queda en el Aethyr de las almas de los muertos. A veces se puede conseguir que estos espíritus hablen a través de los magísteres del Shyish, pues poseen cierto grado de dominio sobre ellos, sean o no benignos; sin embargo, esta capacidad desaparece (o al menos, eso dicen ellos) cuando el alma es devorada o aceptada por uno de los muchos dioses o demonios de la humanidad.

Una vez que un hombre ha alcanzado la madurez plena y ha dejado de crecer para empezar a envejecer, se dice que los magísteres pueden ver de una forma perceptible y mensurable su paulatina defunción conforme la muerte va reclamándolo en pequeños incrementos, segundo a segundo, hora a hora, día a día. Pueden ver aproximarse el fin de todas las cosas vivas.

También hay otros que acusan erróneamente a los magísteres amatistas de interesarse por la Nigromancía, pero no es el caso. Al menos, no del todo. Los nigromantes desafían a la muerte y desprecian los finales, mientras que la Orden del Shyish acepta ambos. A pesar de ello, la Orden del Shyish permanece manchada por su aparente relación con las fuerzas de la oscuridad. Pero sí que existen similitudes entre la magia de la Orden Amatista y las artes oscuras de la nigromancia. Sólo se pueden practicar el espiritualismo y la hechicería del colegio sin causar los efectos perjudiciales psicológicos, espirituales e incluso físicos de la nigromancia. Habiendo dicho este, la magia amatista jamás podrá alcanzar los niveles de poder bruto disponibles para los corruptos y crueles nigromantes.

Símbolo[]

Hechicero Amatista por Dave Gallagher

El Colegio Amatista luce la Guadaña como símbolo, ya que su interés gira alrededor del Viento de Shyish y el aspecto adusto de la muerte reposa sobre ellos. Los hechiceros de esta Orden suelen llevar una guadaña a modo de bastón, por lo que son fácilmente reconocibles. Practicar la Magia de la Muerte puede ser una carga pesada, ya que el mago amatista jamás obtendrá la confianza absoluta de aquellos que le rodean. Este incierto temor que generan se alimenta de la naturaleza sombría y reservada de los Hechiceros Amatista, quienes prefieren comunicarse entre ellos mediante la telepatía antes que con palabras. Sus voces se han tornado graves y terrosas por el poco uso que les dan, y parecen más propias de un cadáver que de alguien que camina entre los vivos. Incluso los demás hechiceros (cuyas manías y hábitos son igualmente peculiares a ojos de un extraño) ven las mórbidas obsesiones de los magos amatista como algo realmente desagradable.

Por este motivo, la guadaña siempre se representa de forma invertida, indicando la pesada carga que reposa en el suelo. En algún momento un mago amatista puede señalar una tumba con dos runas de Shyish cruzadas e invertidas. Solo un loco se atrevería a entrar en un lugar como este, ya que este símbolo avisa del peligro de un gran mal que habita allí, y actúa como sello para evitar que abandone ese lugar.

El color de las túnicas de los hechiceros de la Orden es el púrpura, y además del símbolo de su Orden, suelen usar diseños de huesos y calaveras, el Reloj de Arena, el Cráneo de Amatista y la Rosa Espinosa, imágenes que son reconocidas en todo el Imperio como símbolo de la tumba.

La Orden[]

Hechicero Imperial Amatista

La Orden Amatista es una de las más introvertidas de las Órdenes de la Magia. Después de los umbramantes, la Hermandad del Shyish es la organización de mayor clandestinidad del Imperio. Esto no hace más que aumentar el ya considerable temor del público por los magister del Shyish.

Ningún otro colegio puede igualar la austeridad, ascetismo y disciplina de los magísteres del Shyish, ni siquiera los hierofantes de la Orden de la Luz. Tal y como Teclis impartió a los primeros magísteres de esta orden hace tres siglos, su magia descansa sobre la línea que más fácilmente cruzan los humanos en su corta vida, una línea que una vez atravesada solo puede conducir a la oscuridad, el sufrimiento y la desdicha. La Hermandad del Shyish (como se denominan a sí mismos) tiene en sus manos el poder sobre la vida y la muerte. Con un solo gesto pueden estrujar el corazón de un hombre dentro de su pecho, de forma que muera por una muerte aparentemente natural, o bien retrasar su muerte casi indefinidamente. Puede hacer que un hombre envejezca y muera en cuestión de segundos, y los más poderosos pueden incluso robarle el alma y aprisionarla si lo desean.

Los magísteres más experimentados del Shyish se convierten en avatares menores del paradigma mágico que han aceptado, y por tanto no les asustan los finales ni temen el envejecimiento ni la muerte. Para los nuevos y jóvenes magísteres de la Orden Amatista de después de la Gran Guerra, Teclis incrementó el nivel de precaución y responsabilidad con el que deben practicar su magia. Cuanto más aprendiesen sobre la naturaleza de la muerte, mayor control les concedería el Shyish y más grande sería su tentación (como humanos de corta vida) de posponerla o incluso de escapar de su propio e inevitable fin. Como ocurre con los demás hilos de la magia, abrazar el Shyish durante un largo periodo de tiempo puede extender considerablemente la vida de un magister (de hecho, más todavía si se trata del Shyish), pero con eso y con la tentación de caer en el arte oscuro de la nigromancia, sea o no intencionalmente, es característica de los magíster púrpuras. Es por eso que la Orden Amatista no mostró (ni muestra) absolutamente ninguna compasión hacia todo iniciado que manipule magia oscura.

Mago amatista espíritu

Aunque no hayan sido corrompidos por sus actos, serán expulsados de la orden tan pronto salgan a relucir sus acciones y luego serán aniquilados hasta que no quede de ellos ni las cenizas.

Debido al proceso de selección de iniciados (extremadamente cuidadoso) y al constante adoctrinamiento y supervisión de los aprendices, es muy poco habitual que un magister amatista se rebele. En los últimos dos siglos, los grandes magísteres de la orden se han agrupado en cuatro ocasiones para perseguir y matar a uno de sus colegas. Este tipo de cacerías se han llevado a cabo en el más absoluto de los secretos. Nadie sabía ni sospechaba lo que había sucedido ni los cazadores de brujas, ni siquiera los Umbramantes de la Orden Gris. Cada vez que uno de los miembros de su orden les ha traicionado, los grandes magísteres del Shyish los han perseguido con una implacabilidad inigualable y una intolerancia extrema. Cubrían todo rastro de los crímenes del traidor, destruían su obra y erradicaban todo recuerdo de él. Las tumbas saqueadas se volvían a ocupar y se tapaban antes de que nadie se diera cuenta. Las muertes misteriosas se justificaban por causas naturales o a bandidos comunes, y los fallecimientos repentinos de plantas de interior, hiedras e incluso musgo en barrios enteros se achacaban a heladas tempranas o algún parásito desconocido.

Ya durase la persecución días o años, nadie ha escapado jamás a la cólera combinada de los grandes magísteres de la muerte.

Pero estas medidas son apropiadas para los crímenes que están diseñados para combatir. Los renegados de la orden del Shyish pueden alcanzar un gran poder en el arte de la nigromancia. Aunque para los ajenos a la orden la amenaza más obvia para los magísteres del Shyish parece ser la corrupción espiritual, los mayores riesgos son la morbosidad y la locura. Aunque los magísteres de muchos colegios tienen sus excentricidades, la locura de un magister amatista es algo verdaderamente terrible (y más común en ellos que la corrupción moral o ideológica).

Aunque no está muy seguro y no puede probar nada, el anterior magíster patriarca Reiner Starke de la Orden de las Sombras cree que el tremendo contraataque defensivo de la Orden Brillante, que destruyó sus alrededores ochenta años atrás, podría haber sido iniciado por la magia lanzada en una confrontación entre un magister amatista enloquecido y los grandes hechiceros de su orden. Starke no está interesado en demostrarlo, y además, jamás podría revelar sus sospechas, ni aun pudiendo probarlas. La Orden Brillante es orgullosa y combativa, y él sospecha que la Orden del Shyish es más letal de lo que creen los magister de los demás colegios. No correrá el riesgo de iniciar una guerra entre colegios. Es evidente que Altdorf no sobreviviría a ella.

Obligaciones y Contratos[]

La Orden Amatista sólo está obligada a proporcionar hechiceros de batalla a los ejércitos imperiales según y cuando la situación lo requiera.

Las autoridades locales y las familias más adineradas que viven y operan alrededor de la región conocida en el pasado como Sylvania, en el nordeste de Stirland, a menudo contratan a los magister del Shyísh. La malignidad de aquella tierra moribunda y saturada de polvo es tal, que muchos creen que en ella los muertos no descansan en sus tumbas, y se dice que hay vampiros acechando en la noche. Sea cierto o no, las habilidades de la Orden Amatista son muy apreciadas por los desesperados, los paranoicos y los aterrorizados, y los magísteres consideran que es su sagrado deber deshacer todas las obras de la nigromancia y la magia oscura.

Magíster de Shyish[]

Mago Amatista

Las túnicas que usan los magísteres amatista son de un color púrpura oscuro, aunque muchos las visten también de color negro azabache. Los magísteres de esta orden suelen llevar una guadaña afiladísima en lugar de un báculo; pero no una de la variedad poco manejable con la que se siega el trigo, sino un objeto elegante diseñado para el combate y como símbolo de la orden del magister. De los cintos de los magísteres del Shyish suelen colgar huesos humanos blanqueados que simbolizan la transitoriedad de la vida. Muchos de estos huesos tienen grabadas runas ocultas y los diversos emblemas de su orden, como el reloj de arena y la rosa espinosa; símbolos por los cuales los reconoce la gente.

Independientemente del aspecto que tuvieran al unirse a la orden, la austeridad de la vida en la Orden Amatista y las horas de estudio hacen que los iniciados no tarden en volverse enjutos y pálidos. Todos los miembros de la Orden Amatista están bien afeitados de la cabeza a los pies (tienen menos pelo que un esqueleto blanqueado).

Mentalidad[]

Los magísteres de la Orden Amatista poseen afinidad con la muerte y los finales de todo tipo. De hecho, son conocidos en la tradición más reciente por su filosofía de no iniciar eventos ni proyectos, salvo para acabarlos. Ellos tienen invariablemente la última palabra.

Según crece su poder y su experiencia, los magister del Shysh se tornan cada vez más silenciosos, aunque no necesariamente sombríos ni tristes en exceso. No esperan nada de la vida, por lo que no pueden sentirse decepcionados por ella. Por lo general, la Hermandad del Shyish se contenta con su suerte, y aunque sólo hablen en contadas ocasiones, su talante es muy seco y sombrío.

Los magísteres de esta orden están desprovistos de ambiciones; probablemente sea porque ninguno de sus miembros ha sido jamás magister patriarca, a pesar del hecho de que sus mayores grandes magister tendrían excelentes posibilidades de derrotar a todos los demás aspirantes al cargo. Cuando se les encarga encontrar a uno de sus hermanos caídos, estos magísteres se vuelven torvos y absolutistas, tan carentes de piedad como de miedo.

Aprendices[]

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Los magísteres amatista aceptan pocos aprendices, y aquellos que desean aprender la magia amatista deben superar unas rigurosas pruebas y hacer unos votos muy serios.

La Orden Amatista obliga a sus aprendices a renunciar a todas sus riquezas y posesiones materiales, incluido todo derecho a herencias futuras, en el momento en que entran en el colegio. Bajo algunas circunstancias se puede permitir a un nuevo miembro conservar determinadas posesiones, pero esto es muy poco habitual, ya que el colegio inspira en sus aprendices la idea de que unirse a la Orden Amatista es, al igual que la propia muerte, una transición de una vida anterior que debe rechazarse y olvidarse.

Una cantidad desproporcionada de antiguos seminaristas del sacerdocio de Morr se han unido a la Orden Amatista. Es habitual que quienes se sientan atraídos al servicio de Morr tengan una sensibilidad particular al viento púrpura de la magia. Cuando esto ocurre, los aspirantes a sacerdotes suelen ver sus abrasadoras energías cayendo sobre sus oficios y rituales, un proceso que los sacerdotes que no poseen visión bruja no pueden (o no quieren) explicar. Aquellos que manifiestan evidencias de un poder que no les ha sido concedido directamente por su dios mediante oraciones y rituales se consideran malditos, o bien candidatos no aptos para el sacerdocio de Morr. Estos individuos rechazados y desencantados suelen verse atraídos por el edificio sepulcral de la Orden Amatista. Si responden a esta llamada, emprenden un camino inevitable del que raras veces (por no decir nunca) se desvían.

Los métodos de enseñanza se basan en la tutela de aprendices, pero aparte de esto se desconoce el funcionamiento interno del sistema educativo de la orden.

Visión del Público[]

Los habitantes de Altdorf y el pueblo del Imperio en general evitan a los magísteres de la Orden Amatista. Aun así, algunas personas ansían en secreto contactar con sus seres queridos fallecidos, o con los muertos cuyos secretos desean aprender. Pero los magísteres amatista estarán eternamente mancillados por su aparente relación con el arte oscuro de la nigromancia.

Recintos y Edificios[]

Personalidades[]

Fuentes[]

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