Emblema de Aquitaine.
El castillo ducal de Aquitaine está al sureste del ducado, cerca de la frontera con Quenelles. Es famoso por la Torre de Encaje, una elevada aguja construida con tantas ventanas que parece estar hecha con encaje de piedra. Los Enanos que la contemplan murmuran sombríos comentarios sobre estructuras poco seguras y consecuencias futuras, pero la torre lleva más de un siglo en pie. No obstante, hace más de cincuenta años que no se permite a nadie acceder a su interior, y apoyarse contra ella está castigado con diez latigazos, incluso aunque la infractora sea la propia hija del Duque (como descubrió para su consternación).
El pueblo de Aquitaine está al oeste del castillo, y es bastante pequeño. Solía estar totalmente al este, pero con el paso de los años fue trasladándose, y actualmente el lado oriental está completamente abandonado. El Duque financia expediciones para despejarlo de habitantes no deseados y anima a los burgueses a que lo ocupen, aunque sin éxito.